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COMPARTIR CASA: ni sola ni mal acompañada

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Posted: 14 May 2014 02:51 PM PDT
cohousing
Pues sí, se puede decir que “Las chicas de oro” (serie estadounidense de éxito en los 90 en las que 4 mujeres maduritas compartían piso, aventuras y desventuras) fueron unas pioneras al mostrar un modelo de convivencia que rompe con la soledad e individualismo imperante en la sociedad, especialmente en las personas mayores, y se hacerca más a aquella TRIBU perdida en el que el colectivo ampara a cada individuo, quien a su vez trabaja por el bien común.
Pues, con la crisis económica como detonante, la ausencia de hipotecas para comprar un piso en propiedad, el fantasma de los deshaucios y una mentalidad más abierta (o resignada) para compartir espacios, la convivencia urbanística es la última tendencia y principalmente es femenina.
En el artículo del S Moda titulado “Ni sola, ni mal acompañada” nos informan en detalle delaumento de pisos compartidos en España (“se ha triplicado en un solo año. La oferta ha pasado de 40.000 a 110.000 (…) Nada mal para un país acostumbrado a primar la propiedad”) y sus características:
“El perfil de la nueva inquilina: mujer, de entre 26 y 60 años (el 44,07%), que vive en Madrid, Barcelona o Sevilla (ciudades que concentran el 40,46% de los pisos compartidos)”
“¿Por qué más féminas? Una razón es que posponen ser madres o, simplemente, no lo quieren ser: en torno al 20% de las europeas no tiene hijos, según la socióloga Katherine Hakim, autora de Childless in Europe. Tampoco quieren hipotecarse: el fantasma de los desahucios acecha (unas 40.000 familias perdieron la propiedad en 2012, según el Banco de España)”
“Ellas, además, las prefieren a ellas. «Eligen convivir con mujeres; a los hombres, les es indiferente». ¿Por qué? «Se entienden mejor: buscan seguridad y un clima de confianza (…) Las mujeres de distintas generaciones –viudas o parientes solteras– siempre han cohabitado (abuelas, madres, hijas, nietas). Con la sociedad moderna y el feminismo, se reivindicó un espacio privado –Una habitación propia de Virginia Woolf–; pero con la posmoderna, regresa la tendencia a compartir. La novedad es que hoy se van a vivir juntas sin estar emparentadas y sin ser pareja»”
Pero esto no es la única fórmula existente porque ya hemos hablado en varias ocasiones de:
“El concepto de “co-housing” se introdujo en EE.UU. a finales de los ochenta procedente de Dinamarca. En 2008 había 113 comunidades y otras 111 planeadas o en construcción. Se estima que, en 20 años, 350 comunidades de este tipo surgirán cada año. El denominador común de dichos grupos, que no pertenecen a ningún tipo de religión o creencia determinada, es que son 100% gestionadas por los residentes por medio del CONSENSO”
“Lo que más admiro personalmente de “co-housing” es la enorme calidad humana de mis vecinos, su cordialidad, energía y humanidad y, sobre todo, su determinación por conseguir una comunidad en la que todos se sientan LO MÁS FELICES POSIBLES. Es un nuevo concepto de vecindario inteligente y humanizado donde se respetan las diferencias, nos conocemos y nos ayudamos unos a otros con alegría y confianza”
Dolores Rubio
Los tiempos cambian, y sea por los motivos que sean, la propiedad privada ya no es para todo el mundo (y menos para los jóvenes de minijobs y nano-sueldos) y está resucitando con fuerza la importancia de la comunidad que exige un alto nivel de civismo y respeto por los demás.
Existen otras formas de vivir…

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