¿FACILITARÁN ELLOS ALGUNA IMAGEN?
Con motivo del décimo aniversario de casados de los príncipes Federico y Mary de Dinamarca, que se cumple este miércoles 14 de mayo, la casa real danesa ha facilitado a los medios cuatro fotografías de los herederos, tres de ellas en solitario y una junto a sus hijos. No es extraño que la monarquía del país escandinavo obre de este modo; de hecho, ya proporcionaron un conjunto de imágenes similares en el quinto aniversario de los herederos al trono.
Imagen oficial que celebra su décimo aniversario (casa real danesa)En apenas una semana se cumplirá también el décimo aniversario de bodas de los Príncipes de Asturias,Felipe y Letizia, que se casaron en la catedral de La Almudena el 22 de mayo del año 2004. Varios medios de comunicación españoles han ‘presionado’ a Zarzuela para que también ellos faciliten el ejercicio nostálgico con una serie de instantáneas de la pareja diez años después de contraer matrimonio. En un principio, los Príncipes parecían resistirse, pero parece que finalmente van a sucumbir a este apremio.
Fuentes oficiales de Casa Real confirman a Vanitatis que los Príncipes están preparando “algo especial” para ese día, pero no quieren concretar aún de qué se trata. Por lo que parece, la insistencia de los medios y las críticas constantes a la monarquía española por ser, de todas las de Europa, la más reacia a este tipo de posados, han surtido efecto.
Mary y Letizia, ¿vidas paralelas?
Desde sus respectivos compromisos matrimoniales, que se sucedieron con sólo un mes de diferencia, Mary y Letizia han sido comparadas tanto por la prensa española como por los medios daneses. Ambas estudiaron una carrera universitaria, derecho y periodismo respectivamente, y cuando se enamoraron estaban en su mejor momento profesional.
Asimismo, sus bodas se celebraron con sólo una semana de diferencia. Pero las coincidencias no quedan aquí. Tanto Christian como Leonor, los primogénitos, nacieron en octubre de 2005. También Isabella y Sofía vinieron al mundo con solo ocho días de diferencia, ambas en abril de 2007.
Además de estos paralelismos en sus vidas, Mary y Letizia también tienen una cosa en común: su gusto por la marca Hugo Boss. Las dos adoran a la firma alemana e incluso han llegado a coincidir en la elección de algunos modelos.
Federico y Mary de Dinamarca en la investidura de los Reyes de Holanda (Gtres)
Mary, la “princesa perfecta”
Sin embargo, Mary ha tenido una mejor proyección como princesa dentro de sus fronteras. Muy querida y admirada por los ciudadanos de su país, la australiana puede presumir de haber sido bautizada como “la princesa perfecta”. Con cuatro hijos y siendo el miembro de la casa real mejor valorado, la heredera atraviesa un momento familiar y profesional inmejorable. El trabajo que desarrolla por todo el mundo como embajadora de Dinamarca y sus constantes viajes para luchar contra la pobreza están dando grandes frutos. Además, es un auténtico icono de estilo y siempre figura en las listas de mujeres más elegantes.
Aunque en la actualidad Mary es apreciada por toda su familia política, la relación inicial con su suegra, la reina Margarita II, no fue muy buena. A la soberana danesa no le acababa de convencer la joven abogada que su hijo había escogido como su futura esposa, quizás por la forma en que se conocieron o porque pensaba que la australiana estaba con el heredero por interés. Los impedimentos a los que recurrió Margarita para que la deseada boda no se celebrase fueron continuos.
Mary Donalson en un acto público en 2009 (Gtres)Federico y Mary se conocieron en elpub australiano Slip Inn durante la celebración de los Juegos Olímpicos de Sídney 2000. El príncipe heredero había salido a cenar con su hermano Joaquín y con los príncipes Nicolás de Grecia y Marta Luisa de Noruega, después de asistir a una competición olímpica, mientras que Mary se encontraba allí tomando algo con sus amigos. Tras compartir algunas copas y hablar un rato, los dos intercambiaron sus teléfonos. Mary confesaría unos años después, en una entrevista, que al principio no sabía quiénes eran: "Yo no sabía quiénes eran ellos. Una media hora después uno de mis compañeros viene a mí y me pregunta: '¿Sabes que esas personas son los príncipes y la princesa?'"
Parece que Federico quedó prendado de la joven australiana y viajó hasta cuatro veces a su país para estar con ella. A finales de 2002 dieron un paso más en su relación. Mary se mudó a Dinamarca para aprender danés y conocer de primera mano las costumbres y tradiciones del país. Tras varios meses de noviazgo y habiendo conseguido el consentimiento de la reina, la corte danesa anunció, en octubre de 2003, su compromiso matrimonial. Ante los medios, un emocionado Federico presentó a su prometida y ella, todavía sin dominar el danés, mostró el impresionante anillo de dos rubíes y un diamante blanco –colores de la bandera danesa- que su futuro esposo le había regalado.
Triunfó el amor
El 14 de mayo de 2004, ante la realeza mundial y los entusiasmados daneses,Federico y Mary se dieron el “sí, quiero” en la catedral de Copenhague. Un enlace descrito por los medios de comunicación como un auténtico cuento de hadas. Al contraer matrimonio con el heredero, Mary adquirió la nacionalidad danesa y cambió su religión presbiteriana para unirse a la iglesia luterana evangélica. Asimismo, recibió los títulos de Su Alteza Real la Princesa Mary de Dinamarca y el de condesa de Monpezat.
Los príncipes de Dinamarca junto a sus cuatro hijos
Tan solo unos meses después de su boda, se anunció que los herederos esperaban su primer hijo para octubre. Y así fue, el 15 de octubre de 2005 vino al mundo el primogénito de la pareja, que fue bautizado con el nombre de Christian Valdemar Henri John. Christian ocupa el segundo lugar en la línea de sucesión al trono y está llamado a ser rey algún día.
En abril de 2007 llegó la niña. Con Isabella Henrietta Ingrid Margrethe los príncipes tenían ya la parejita, pero parece que no se conformaban solo con dos. Casi cuatro años más tarde, en enero de 2011, llegaron los mellizos, Vincent Frederick Minik Alexander y Josephine Sophia Ivalo Mathilda.
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