SE DUDA DE QUÉ TIARA LLEVARÁ EN LA PROCLAMACIÓN
La proclamación de Letizia como reina de España traerá consigo traspaso: la de las joyas que heredará de la reina doña Sofía una vez que suba al trono. Las seis tiaras en poder de la reina son una de las grandes incógnitas. La historia de las mismas va ligada de forma notoria a la evolución de los Borbones en nuestro país, a sus romances y a una vida personal mezclada con la vida de Estado. Letizia será la depositaria de algunas de ellas. La que heredará de forma segura es la prusiana, que tanto la reina Sofía como la princesa llevaron el día de sus respectivas bodas. La de la Flor de Lis, diseñada en la histórica joyería Ansorena, es otra de esas joyas patrimoniales que la princesa de Asturias ha de lucir, con toda probabilidad, en alguna ocasión. La única condición para que se la ponga es la de ser reina.
Herencias aparte, la gran cuestión es si llevará alguna sobre su cabeza en la proclamación de Felipe VI. Muchos apuestan por la tiara Ansorena que el próximo rey, Felipe VI, le regaló con motivo del quinto aniversario de su boda. En la histórica joyería en la que fue confeccionada no tienen ninguna certeza de que vaya a ser así. “No nos consta que la vaya a llevar”, han asegurado a Vanitatis. Sin embargo, la joya, de 50.000 euros y decorada con 450 brillantes y diez perlas, es una de las más que probables opciones para ese momento, ya que Letizia no la ha lucido ni una sola vez. Uno de los acontecimientos en los que parecía lógico que llevase la joya fue en la cena previa a la boda de Stéphanie y Guillermo de Luxemburgo, ya que todas las princesas europeas que acudieron a la gala lucieron sus mejores joyas como complemento a los impresionantes vestidos. Sin embargo, la princesa prefirió no lucirla sobre su cabeza.
Aunque hay dudas sobre si la estrenará por fin, son muchos los que apuestan por una imagen de austeridad en concordancia con los tiempos difíciles a los que se enfrentarán los nuevos monarcas una vez lleguen al trono. La crisis será, con toda probabilidad, la responsable de que la cabeza de la nueva reina en su gran día vaya desnuda. Esta es una lista de las tiaras que han pasado por la cabeza de las féminas de la familia Borbón, aquellas que pueden pasar a manos de la nueva reina consorte:
Tiara prusiana:
Tiara prusiana
Una de las más probables a la hora de heredar, ya que Letizia la llevó en su propia boda con el príncipe de Asturias. Fue confeccionada en Berlín por Koch en platino y diamantes. La reina Sofía también la llevó en su boda, el 14 de mayo de 1962, sujetando su velo. También fue usada, tiempo después, por la infanta Elena.
Tiara Rusa:
Tiara rusa
Inspirada en los tocados rusos (de ahí su nombre) se elaboró para Cristina de Austria, reina regente, y pasó a manos de Alfonso XIII. Este se la dio a su nuera, María de las Mercedes de Borbón-Dos Sicilias y Orleans, que la acabaría prestando a la entonces princesa Sofía para los actos que se celebraron en Persépolis, donde tanto ella como don Juan Carlos habían sido invitados por el Sha de Persia. La joya ha llegado a llevarla Simoneta Gómez-Acebo y en junio de 2006, tras años sin lucirla, la Reina la llevó en el viaje que hicieron a Noruega.
Tiara Cartier:
Tiara Cartier
Diseñada por el famoso joyero Cartier para Victoria Eugenia e inspirada en motivos egipcios, fue realizada con perlas y brillantes. El Rey la compró para su tía, la infanta María Cristina, y la regaló a la Reina, que la ha llevado, por ejemplo, cuando Putin visitó nuestro país.
Tiara Flor de Lis:
Tiara Flor de Lis
Fue realizada en la Joyería Ansorena. Se trata de un regalo que Alfonso XIII hizo a Victoria Eugenia de Battemberg, cuando ella era su prometida. En forma de cestillo, con charnelas para lucirse abierta o cerrada, su diseño se basa en las flores de lis unidas por roleos y hojas, así como ondas decrecientes de brillantes que recuerdan a los motivos en pampille de mediados del siglo pasado. Totalmente empedrada, la tiara ostenta, entre los perfiles lanceolados de las lises, gruesos brillantes. Los engastes alternan sus bordes graficados con los lisos, y el ritmo de las líneas curvas dota a la pieza de una personalidad propia, dentro de la órbita de la moda del momento, pero independiente de esta.
En 1910 fue ampliada por adición de elementos. Victoria Eugenia la acabó dejando en manos de su hijo, don Juan de Borbón. Este a su vez, la acabó pasando a su hijo y, en marzo de 1983, la reina Sofía la lució por primera vez cuando los reyes de Suecia visitaron España.
Tiara Floral:
Tiara Floral
Fue regalada por Franco a la entonces princesa Sofía cuando se casó con el entonces príncipe Juan Carlos. En su boda la lució como gargantilla, hecho que pasó algo desapercibido para los cronistas de la época. La volvió a lucir en la visita de Estado de Suecia en 1979. La Reina se la dejó a la infanta Cristina el día de su boda con Iñaki Urdangarin en octubre de 1997.
Tiara Mellerio, de ‘La Chata’:
Tiara 'La Chata'
Fue realizada en 1867 con conchas de diamantes y perlas aperilladas. Su historia es una de las más curiosas, ya que la reina Isabel II la compró para su hija Isabel en 1868, en plena revolución de ‘La Gloriosa’ y cuando su reinado pendía de un hilo. Los condes de Barcelona se lo regalaron a la entonces princesa en su boda con don Juan Carlos. Su castizo nombre la convierte en una de esas joyas que siempre irá ligada a la reina de España.
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