Las fechas límite y los objetivos demasiado ambiciosos suelen generar mucha tensión en el trabajo pero esta no es la única causa por la cual nos estresamos en el entorno laboral, en ocasiones el problema proviene de las relaciones interpersonales, de esas personas que se comportan como “vampiros emocionales”.
Básicamente, los vampiros emocionales son personas psicológicamente inmaduras pero que son expertas en absorber la energía de los demás mediante la manipulación emocional. Por lo general, son incapaces de ser empáticos con quienes los rodean, tienen un pobre control sobre sus emociones y les resulta complicado poner en práctica las normas básicas de cortesía social.
Este tipo de personas a menudo causan problemas en los grupos en los que se insertan y tienen una fuerte tendencia a invadir el espacio personal de los demás. Además, a los vampiros emocionales les cuesta mucho entender la palabra “no” por lo que los intentos de disuadirlos de sus objetivos a menudo caen en saco roto.
Como supondrás, tener que lidiar con este tipo de personas resulta complejo por lo que solemos terminar enojados, ansiosos, agobiados o incluso irritados tan solo con su presencia. Sin embargo, como probablemente no puedes cambiar de trabajo, lo mejor es aprender a enfrentar a estas personas reservando nuestras fuerzas. ¿Cómo hacerlo?
5 estrategias para enfrentar a los vampiros emocionales
1. Aprende a reconocer los signos de alerta. Si estás frente a un compañero de trabajo que no te resulta muy confiable y tienes una sensación visceral de que algo no marcha del todo bien, escucha a tu voz interior y mantente atento a la más mínima señal. A menudo los vampiros emocionales se aprovechan del hecho de que nos recriminamos por haber dudado cuando la otra persona aún no ha hecho nada. Obviamente, no se trata de que le catalogues como un “indeseable” pero es importante que te mantengas atento. Ya sabes lo que dice el refrán popular: “guerra avisada no mata soldado”.
2. Establece límites. Los vampiros emocionales son verdaderos maestros en evadir los límites de los demás, sobre todo cuando estos son un poco confusos. Por eso, evita ser demasiado agradable y empático con ellos, sobre todo cuando no estás de acuerdo con sus puntos de vista. Asegúrate de que tu negativa sea lo suficientemente fuerte y clara pues de lo contrario pasarán olímpicamente de tu opinión y necesidades.
3. No compartas información personal. Con los vampiros emocionales, cualquier información personal que compartas podría volverse en tu contra. Recuerda que uno de sus principales peculiaridades radica en que son expertos manipuladores y si cuentan con información valiosa, no dudarán en usarla en tu contra para ganar ventaja o poner en marcha un chantaje emocional.
4. Marca límites en la comunicación. En la comunicación extraverbal, la distancia que nos separa de la otra persona así como nuestra postura expresa mucho de nosotros. Estar demasiado cerca puede indicar intimidad y confianza pero si nos mantenemos un poco alejados significa que, en ese preciso instante, estamos poniendo un límite a la relación. Asimismo, debemos mantener una postura relajada que indique que nos sentimos seguros de nosotros mismos, de forma que le transmitamos el mensaje de que no podrá manipularnos.
5. Si no puedes enfrentar la situación, busca una salida. Resulta bastante improbable que la persona que se comporta como un vampiro emocional cambie y que de repente comience a ser alguien responsable y preocupado por el bienestar de los demás. De hecho, lo más probable es que sucede justo lo contrario porque se enfadará al notar que no te puede manipular. Cuando notes que “no puedes más”, abandona el lugar. Es decir, si estás en la oficina, sal y da un paseo o dirígete hacia otro departamento. Si no puedes alejarte de tu puesto de trabajo, escucha un poco de música, te ayudará a liberar la tensión.
Por último, recuerda que solo impacta sobre nosotros aquello a lo que le damos poder.
Copiado del Rincón de la psicología
No hay comentarios:
Publicar un comentario