Una vez estaba cenando en un restaurante y se notaba que el camarero no tenía muchas ganas de atender como es debido a los comensales. Quizás llevaba poco tiempo en ese puesto, posiblemente carecía de experiencia… pero sobre todo tenía una actitud negativa. No tuve ocasión de entablar una conversación con él pero imaginé lo que pensaba… “Total, por lo poco que me pagan y la cantidad de horas que trabajo ¿para qué voy a esforzarme? este no es mi trabajo ideal”. Yo le habría dado algunos consejos, aunque dudo que los hubiese tenido en cuenta.
Pienso que hagas lo que hagas hay que hacerlo lo mejor posible. Si haces bien tu trabajo vas a poder exigir mejores condiciones laborales y mayor sueldo. Hasta puede que tu jefe se adelante y no tengas ni que pedirlo. Tu sigue haciéndolo lo mejor que puedas y si no te valoran en tu empresa busca otra donde si lo hagan. Es mejor tener una actitud positiva e ir mejorando que resignarse a algo mediocre con la excusa de que no puede haber algo mejor.
Por ejemplo, trabajar como azafatas y promotoras son vistos por algunas chicas como un mal menor, un trabajillo para ir tirando. En cambio, las personas con actitud positiva lo ven como una forma de coger experiencia en el trato con el público, darse cuenta que todos somos distintos y comprender que la vida es una continua relación entre personas. De alguna manera nos enseña a adaptarnos a diferentes situaciones, algo fundamental para cualquier tipo trabajo y también para la vida en general. Existen empresas, como Agencia Ego, que tratan de quitarle el estigma al oficio y apuestan por una imagen positiva, enfocándose en el bienestar de sus modelos tanto femeninos como masculinos
Estamos inmersos en la llamada Cuarta Revolución Industrial (robots inteligentes, impresoras 3D, el internet de las cosas, inteligencia artificial, nuevos materiales, big data, drones, etc). Los trabajos que puedan automatizarse ya los están haciendo los robots de forma más precisa, más rápida y sin poner mala cara. Así que la actitud de resignación ante la jornada laboral ya no tiene cabida. Los trabajadores cada vez deberán ser más proactivos y formarse continuamente para ser más indispensables y menos sustituibles por máquinas automáticas.
Cada vez tengo más claro que las ocupaciones con futuro son aquellas que tengan algún componente creativo y las que tengan que ver con el trato personal. Creativo no necesariamente significa pintar cuadros, escribir libros o componer música. También se refiere a tener una visión amplia o ver diferentes formas de realizar tareas. Un robot o un ordenador pueden ejecutar muy bien órdenes, pero somos los humanos los que tenemos el poder de pensar y programar dichas máquinas.
También hemos mencionado la importancia del trato humano. Si asistes a un evento prefieres encontrar una azafata de eventos que pueda ayudarte si tienes alguna duda, en lugar de “hablar” con una pantalla o con un robot. Por mucho que avance la tecnología nuca deberíamos perder un mínimo trato humano y personal.
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