SIMPATÍA POR EL DÉBIL
El día que Marilyn desveló su pijama
El año 1952 fue el primero en que Marilyn Monroe, con 25 años, acaparó la atención del mundo. Un calendario de la John Baumgarth Company con una antigua foto de ella desnuda circulaba con millones de copias por todo el país. Joe DiMaggio quiso conocerla después de verla posando con un corto uniforme de béisbol, y ella se enamoró locamente de aquel hombre reservado “que no intentó conquistarme de inmediato.” Marilyn estrenó no una sino cinco películas aquel año y empezó a rodar 'Niágara' y 'Los caballeros las prefieren rubias'. Y, además, la revista 'Life' le dedicó la portada en su número del 7 de abril de 1952. Lucía un vestido blanco que dejaba sus hombros al aire en lafotografía tomada por Philippe Halsman. En su interior, la revista más tradicionalmente norteamericana la presentaba como una mujer “cándida e inocente, pero lo suficientemente inteligente para saber cómo conseguir el éxito en el implacable mundo de la fascinación”. Por primera vez apareció la referencia a su pijama preferido, cuando respondió a la pregunta formulada por un periodista: “¿Qué se pone en la cama?”, “Sólo unas pocas gotas de Chanel nº 5”. Al año siguiente, en su casa del 882 de North Doheny Drive, en Beverly Hills, fue fotografiada en la cama, sin ropa, con una botella de su perfume sobre la mesilla de noche.
Sesenta años después, Chanel vuelve a usar la imagen de Marilyn Monroe para relanzar el perfume más emblemático de la marca, así que en las próximas semanas veremos a la estrella como protagonista de su campaña de Navidad. La multinacional de la moda rescató hace justamente un año una entrevista inédita, grabada en cinta magnetofónica para la revista 'Marie Claire', en la que el periodista Gerges Belmont, durante el rodaje con George Cukor de 'El multimillonario' ('Let’s Make Love', 1960), le pregunta sobre su ocurrencia. Ella responde que los reporteros insistieron con morbosidad acerca de si llevaba pantalón de pijama o sólo la chaqueta cuando se iba a la cama, y Marilyn confiesa que contestó sin ninguna picardía que sólo se ponía unas gotas de Chanel nº 5, “simplemente porque era la verdad”.
El perfume creado en 1921 por el 'hombre-nariz' Ernest Beaux era el que llevaba el número 5 en la etiqueta para la prueba con Coco Chanel, de ahí su nombre. Casi cien años después sigue siendo el preferido de actrices como Audrey Tatou, Nicole Kidman o Keira Knightley. Pero ninguna se lo ha puesto con tanta gracia como Marilyn. Se cuenta que, poco después de rodar 'Los caballeros las prefieren rubias', eligió para cenar en el hotel Beverly Hills un vestido largo de lamé dorado con un escote muy abierto. Era tan ajustado que hubo que cosérselo puesto. Su asesor intentó disuadirla porque había engordado, y ella le contó que no importaba, que se aplicaría dos lavativas, que era un truco adelgazante que le funcionaba. Cuando su marido DiMaggio la vio, descubrió que no llevaba sujetador, combinación ni ropa interior. Ella le dijo que al menos llevaba Chanel nº 5. Eso no impidió que se marchara hecho una furia. A Marilyn nadie le disputó el interés del público en el Crystal Room, a pesar de que también estaban Joan Crawford y Lana Turner. Era la fuerza del mito y de su perfume.
