Copiado del blog de "El Rincón de la Psicología"
En la novela “Fight Club” Chuck Palahniuk afirmaba a través de su personaje principal: “Esta es tu vida y se acaba a cada minuto”. Se trata de una verdad tan grande como el monte Everest pero lo cierto es que nos negamos a aceptarla. Nos negamos a tomar conciencia de que morimos con cada día que pasa.
Dicho de esta manera puede sonar bastante dramático o incluso deprimente pero en realidad es todo lo contrario. Ser conscientes de que morimos cada día nos debe infundir nuevas fuerzas para disfrutar más de la vida y para apropiarnos de nuestro tiempo que, al fin y al cabo, es la posesión más valiosa que tenemos.
Una carta del pasado que nos enseña el valor del presente
Durante los tres últimos años de su vida el filósofo romano Séneca escribió las célebres Cartas a Lucilio, un total de 124 misivas en las que abordaba diferentes cuestiones relacionadas con la vida, en una de ellas aborda de manera exquisita la importancia del tiempo:
“Reivindícate a ti mismo y también al tiempo del que hasta ahora fuiste despojado, desposeído o que te fuera escamoteado: reconquístalo y presérvalo. El tiempo nos es a veces arrebatado con violencia, otras usurpado, a veces simplemente se desvanece. Ignominiosa es sin embargo tal dilución cuando acontece por pura negligencia.
Gran parte de nuestra existencia transcurre o bien mediocremente vivida, o directamente no vivida, o de tal manera vivida que ni siquiera merece llamarse vida.
¿Quién puedes mencionar, capaz de poner un precio al tiempo, de evaluar el día, quién que comprenda que con cada día en parte muere?
En esto justamente nos equivocamos burdamente: en la percepción de la muerte como un acontecimiento sólo del futuro. Gran parte de ella se encuentra ya tras de nosotros: cualquiera de nuestras épocas pasadas, es la muerte quien ya las posee.
Amalgámate con cada una de tus horas, depende menos del mañana para tomar en tus manos el presente. Mientras la diferimos, la vida pasa.
Todo lo demás nos es ajeno: sólo el tiempo, objeto tan fugaz como esquivo, es nuestro. Es la única posesión con la que la naturaleza nos invistió. ¡Y sin embargo toleramos a quienquiera desposeernos del mismo!”
¿Cómo reconquistar el tiempo?
La mayoría de las personas piensa que mañana tendrá tiempo. Y así pasan toda su vida postergando decisiones y alegrías, pensando que mañana será mejor. Sin embargo, ¿sabías que vivimos una media de 30.000 días? Dicho así, no parece que tengamos tanto tiempo. Por tanto, es mejor no desaprovechar ni siquiera una jornada.
1. Concéntrate en lo esencial. Vivimos en un mundo de posibilidades infinitas pero muchas de ellas son tan solo una distracción que nos roban nuestro tiempo. No se trata de dejar de soñar pero sí de adoptar una actitud más realista, de concentrarse en las cosas realmente esenciales que nos pueden dar satisfacción y que llenan cada momento de significado. Detente y piensa en tu jornada de ayer, rememora tres actividades que hiciste y que pueden tener un impacto positivo en tu vida dentro de los próximos 5 años o que te hayan hecho feliz. Si no encuentras ninguna, es hora de que reorganices tu agenda cotidiana porque cada día que no cuente, es un día perdido.
2. Aprende a decir no. No dejes que los demás abusen de tu tiempo, distribúyelo con inteligencia y si es necesario, di “no”. Niégate todas las veces que sea oportuno si ello significa que podrás dedicar más tiempo a las cosas que verdaderamente te apasionan y te hacen feliz. Recuerda que hay muchos vampiros emocionales que no valoran tu esfuerzo pero están dispuestos a robar no solo tu energía sino también tu tiempo. Tener una autoestima sana y tomar las riendas de la vida también implica poner límites, saber priorizar y decir “no” a los demás o a las tentaciones. Recuerda que si quieres tiempo para ti mismo, tendrás que estar decidido a crearlo.
3. Desconéctate. Viajar no es hacer vídeos y tomar fotos para después subirlas a las redes sociales, viajar es imbuirse en la cultura, hablar con la gente y disfrutar de los aromas y sabores que encierra el destino. Si quieres retomar tu tiempo, es imprescindible que te desconectes porque estar pendiente de la última noticia, utilizar constantemente WhatsApp o actualizar el perfil en las redes sociales no es vivir, es desgastarse inútilmente, es dejar que el tiempo pase, sin hacer nada con el tiempo. En su lugar, medita, lee, descubre un sitio nuevo, habla con alguien, pasa tiempo contigo mismo… ¡Vive!
4. Haz cada día algo que te apasione. "No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy", así reza un antiguo refrán que muchas veces olvidamos. Quizás ahora mismo estás involucrado en un gran proyecto que te roba mucho tiempo pero debes cerciorarte de guardar al menos 1 hora para dedicarla a tu pasión. De esta forma no solo te relajarás sino que te sentirás mucho mejor al acabar el día. Recuerda que los grandes éxitos no se han construido de un día para otro, tienen tras de sí una historia marcada por el sacrificio y el esfuerzo cotidiano. Empieza hoy mismo un proyecto personal que te ilusione, si le dedicas tan solo una hora al día, poco a poco irá creciendo y en un futuro no muy lejano podrás saborear sus frutos.
5. Sigue la regla de las 3D. El principal problema de retomar el control de nuestro tiempo radica en que todos los días nos enfrentamos a decenas de tareas que nos dejan sin energía y consumen hasta el último minuto de la jornada. Para lidiar con este problema David Allen nos propone la regla de las 3D: Delete (elimina), Delegate (delega), Do (haz). Analiza cada una de las tareas que tienes por delante, elimina aquellas que son innecesarias, delega aquellas que no debes hacer tú (no caigas en la trampa de creer que eres Superman) y, por último, no dilates aquellas que debes hacer, pon manos a la obra sin excusas ni pretextos. Recuerda que la procrastinación es uno de los principales devoradores de tiempo.
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