EL EXJUGADOR SUFRIÓ UN INFARTO EL SÁBADO
Las alarmas se disparaban este fin de semana. La salud de Alfredo di Stéfano, presidente de honor del Real Madrid y mítico exjugador del mismo equipo, le jugaba una mala pasada al sufrir una parada cardiorespiratoria que lo mantiene en la UCI del hospital Gregorio Marañón de Madrid desde el pasado sábado y que hace que muchos teman por su vida. Según ha declarado su círculo más íntimo a Vanitatis, en estos momentos la prioridad es que “él no sufra”. Entre las ausencias más notables de todos aquellos que han acudido a visitar este fin de semana a la ‘saeta rubia’ al hospital, (Florentino Pérez ha sido uno de ellos), está la de Gina González, la novia cincuenta años menor que di Stéfano que despertó el recelo de sus propios hijos, que solicitaron su incapacidad para proteger su patrimonio. Los tribunales les dieron la razón.
El círculo más íntimo de Di Stéfano asegura que esperaban el “desinterés” de Gina si llegaba a empeorar el frágil estado de salud del exjugador blanco. “Está ocurriendo lo que siempre imaginamos. Cuando ya no tiene nada que hacer ni puede cumplir sus objetivos, ha desaparecido”, afirman. El pasado mes de octubre, se daba a conocer que la custodia del presidente de honor del Madrid pasaba a sus hijos, al igual que sus bienes, algo que habían solicitado el 24 de abril de 2013 ante las sospechas que despertaba el inesperado romance entre la ‘Saeta Rubia’ y la joven.
El entorno del Real Madrid fue el primero en conocer los singulares planes de boda de Di Stéfano con Gina González, de 35 años, conocida por su familia al ser su secretaria personal y representante desde hacía varios años. Tras la incapacitación de Di Stéfano, sus hijos se han preocupado por su salud al detalle, ya que se han turnado para estar cada quince días con él a pesar de que ni siquiera viven en Madrid (Elena vive en Barcerlona y Alfredo Junior en Valencia, por ejemplo). De Gina, según sus allegados “no se ha sabido nada desde hace seis meses, cuando apareció en un restaurante para llevarse a Alfredo y los amigos que compartían mesa con él se lo impidieron”.
Una situación delicada
Con Raúl González, en una cena de 2007
La salud de Di Stéfano es delicada desde que el sábado sufriese un infarto cerca del estadio Santiago Bernabéu, en el número 9 de la calle Juan Ramón Jiménez, a la salida del restaurante donde estaba celebrando su 89 cumpleaños. Inmediatamente después, fue atendido por personal del SAMUR, que tuvo que practicarle maniobras de reanimación cardiopulmonar tras 18 minutos de parada cardíaca. Durante todo el sábado, y según cuentan sus allegados, las expectativas sobre su salud eran “malas”. Sin embargo, parece que durante el domingo su estado fue remontando dentro de la gravedad y esperan bajarle la sedación.
Aunque en estos momentos la prioridad es la salud del exfutbolista hispano-argentino, que ya sufrió un infarto en diciembre de 2005 en Valencia, su círculo de amistades se despreocupa de lo que pueda ocurrir con la que fuese novia de la ‘Saeta Rubia’. “Desde que el juez lo incapacitase, cualquier firma suya puede quedar invalidada. Ella no puede hacer nada ante esta situación”; aseguran.
Con un largo historial de problemas cardiológicos a sus espaldas, el que sigue siendo uno de los mejores futbolistas de la historia se enfrenta ahora, a sus 89 años, al partido más difícil de su vida, uno en el que no estará presente la joven que estuvo a punto de llevarlo al altar.
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