esultó no ser un vestido, sino un conjunto de tres piezas firmado por Carolina Herrera. Y no tres piezas cualquiera: Olivia llevó un top de manga larga de cashmere, unos pantalones cortos y, por encima, una sobrefalda de tul bordado. Y, para saltarse un poco más las reglas, los zapatos, firmados por su adorado Manolo Blahnik, eran de un intenso azul cobalto. En cuanto a los accesorios, limitados: unos sencillos pendientes de Alexandra Mor y una pulsera que compró en Jodhpur, durante un viaje a la India. También se saltó el protocolo el novio, Johannes Huebl (su pareja desde hace seis años) con un traje de chaqueta en blanco tan inmaculado como un vestido de novia (deMarc Anthony Hamburg) y una corbata azul de Charvet. ¿El detalle? Un pañuelo, también azul, de Etro en el bolsillo. Así que la coordinación entre los dos no podía ser más perfecta.
Todo el mundo esperaba el acontecimiento, pero no por eso ha dejado de ser una auténtica sorpresa. Olivia Palermo y su novio Johannes Huebl se casaron en Bedford, Nueva York, en una ceremonia civil íntima a la que solo asistieron su familia y dos amigos. Así que uno de los grandes momentos fashion del año ya ha sido desvelado. Y, como siempre, Olivia nos ha sorprendido a todos. La novia apostó por la sencillez también en cuestión de maquillaje, con un estilo muy natural que le daba un aire especialmente sofisticado, gracias a un toque ligeramente ahumado en la mirada. En cuanto al pelo, una coleta con raya en el centro y un toque despeinado completaban ellook suave y romántico del día. "Quería que el maquillaje fuera ligero y fresco y que se centrara en las pestañas, dejando los ojos limpios. En cuanto a mi pelo, quería una cola de caballo, uno de mis looks personales favoritos", asegura la it girl en su blog.
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