HAN ESTADO NAVEGANDO TODOS JUNTOS
Borja y Blanca buscan casa en Sant Feliu de Guixols tras hacer las paces con la baronesa
Por fin la paz ha llegado a casa de los Thyssen. Tras siete años de muchos enfrentamientos en privado y el aireamiento de trapos sucios de la familia en las revistas y platós de televisión, Tita Cervera está contenta. “Soy feliz. Me he reconciliado con Borja y Blanca. El reencuentro fue muy emocionante, maravilloso e inolvidable. El primer paso lo dimos los dos y Blanca lo apoyó. Y todos los problemas judiciales que hemos tenido ya están todos solucionados. Seguro que ya no habrá más problemas entre nosotros”, confesaba sonriente Tita nada más salir del ‘Espai Carmen Thyssen’ de Sant Feliu de Guíxols –localidad de la Costa Brava donde tiene su base de operaciones– donde este sábado por la noche se celebrará una cena de gala para inaugurar la exposición “El ideal en el paisaje. De Meifrèn a Matisse y Gontxarova”. Se espera la asistencia de su hijo.
La baronesa Thyssen en la playa de Saint Tropez (Gtres)
Sin duda alguna, el cuarto embarazo de Blanca Cuesta va a ser especial. Tita está ahora a su lado cuidándola,“está muy guapa embarazada” y añadió que “en breve vamos a celebrar el cumpleaños de Borja todos juntos en Ibiza”.
La reconciliación ha sido tal que hasta Borja y Blanca ya están buscando casa en Sant Feliu. Hasta ahora, cada vez que Borja y su familia acudían a la localidad de la Costa Brava se quedaban a dormir en un hotel. Sin embargo, una fuente de toda solvencia, amigo de la familia, ha confirmado a Vanitatis que el joven ya se ha puesto a buscar una casa de lujo por la zona para estar cerca de su madre. “Tita tiene varias propiedades, de hecho, la de Sant Pol la ha convertido en un hotelito, pero supongo yo que Borja quiere independencia y empezar de cero. De ahí que quiera hacer una inversión”, aseguró esta persona. Parece que realmente ha quedado atrás el culebrón de los Thyssen, que poco tenía que envidiar al de los Carrington en Dinastía y los Channing de Falcon Crest.
De hecho, este jueves se hicieron las primeras fotografías que reflejan claramente la buena relación del clan. Tita, Borja, Blanca –embarazada de seis meses– sus tres hijos y Manolo Segura –padre biológico de Borja–salieron a navegar en el impresionante motovelero Mata Múa, de 38,5 m de eslora. Por cierto, una embarcación que puede estar a disposición de un particular si paga alrededor de 16.000 euros diarios. Faltaban las gemelas de la baronesa, Guadalupe Sabina y María del Carmen, que estaban en Madrid y que próximamente irán a Málaga.
Mas Mañanas, casa de Tita Cervera en Sant Feliu de Guixols (Gtres)
En la cubierta del barco todo era paz y armonía, uno de los pequeños estaba en las rodillas de Manolo; Borja y Blanca se besaban, Tita era cómplice de sus miradas, de tanto en tanto ella les besaba… Todo esto y más se podrá ver gráficamente el próximo miércoles en las revistas del corazón. Será, sin duda, la gran exclusiva del verano.
Nueva exposición
La presentación a la prensa de esta nueva colección fue muy rápida. La baronesa Thyssen tenía prisa por llegar a su casa, en la exclusiva urbanización de Punta Brava, “porque mi hijo me está esperando. Hoy también vamos a salir a navegar”. El barco está atracado en el puerto de Palamós y, desde allí, recorren varias calas cristalinas de la Costa Brava, donde todos pueden dar rienda suelta a sus caprichos sin ser molestados.
Blanca Cuesta junto a una de sus obras en Madrid (Gtres)
Lo que transmitía Tita no se puede describir con palabras. Hacía mucho tiempo que su sonrisa no era tan bonita y brillante. Desde que Borja Thyssen y Blanca Cuesta se casaran en el 2007, la relación del heredero con su madre, Tita Cervera, empezó a resquebrajarse porque la joven no era de su agrado y porque su hijo le reclamaba un adelanto de 1,2 millones de euros de la fortuna del barón Thyssen. Las cosas se fueron torciendo hasta el punto de que Carmen no ha disfrutado del crecimiento de sus nietos.
La anécdota del día la protagonizó Juana Biarnés, la primera fotoperiodista de España que supo abrirse camino en un mundo dominado por hombres. Biarnés le ha regalado una foto de Tita Cervera con Lex Barker que la baronesa no tenía. “Es una de las exclusivas que hice en Madrid, les pillé por sorpresa en el restaurante donde estaban comiendo y al momento, Carmen me dijo: ‘Me acaba de pedir en matrimonio”. Tita se llevó a casa un bonito recuerdo de su primer marido, junto al que diseñó su casa de la Costa Brava, Mas Mañanas, en un terreno que previamente le había regalado su padre. El actor –el Tarzán más famoso del cine tras Johnny Weissmuller– era tan alto, 193 cm de estatura, que tuvieron que hacerle una bañera a medida. “A Lex le encantaba mucho estar aquí. Él mismo iba al mercado a comprar el pescado y la dueña de la pescadería, una señora muy mayor, le adoraba y siempre le decía: ‘Aquí tengo el mejor pescado para usted”. Lex era un hombre sencillo y encantador que se hizo querer por la gente de Sant Feliu.
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