La curiosa sentencia se dio en la ciudad de Rosario, ubicada a 300 kilómetros de Buenos Aires, y selló una pelea por la tenencia que sostenían los padres de dos menores, de 12 y 6 años de edad.
Después de varias audiencias en las que fue evidente el desacuerdo de la ex pareja, el juez de familia Ricardo Dutto los obligó a acudir una vez a la semana, durante un mes, sólo para leer.
Además del clásico El Principito, del escritor francés Antoine de Saint-Exupéry, los padres deberán, por una hora, repasar la Convención sobre los Derechos del Niño y el libro Ética para Amador, de Fernando Savater.
“Es para que reconozcan a sus hijos como personas”, aseguró el magistrado. En la sentencia, Dutto ordenó además a los padres buscar “asistencia terapéutica”.
El matrimonio no puede evadir la resolución, ya que estas lecturas serán supervisadas por una trabajadora social, en una causa que sienta una original jurisprudencia en este tipo de conflictos familiares.
Dutto explicó en su fallo que buscaba que "el papá y la mamá de los menores puedan lograr la mayor comprensión del significado y reconocimiento de sus hijos menores como personas y como exigencia mínima de entendimiento de la crianza, educación y orientación".
Interés e idoneidad y sentencia
Dando cuenta de la responsabilidad de los padres en reiterados incidentes durante la causa, al juez le resulta evidente “el obstáculo materno al no asistir junto con su hijo a los encuentros programados y así impedir al padre tomar contacto con su hijo, además de obstruir el contacto entre los hermanos por fuera del ámbito escolar, priorizando su conducta conflictiva frente al mejor interés de los niños, frustrando la tutela judicial efectiva”.
Declarando la finalidad de reforzar el mejor interés de los chicos, contemplado en la Convención sobre los Derechos del Niño, y entendiendo a su bienestar con “la más amplia acepción del vocablo” y en atención a que ese interés se define por las necesidades que les son propias “en cada momento de la historia y de la vida”, Dutto considera razonable exigir la concurrencia materna junto con el niño cuyo cuidado detenta a los encuentros programados en la Sala de Trabajo Social “bajo apercibimiento de ser conducida por la fuerza pública”.
De la misma manera, y “para la mayor comprensión del significado y reconocimiento de sus hijos menores como personas, la aceptación de sus necesidades y la defensa de los derechos de quien no puede ejercerlos por sí mismos, como forma de exigencia mínima de entendimiento de la crianza, educación y orientación de aquellos”, dispone que, finalizados los encuentros, “los progenitores deberán permanecer, por espacio de una hora, en la lectura de la Convención de los Derechos del Niño (art. 1 al 31), “Ética para Amador” de Fernando Savater y “El Principito” de Antonie de Saint Exupéry, ejemplares que estarán a su disposición en la Sala de Trabajo Social”.
Por último, la resolución determinó que es "una obligación concurrir (a las sesiones de lectura) bajo apercibimiento de ser conducida por la fuerza pública".
Ante el novedoso fallo, la abogada especialista en familia Alcira Yanieri, resaltó en diálogo con DyN que de esa forma "el juez Dutto busca una solución integral para una familia en crisis".
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