Cuando hablamos de felicidad solemos hablar de que para conseguirla hay que hacer tal o cual cosa: pasear, relativizar los problemas,
meditar, tener nuestros ratos de ocio,… Y conseguir la
felicidad, como todo en esta vida, requiere de un esfuerzo. Pero siempre hay un espacio para la magia y
podemos ser razonablemente felices sin hacer nada (o casi nada) especial. Seguramente existen 1.001 motivos para ser feliz. Yo te propongo una lista menor que te animo a ampliar:
- Oir tu nombre
- Oler el pan recién hecho
- Escuchar un Buenos días
- Sentir el aire fresco de la mañana
- Una sonrisa
- La música que suena en la oficina
- El olor a limpio en la ropa
- Resolver un problema
- Ver que un problema desaparece solo
- El aire fresco de la mañana
- El sonido del agua
- El canto de los pájaros
- Una ducha relajante
- Una cerveza fría
- La llamada de un amigo
- El calor de la estufa
- La aprobación de otra persona
- Caminar despacio de vuelta a casa
- Una meta alcanzada
- Tomar un café… o un té
- Saborear el postre
- Recordar buenos momentos del pasado
- Soñar con buenos momentos en el futuro
- Disfrutar con los buenos momento actuales
- El beso de tus seres queridos
- Practicar tu afición
- Emprender algo nuevo
- Ver el amanecer
- O el atardecer
- Alegrarte por los demás
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