LO CELEBRÓ CON SU HERMANA, SU MADRE Y LA INFANTA
Urdangarin pasa de los 1.400 euros en sushi en su 40 cumpleaños a los 90 euros el cubierto ayer en Ginebra
El 46 cumpleaños del duque imputado ha sido de perfil muy bajo. Iñaki Urdangarin tan solo ha contado con la compañía de su madre, Claire Liebert, y de su hermana Ana, que vive en Barcelona, y con la que siempre ha mantenido una relación muy estrecha, ya que Iñaki vivió en su casa durante parte de su juventud, por lo que no dudó en desplazarse hasta Suiza este miércoles, 15 de enero.
Con ellas se fue a comer a uno de los restaurantes del centro de Ginebra, en el que el cubierto no baja de los 90 euros por persona, tal y como confirman a Vanitatis desde la capital suiza. Los reporteros que hacen guardia en la puerta del domicilio familiar no pudieron seguirles porque los escoltas se interpusieron en su camino impidiendo el paso. La furgoneta que les llevaba desapareció con rumbo aparentemente desconocido. Más tarde se supo que los Urdangarin almorzaron juntos. La infanta se unió al grupo más tarde, y fue directamente desde la oficina que comparten la empresa de Aga Khan, amigo del Rey, y La Caixa, donde la hija desarrolla su horario laboral desde que se “expatrió”, que así es como denominan en Zarzuela de forma oficial el cambio de residencia de los duques de Palma.
En la casa la rutina siguió el mismo ritmo de siempre y, una vez que los cuatro hijos salieron del colegio, cada uno cumplió con sus tareas extraescolares. Fueron a clase de tenis y de nuevo a casa para celebrar la cena de aniversario de Papá con tarta incluida. Una de las anécdotas del día tuvo que ver con los escasos ramos de flores que llegaron al domicilio de Ginebra, a diferencia de los muchos centros que recibía Urdangarin cuando cumplía años en su época dorada.
Malos tiempos
Ni en sus peores sueños Iñaki Urdangarin imaginó que celebraría su 46 cumpleaños coincidiendo con la imputación de su mujer por parte del juez Castro y además viviendo en Ginebra, el exilio dorado que buscó la Casa Real para alejar a la familia de Barcelona, donde ya no eran bien acogidos. De hecho, el duque de Palma era increpado en muchas ocasiones por ciudadanos indignados que no aceptaban el aparente “no pasa nada” que ha rodeado la vida del yerno del Rey desde que se destapó el ‘escándalo Nóos’.
Muy lejos queda también aquel cumpleaños sorpresa organizado por la Infanta en el palacete de Pedralbes para celebrar los 40 de su marido, al que acudieron un centenar de personas, entre los que figuraban los Príncipes de Asturias. Parece que esa noche Urdangarin pidió ayuda al Príncipe para pagar la hipoteca y este le contestó: “No haberte comprado una casa tan grande”. Al menos eso es lo que se narra en el libro Urdangarin, un conseguidor en la corte de Juan Carlos I. Solo el sushi de aquella fiesta, que se pagó a través de Aizoon, superó los 1.400 euros, según el informe remitido al juez Castro.
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