El pasado mes de abril salían a subasta 3.500 lotes de objetos pertenecientes al Hotel Crillon deParís, "el hotel que vende sueños". Un hotel que esconde tras sus puertas mucha, muchahistoria... Hasta hace pocos años era uno de los pocos hoteles de cinco estrellas de París que aún estaba en manos de propietarios franceses, pero en el 2010 fue vendido a un miembro de la familia Real de Arabia Saudita. Ahora sus puertas están cerradas, y no se abrirán hasta el 2015 cuando finalice la renovación que se está realizando para conseguir la clasificación de "Palacio" para el hotel, y que solo poseen otros 12 hoteles de cinco estrellas en toda Francia.
"Dos meses tardaron en hacer el inventario de los 144 cuartos del hotel, dos meses para organizar en lotes que oscilan entre los 200 y 12000 euros, más de 250 años de historia".
No dudo que la reforma será lujosa, con todo el glamour y calidad que un hotel de su categoría precisa, pero habrá perdido su alma, la historia que escondía en cada uno de sus rincones. Hoy vamos a recordar algunos de estos retazos y momentos dignos de rememorar.
"Valiente Crillon, ya puedes ahorcarte, sin tí nos hemos batido en Arques, y no estabas entre nosotros"...
Ésta es la famosa frase que Enrique IV dedicó a aquel mal soldado que se negó a acompañarle a la batalla, y que comparte nombre con este hotel. Fue construido en 1758, a petición de Luis XVI, y contó con el arquitecto Louis François Trouard. Iba a ser un edificio gubernamental, pero pronto se convirtió en un lujoso hotel muy frecuentado por la reina, María Antonieta, para recibir sus clases de piano. En 1788 fue adquirido por el Conde Crillon que lo dirigió hasta 1907, más tarde la Revolución Francesa lo haría célebre al colocar la guillotina prácticamente en sus peldaños de entrada. Y en 1908 pasó a ser propiedad de la familia Traittinger que lo abrió como hotel de lujo.
Está situado en el nº 10 de la plaza más importante de París, y la segunda en tamaño de toda Francia, la Plaza de la Concordia. Justo en frente del Crillon, está el Obelisco de Luxor, y desde sus terrazas puede verse majestuosa la Torre Eifel.
Es un hotel emblemático que ha acogido la alta costura de Valentino, Dior, Versace, Cartier o Saint Laurent, entre otros, la sede del Club Francés del Automovilista, cuna de la alta cocina como la deJean-François Piege, o del "Bas des Debutans" en el que una veintena de debutantes y sus acompañantes de lo más granado de la sociedad francesa copan el salón de baile del Crillon.
Un hotel que ha alojado a políticos como Bill Clinton, estrellas como Michael Jackson, Jennifer Lópezo Madonna, compositores como Leonard Bernstein, actrices como Elizabeth Taylor, y hasta personajes tan dispares como el Dalai Lama o Jacky Onassis.
También grandes literatos escribieron su pesada huella en el hotel, como Arthur Connan Doyle,Hemingway, o el poeta ruso Esenin que pasó su luna de miel en el Crillon con su adorada Isadora Duncan. La bailarina americana que revolucionó el ballet apareciendo descalza, y con una túnica en el escenario. Esenin acabó ingresado por Isadora en un hospital con delírium trémens. Y ella, unió de forma trágica su existencia a esta bella ciudad, primero perdiendo a sus dos hijos ahogados en un accidente de coche en el Sena. Y más tarde abandonándonos de la forma más inocente, un simple paseo en coche y la fatalidad, hicieron que su largo echarpe de seda que siempre llevaba dando dos vueltas a su cuello, se enganchase en la rueda trasera del coche facturando su cuello. La diosa del ritmo moderno fallecía así un 14 de septiembre de 1927.Otro matrimonio célebre que pasó su luna de miel en el Crillon, fueron la actriz Mary Pickford y su marido Jack Pickford. Ella la indiscutible estrella del cine mudo, y la primera actriz en tener fans a lo largo de todo el mundo. Cuentan que en la habitación contigua a la pareja se hospedaba el generalPershing, y cuando la gente se congregó frente al hotel para ver a la pareja, éstos pensaron que la multitud había venido a ver al general y no salieron. Pershing pensó que venía a ver a la joven pareja y nadie se asomó al balcón ese día.
Más trágico fue el destino de la cuñada de la misma Pickford, Olive Thomas, que se suicidó en el hotel, ocupando los tabloides de medio mundo durante días.
Y podíamos seguir porque la vida del Crillon ha dado para mucho, como la historia de la nieta deAlexander Fleming, que dicen vivió en el Crillon hasta el fin de sus días y que no consentía en abandonar su habitación. O la firma del reconocimiento de la independencia de los Estados Unidos, por parte de Francia con Benjamin Franklin. El emperador Hiro Hito, Harrison Ford que tenia predilección por las habitaciones decoradas en rojo, azul y blanco, o el mismo Michael Jackson que pidió una tarima de madera para poder bailar.
Un hotel que hasta ahora se había resistido a la alta tecnología, convirtiéndose casi en un museo, de hecho el Museo Metropolitano de Nueva York ha expuesto una habitación del Crillon durante muchos años. Tradición, lujo e historia concentrados en sus 144 cuartos y sus salones, jardines y restaurantes. Decía Víctor Hugo "que basta respirar para conservar el alma", pero en este caso, el alma se ha empaquetado en 3500 lotes que han ido a parar a sus felices, y nuevos propietarios de estos pedacitos de historia. Ocurre un poco como con el llamado "Síndrome de París" por el que docenas de japoneses son repatriados cada año a Japón. Turistas que llegan a París con una imagen romántica, idílica y totalmente irreal de la ciudad, y al descubrir una ciudad moderna, bulliciosa, con barrios marginales, ruido, estrés y con los problemas reales de cualquier ciudad, sufren una desilusión aguda y un shock.
"París es una ciudad notable, que tiene que soportar las etiquetas románticas que le imponen toda clase de personas" Evelyn Waugh
Fue el psiquiatra japonés Hioraki Ota el que diagnosticó en 1986 este síndrome que puede provocar alucinaciones, percepción de hostilidad por parte de los demás, ansiedad, taquicardia, vértigo, etc.
Realidad y sueños que no siempre van unidos, pero al menos nos queda el consuelo de que, el nuevo dueño del hotel Crillón ha indultado, como si de un ninot se tratase algunas piezas. Las increíbles lamparas que iluminan Les Amdassadeurs, el elefante de cristal de Baccarat del Salón de té, las fuentes de mármol del castillo de Versalles que adornan el jardín de invierno, y el salón de Maria Antonieta que no se tocará. Aquel dónde la joven reina recibía clases de piano, y contemplaba desde sus grandes ventanales, la bella Plaza de La Concordia, que años más tarde seria testigo de su ejecución junto al rey Luis XVI, ironías que tiene la vida.
"Si no tienen pan, que coman pasteles" María Antonieta
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