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ESCUCHA TU CUERPO

Escuchando al cuerpo


“Se contrae una neurosis por haber desconocido las leyes fundamentales del cuerpo viviente y por haberse alejado de él; el cuerpo entonces se rebela y aparece como un monstruo ante la conciencia que intenta instituir, suprimir o desplazar según su capricho, partes importantes del funcionamiento basal de la naturaleza del organismo humano” Carl G. Jung
 
Se reconoce que uno de los obstáculos de la humanidad para vivir en armonía es la falta de comunicación entre las personas. El ritmo con el que suele vivirse en las grandes ciudades comienza a desplazarse a pequeños poblados obstaculizando la comunicación fluida y directa tradicional. La innovación tecnológica ha establecido nuevas normas y formas de relacionarnos. Prevalece la comunicación virtual sobre la conversación cara a cara.

Para comunicarnos con eficacia necesitamos aprender a escuchar. El Diccionario de la Real Academia, nos da el siguiente significado del verbo escuchar. Del lat. vulg. ascultare, lat. auscultare.

1. Prestar atención a lo que se oye.
2. Dar oídos, atender a un aviso, consejo o sugerencia.
3. Aplicar el oído para oír algo.
4. En la ciencia médica, auscultación: Es el método de escuchar los ruidos del cuerpo durante un examen físico.

Sin embargo, comenzando el siglo XXI las personas han perdido el contacto con ellas mismas (probablemente porque aún no se ha inventado el medio tecnológico para hablar contigo mismo). Las preocupaciones de la vida diaria, el desempeño laboral, el cumplir con el rol de padres, profesionales, hijos, desplaza nuestra atención a lo que pasa fuera de nosotros. Hay una gran cantidad de libros y revistas sobre el cuidado corporal, pero sigue sin escucharse al cuerpo hasta que aparece una enfermedad.  
Los profesionales o las personas que asumen muchas responsabilidades ignoran habitualmente las señales que les manda su cuerpo cuando está incubando una enfermedad. No prestan atención a los síntomas que experimenta el cuerpo. En otras ocasiones, la persona acude a distintos médicos en busca de una cura inmediata sin resultados. De un especialista a otro sin causa física conocida para su malestarHasta que un médico lo deriva al psicólogo.
Muchas personas se sorprenden ante tal derivación. La etapa en la cual, la medicina desconocía el componente psicológico en la manifestación de síntomas va poco a poco quedando atrás.

EL CUERPO GRITA, LO QUE LA MENTE CALLA


La mente se comunica a través de imágenes y palabras. Solemos recordar sucesos como pequeñas películas que despiertan emociones que han sido reprimidas. La persona que rechaza lo que siente utiliza la racionalización para disminuir la intensidad de sus sentimientos.

El cuerpo se expresa a través del dolor, o de síntomas sin la presencia de causas físicasAlgunas personas que levantan una barrera que impide expresar los sentimientos, y pensamientos somatizan lo que callan. Por ejemplo, los trastornos gástricos están relacionados con la rabia, así como los brotes de acné suelen desarrollarlo quienes carecen de habilidades para relacionarse con otros. Así, lo que va mal en el cuerpo se traslada a la mente y lo que va mal en la mente a menudo se traslada también al cuerpo, sea de manera directa o indirecta.

La enfermedad o el dolor corporal es una llamada de atención que dirige el cuerpo a las necesidades no satisfechas. Sugieren cuanto menos realizar una pausa y evaluarlas. Por otro lado, quien se inhibe de expresar sus emociones, no realiza contacto con su cuerpo. Se insensibiliza. Lo oculto trata de ver luz. La sintomatología forma parte de la sombra.

La sombra es aquella parte que permanece oculta de nuestra conciencia. Los síntomas nos llevan a reconocer esa parte que no queremos ver. El desequilibrio en el cual nos encontramos se manifestará una y otra vez, hasta que prestemos atención. La farmacología busca disminuir o callar al síntoma. Evadir su significado provocará que se presente otra anomalía. Una enfermedad o dolor nos obliga a reconocer aquello que nos falta. Integrar y asimilar el significado del síntoma nos permite armonizar nuestra  vida. Admitir lo que nos falta es parte del proceso de la individuación. Es importante reconocer el momento que vivimos cuando el cuerpo habla.

Para escuchar el mensaje del síntoma hay que plantearse dos interrogantes: ¿Cuál es su origen? y ¿Cuál es su propósito? Porque nada se presenta por casualidad. Todo  ocurre por un motivo. Analizar ¿Qué vida llevamos cuando se presenta el síntoma por primera vez? Permite que hagamos un corte en nuestra línea vital. ¿Dónde nos encontramos en nuestro proceso de individuación? Nos lleva a identificar la dirección por la cual nos lleva.

Frida Khalo, la famosa artista mexicana, creo las obras más importantes de su carrera cuando el síntoma de su enfermedad se manifestó con mayor intensidad. Su maternidad frustrada, la invalidez, y su relación con Diego Rivero fueron algunos de sus hitos. En medio del caos, brillo su creatividad. La sombra vio luz.

El fin de la enfermedad es que subsanemos aquello que nos falta e impide nuestro libre desarrollo. Aprovecha la oportunidad de contactar con tu sombra en esos momentos de dolor, o cuando otro síntoma se manifieste. Es una oportunidad de conocerte y aprender. Escúchalo, no te cierres en un caparazón como la tortuga. 

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