En la liturgia cristiana marido y mujer se prometen fidelidad mutua y unión hasta la muerte, pero, si son pocas las parejas que consiguen mantener intacto el juramento, aún son menos las que logran permanecer juntos, con salud y felicidad, durante siete décadas. Los estadounidenses Robert Nora Viands celebraron en junio 71 años de matrimonio. La muerte rompió su enlace, pero sólo durante dieciséis horas: las que separaron el deceso de uno y otro.
A principios de año Robert y Nora se mudaron juntos a una residencia de mayores, en la que compartían habitación, debido al deterioro de su salud. “Nunca estuvieron separados”, ha explicado uno de sus cinco hijas, Barbara Milton, al periódico Journal Star. “Estaban de la mano hasta en el comedor”. El miércoles a las 00:45 de la madrugada murió Robert, que tenía 92 años y sufría la enfermedad de Parkinson. Su mujer, Nora, de 88 años, murió a las 16:45 de la tarde, en la misma habitación, debido a una neumonía.
Durante sus 71 años de casados los Viands fueron inseparablesBarbara cree que sus padres han dejado el mundo igual que dejaban las fiestas en vida.Siempre que visitaba a alguien, cuenta su hija, su padre le decía a su madre que se tenían que ir, y le esperaba en el coche hasta que ésta se despedía de todos los amigos. “Después de la muerte de nuestra madre bromeamos con la idea de que nuestro padre estaba tirando de ella diciendo ‘vamos, Nora, y ésta le decía, ‘no, tengo que despedirme de los niños”, ha explicado Milton.
En opinión de otro de sus hijos, Rober Viands Jr., ha sido una bendición que su madre expirara a la vez que su padre: “Se le habría roto el corazón al vivir sin su amor”.
Tres bodas y dieciocho nietos
Robert y Nora, ambos originarios del pueblo de Ashland, en Ilinois, se conocieron en 1942, en el transcurso de una cita a ciegas. En un principio Nora no se sintió atraída por Robert, pero éste insistió y, tras una segunda cita, surgió el amor. A los pocos meses de noviazgo, Robert fue llamado a filas para combatir en la II Guerra Mundial y decidieron casarse antes de que tuviera que partir a la guerra. Su plan matrimonial presentaba un problema: Nora tenía 17 años y en Illinois era ilegal casarse hasta los 18. La pareja huyó a Missouri para poder casarse.
Al regresar a su pueblo las familias de ambos les reprendieron por haberse fugado y les obligaron a casarse de nuevo en su presencia, y por duplicado.La familia de Nora era católica y la de Robert metodista, así que se celebraron otros dos matrimonios en sendos ritos.
Durante sus 71 años de casados, los Viands tuvieron cinco hijos: Bob, Bill, Beverly, Barbara y Betty, todos con nombres que empiezan por B. Aunque sus hijos y sus 18 nietos lamentan la pérdida, están convencidos de que Robert y Nora han dejado la vida como la han vivido: juntos. “Todos nuestros hijos piensan lo mismo. Han muerto de la única manera en que les habría gustado”, ha asegurado Barbara.