¿Por qué nos fijamos en lo negativo?
Posiblemente hayas caído en la cuenta de que los sucesos negativos quedan grabados con mayor intensidad y suelen aparecer con bastante facilidad si nos descuidamos. ¿Sino por qué crees que existe tanta información relacionada con la psicología positiva? Ni más ni menos porque la parte más negativa de la existencia suele aparecer con facilidad en la vida de los seres humanos, haciendo que se sumerjan en un mundo caótico y sensaciones desagradables.
Por esta razón podrás hallar una cantidad inimaginable de información en todos los formatos deseables, dónde personas intentamos inspirar, acompañar, ayudar a otros a hacer sus mundos más llevaderos y quevalgan la pena vivir.
Y eso está muy bien, indudablemente teniendo los conocimientos necesarios, una buena programación y las pautas adecuadas a seguir ayudarán a mejorar drásticamente la calidad de nuestras vidas. Pero antes que nada, tenemos que conocer el porqué de nuestra capacidad para detectar de inmediato lo negativo, aquello que puede suponer un peligro para nosotros o simplemente, aquello que nos molesta.
Dos elementos que lo aclaran todo
Nuestra genética
Sí, siento tener que ser yo quién te diga esto, pero la genética es la principal causa de que recuerdes con mayor intensidad experiencias desagradables, recuerdos del pasado que no vale la pena reproducir constantemente, y estar alerta de cualquier acontecimiento que pueda “dañarte” tanto física como psicológicamente. Pero es debido a una causa muy simple.
El ser humano está diseñado para sobrevivir en vez de vivir, porque nuestro código genético nos mantiene alerta para seguir con vida en un entorno hostil de hace miles de años dónde algún tigre dientes de sable estaría esperando su oportunidad.
Si lo llevamos a lo cotidiano, un simple comentario fuera de tono, el rechazo de determinadas personas e incluso algún desamor, a pesar de estar a un nivel mucho más leve en comparación con el daño que nos podría causar el depredador, nosotros de forma casi automatizada seguimos prestándole mucha atención y le otorgamos bastante relevancia.
La educación
Si eres observador, habrás caído en la cuenta de que en las escuelas como en el trabajo por lo general la tendencia natural es recalcar aquello que se hace mal y además, convertirlo en una experiencia desagradable. Equivocarte para la sociedad es negativo, y conlleva a una penalización, a un toque de atención de que algo no está bien en ti.
Alguno pensará,
¿Y qué quieres que haga?
Sino no se aprende
Es cierto que al recordar algo como negativo se quedará grabado a conciencia en nuestra mente y entonces habremos aprendido a no cometer el mismo fallo la próxima vez. No digo en absoluto que indicar el error sea algo equivocado, pero puede indicarse el fallo sin dramatizar la situación e invitando a la mejora, así daremos lugar a un crecimiento sano además de un refuerzo positivo.
Pero si observamos con detenimiento, seguimos viendo en las aulas de los colegios desde muy pequeños, como se remarca en rojo cada una de las operaciones matemáticas que has tenido mal sin apenas mencionar todo lo demás que has hecho adecuadamente.
Este es un ejemplo que escuché decir al Dr. Martin Seligman el creador de la corriente de psicología positiva, del cual recomiendo leer Aprenda optimismo.
Por si fuese poco, una vez somos adultos y con el chip integrado de la negatividad, nos animan a poner las noticias para avasallarnos de lo terrible y mal que está el mundo. Para así reforzar una y otra vez, ese patrón que tenemos más que instalado en nosotros.
Y así pasamos a formar parte de una rueda que se retroalimenta y no acaba nunca. Como bien he dicho, la negatividad tiene su función, pero el exceso no nos conduce a nada bueno.
Así mismo deciros, que no todo está perdido…. ¡En absoluto! Si bien es cierto que está en tu genética y programado en tu mente. A día de hoy sabemos que el cerebro es muy plástico y permite su modificación a través de la toma de consciencia y pasando a la acción. Sabemos que nuestros pensamientos generan emociones que les acompaña una química que comunica con nuestro ADN activando ciertos genes y apagando otros.
Por eso te invito a vivir desde la responsabilidad, ¡a que te vuelvas selectivo! En todo aquello que se acerca a tu vida. Empieza a desechar información que no te conduce a la negatividad, saca de tu vida a personas que no te aportan nada bueno y elije lo que quieres escuchar, lo que quieres ver, lo que quieres sentir y configura tu entorno de forma que puedan decir con total seguridad que eres en el director de tu vida.
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