Nunca olvides lo que eres, el resto del mundo no lo hará
“Nunca olvides lo que eres, el resto del mundo no lo hará. Úsalo como una armadura y nunca podrá ser utilizado para hacerte daño”. Esto se lo dice Tyron Lannister a Jon Nieve en el quinto capítulo de la primera temporada de Juego de Tronos.
Olvidar lo que somos, nuestra historia, nuestro pasado nos hace vulnerables. Toda esa historia es experiencia y es conocimiento y, por lo tanto, es una oportunidad de aprendizaje, tanto del mundo como de nosotros mismos. En lo que somos nace lo que queremos llegar a ser, por mucho que nos duela o nos pese.
Por mucho que queramos olvidar de dónde venimos, ocultar un pasado que nos avergüenza o nos hace daño o ignorar nuestras limitaciones, hay cosas que nunca van cambiar. La primera es que eso seguirá siendo así, pese a quien pese, porque no se puede cambiar. La segunda es que, por mucho que nosotros no queramos verlo, los demás sí lo verán. Así, cuanto más intentemos no mirar, más aumentará el daño que nos pueden causar.
Acepta tus debilidades
Aceptando tus debilidades no solo tienes la posibilidad de hacerte más fuerte, sino que lo quitas a quienes lo quieran usar contra ti. Tienes que afrontar tus defectos y tus puntos flacos y reírte de ti mismo para que cuando alguien lo intente se sienta retratado y caricaturizado. Para ello es bueno que profundices en algo esencial: conocerte a ti mismo.
Ese trabajo de autoconocimiento te abrirá las puertas para desarrollar todas las habilidades que necesitas para convertirte en la persona que quieras ser. Es más, te permitirá descubrir qué es lo que realmente quieres para ti mismo.
Además, gracias a ese trabajo de autoconocimiento, podrás descubrir cuáles de tus comportamientos son heredados de tu acervo familiar. No olvides que muchos de las cosas que hacemos o que creemos ser no son más que herencia de un pasado que nos persigue y que no nos deja crecer. Es la manera en la que los hijos pagan los pecados de sus padres.
Cuando te conozcas a ti mismo podrás ser consciente de tu propia identidad, de tus propios valores, de tus propias aspiraciones. Así serás capaz de dar con tus debilidades y limitaciones. También podrás dejar que afloren tus fortalezas y capacidades, muchas de las cuales pueden haber quedado condenadas a la sombra de tus debilidades o de tu pasado.
Conociéndote a ti mismo podrás aprender a reaccionar ante los acontecimientos, no solo desarrollando nuevas habilidades, sino también aprendiendo a gestionar tu forma de actuar y de lidiar con los problemas.
Nadie podrá decidir por ti si te conoces a ti mismo
“Cuando aceptes tus flaquezas nadie podrá usarlas contra ti”. Eso también se lo dice Tyron a Jon en la misma escena. Y no le falta razón. Si te conoces bien a ti mismo dejas de ser manipulable. Tus debilidades dejan de servir de arma para ser atacado y pasan a ser una defensa para enfrentarte a quienes quieran ir contra ti. Eso reforzará la confianza en ti mismo y tu autoestima.
Si te conoces bien, si sabes cuáles son tus puntos débiles, no olvides que serás capaz de controlar la ira que tus debilidades te provocan, serás capaz de perdonar a quienes puedan ser responsables y sabrás aceptar tu responsabilidad ante lo que has hecho. Pero, sobre todo, podrás decidir qué va a pasar a partir de ahora.
Reconociendo tus debilidades y aceptando tus limitaciones tienes todas tus cartas sobre la mesa. Tal vez no sean las mejores cartas, pero son las que tienes, y son con las que tienes que jugar. En esta partida, si tú no juegas tus cartas las jugará otro por ti, pero en su beneficio, no en el tuyo. Es mucho más inteligente cogerlas y no dejar que otro decida por ti.
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