Posted: 20 Apr 2016 07:21 PM PDT
"La batalla de la vida no siempre la gana la persona más fuerte o la más ligera, porque tarde o temprano, la persona que gana es aquella que cree poder hacerlo."
Rudyard Kipling - escritor y poeta británico (1865-1936) Cuántas veces nos quejamos sin hacer nada para encontrar una solución al problema del que nos quejamos?, iniciativas que no compartimos sin aportar alternativas, decisiones que no nos conforman a las que no buscamos otra salida, quedándonos exclusivamente en esa zona en la que la queja que no nos conduce a nada es la única manifestación, esperando que las soluciones sean aportadas por otros.
Hay personas con una mayor capacidad de iniciativa y otras que parecen no sentirse parte del grupo al que pertenecen, en cuyo caso sin darse cuenta están propiciando –al no aportar nada beneficioso-, convirtiéndose finalmente en parte del problema y no de la solución.
Ejemplo de esto es cuando en lo cotidiano frente a decisiones políticas que no compartimos hablamos y nos lamentamos pero en la oportunidad de poder decidir o votar por algo diferente no lo hacemos, igual sucede cuando discrepamos con alguna situación pero no hacemos nada por cambiarla y sólo miramos hacia el costado.
Muchas veces hablamos de la soledad y hasta marginación social que enfrentan los adultos mayores y sólo nos quedamos en el planteamiento pero no colaboramos para un cambio. Si bien es cierto que la vejez llega a veces acompañada de enfermedades que invalidan, otras veces puede permitir que se mantenga una actividad fructífera, de forma autónoma y una vida feliz.
Todos en algún momento hemos conocido proyectos de interrelación entre adultos mayores y personas jóvenes o niños y los beneficios de que así suceda, unos aportan su conocimiento y experiencia, los otros, manos ávidas y mentes abiertas a aprender, logrando juntos lo que la sociedad no consigue, tender puentes entre mundos separados.
Basta como ejemplo acercarnos a la cotidianidad de abuelos y nietos en una relación de beneficio mutuo. La vejez es, probablemente, la etapa de la vida sobre la que se habla con menos franqueza sin embargo se han realizado experiencias de relacionarlos con niños en situaciones de vulnerabilidad donde la soledad es el punto de unión y el resultado ha sido enriquecedor.
Si aplicamos éstos criterios tal vez lograríamos hacer que lo que en un primer golpe de vista vemos como un problema, -soledad, aislamiento, ausencia de afecto, contención-, pueda modificarse, apelando a los recursos y capacidades que tenemos, dando el primer paso para ser parte de una solución que cambie las expectativas de vida para ambas partes.
Como en cualquier aspecto de la vida de nosotros depende decidir de que lado vamos estar si desde la crítica y la inacción o desde la iniciativa y la solución, -y para eso no cuenta la edad-, sólo hay que elegir si queremos ser parte del problema o de la solución.
Abandonemos la crítica destructiva y la indiferencia, recuperando la ilusión y la fé en el ser humano mejorando nuestra vida, sintiéndonos útiles, mejorando nuestra autoestima trasmitiendo valores, dando oportunidades a quienes no las tienen. Nos animamos a dar el paso?.
"En un momento de decisión lo mejor que puedes hacer es hacer lo que tienes que hacer. Lo peor que puedes hacer es no hacer nada."
Theodore Roosevelt - historiador, naturalista, 26 Presidente de los Estados Unidos de América (1858-1919) |
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Problema o solución - ... de que lado estamos?
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