Con el verano, las altas temperaturas, los niños sin cole, las vacaciones y los largos días de sol que invitan a estar más fuera de casa, las rutinas de las familias se flexibilizan -en el mejor de los casos- o se desequilibran directamente, y es más difícil organizarse que en invierno con la vida más “estructurada”.
La buena noticia es que con un poco de previsión y planificación podemos poner cierto orden en
las agendas libres y priorizar que sigamos llevando una dieta saludable.
Estos son
5 consejos para comer más saludable en verano:
1. A más calor, más hidratación
El verano es el momento ideal para beber
todo tipo de bebidas fresquitas y sanas:
- agua de buena calidad
- aguas aromatizadas o las llamadas “aguas detox”* con rodajas de frutas como naranja, limón, frutos rojos, menta, hierbas, jengibre, cardamomo, espirulina, chlorella y muchas combinaciones más
- limonadas caseras de distintos sabores y endulzadas de forma natural
- zumos de frutas, batidos o smoothies
- gazpachos, salmorejos, ajoblanco y todas las sopas frías que se nos ocurran
2. Logística del menú
Es seguro que cuando vengamos de la playa o piscina tarde, hambrientos y cansados no tengamos ni tiempo ni ganas para cocinar algo saludable o no tengamos todos los ingredientes a punto. Estas situaciones favorecen el cocino “cualquier cosa”, “pedimos algo”, “mete una pizza”, … Y esto no está mal de forma ocasional, pero no es la mejor opción en el día a día.
La solución es la planificación.
Si dejamos preparado por la noche una ensalada de pasta integral, o de arroz, o de legumbres, un taboulé, un rico gazpacho, filetes empanados ya listos para cocinar, hamburguesitas de tofu, ensaladilla rusa, etc. al día siguiente lo agradeceremos mucho y. no caeremos en tentaciones.
3. Cocinar más cantidad
Como da más pereza cocinar en estas fechas, es el momento de preparar más cantidad de las recetas para guardar en el frigo o congelar. No hace falta repetir la comida, sino que podemos cambiar las guarniciones y así crear platos diferentes con un ingrediente base. Por ejemplo, cocemos cantidad de arroz integral y en diferentes días podemos preparar ensalada de arroz, arroz al wok, arroz a la cubana, risotto y hasta recetas dulces como arroz con leche.
Simplificar el menú también implica reducir la lista de la compra y agilizar esta fase
4. Menos alimentos y de más calidad
Es un hecho que el calor nos quita hambre. Y esto, lejos de ser un problema, es una
bendición porque, como se ha demostrado científicamente,
la frugalidad es buena amiga de la salud y la dieta occidental siempre peca de exceso: alimentos altamente procesados, fritos, azucarados, … y con pocos nutrientes.
Es el momento ideal para aprovechar los alimentos frescos de las huertas, frutas y hortalizas en todo su esplendor, y optar por alimentos ecológicos y naturales como los de
El Granero Integral.
Llenar nuestra cesta de la compra de vida nos aportará mucha energía y tranquilidad
5. Desdramatizar, relajarse y disfrutar
La Vida es lo que ocurre mientras estamos ocupados con otras cosas. Con esta premisa en mente y cumpliento los consejos de la logística y alimentos sanos en la despensa, ya podemos relajarnos y
fluir con la magia del verano, de los amigos y los imprevistos.
En el libro “Las zonas azules” que investiga los secretos de los pueblos más lóngevos del planeta, descubrimos que son personas que no se estresan, tienen una dieta muy sencilla con lo que les da su entorno y viven sin excesivas preocupaciones.
Al menos en verano, intentemos vivir con esa alegría y conciencia en el momento presente…
*Receta de agua detox con clorofila
Y como ejemplo de un agua aromatizada de frutas os proponemos esta receta con:
- 1 jarra de agua de calidad
- 1 ó 2 limones o limas
- 100 gr de arándanos
- hojas de menta
Cortamos los limones en rodajas finitas, lavamos los arándanos y las hojas de menta y lo sumergimos todo con agua en la jarra o dispensador. Dejamos macerando unas horas en la nevera y ya podemos disfrutarlo fresquito.
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