No somos seres humanos con una experiencia espiritual. Somos seres espirituales con una experiencia humana.
Pierre Teilhard de Chardain
En el artículo acerca de
la voz que llevamos dentro de la cabeza hemos visto una conclusión importante a la que se llega desde distintos ángulos. No te olvides de leer primero ese artículo antes de seguir con lo que hay a continuación. Resulta impactante darse cuenta que precisamente la via para encontrarnos con nosotros mismos es dejar de pensar y
parar el ruido de la mente.
Este es un resumen de otro de los capítulos del libro
The Untethered Soul: The Journey Beyond Yourself de Michael Singer, que recomiendo comprar sin duda. Podrás encontrar los enlaces a otros textos relacionados que han sido publicados en Hoy Motivación.
El crecimiento interior depende totalmente de darnos cuenta que la única forma de encontrar paz y equilibrio es dejar de pensar sobre nosotros mismos.
Estarás listo para crecer cuando te des cuenta que el “yo” que está siempre hablándote por dentro nunca se va a parar ni estará nunca satisfecho. Siempre tendrá un problema con algo a tu alrededor.
Honestamente, ¿cuándo fue la última vez que no hubo nada que te preocupara o que te molestara?
Te darás cuenta que tuviste un problema, que en cuanto lo superaste ya habías inventado otro más a la espera, como un cliente listo para entrar a la tienda.
Para dejarlo claro: nunca estarás libre de problemas hasta que seas liberado de la parte que te causa todos los problemas.
Cuando un problema te moleste, no preguntes: ¿que debería de hacer con esto? deberías preguntarte: ¿ a qué parte de mi es a quién le molesta esto?
La única forma de encontrar paz enfrente de tus problemas, es llegar a entender el porqué percibes una situación como un problema.
Preguntate: ¿qué parte de mi está celoso? mira dentro y encontrarás que hay una parte de ti que tiene un problema con los celos.
Una vez que observas esa parte que se ha molestado, pregúntate: ¿y quién es el que está observando esto? ¿Quién es el que se ha dado cuenta de esa molestia?
Hacerte esta pregunta es la solución para cada problema.
El mero hecho de poder ver la parte molestada, te hace darte cuenta que tu no eres eso.
El proceso de ver algo requiere una relación sujeto-objeto. El sujeto es “El Testigo“, es el que ve lo que está sucediendo. “El objeto” es lo que estás viendo, en este caso una molestia interior.
La única forma de resolver los problemas es tomar el asiento de la conciencia del Testigo y cambiar completamente el marco de referencia.
Para lograr la verdadera libertad interior, debes ser capaz de observar objetivamente los problemas en lugar de perderte en ellos. No es posible encontrar una solución a los problemas si te dejas atrapar y te pierdes dentro de su energía.
El primer problema que debes resolver es controlar tu propia reacción. No serás capaz de resolver nada ahí afuera hasta que te des cuenta de cómo te afecta la situación por dentro.
Cuando lo tengas más claro, te darás cuenta que el verdadero problema es que hay algo dentro de ti que tiene un problema con casi todo!
Así que lo primero es tratar a esa parte dentro de ti. Es necesario cambiar el enfoque de “tener conciencia de problema exterior” a “tener conciencia del problema interior”.
La única solución permanente a los problemas es dejar a un lado esa parte de ti que tiene tantos problemas con la realidad.
Y la buena noticia es que existe una forma de dejar a un lado esa parte. Parece imposible, pero no lo es.
Tu eres el que observa lo que te ocurre por dentro. Una vez que tomas el asiento del Testigo, podrás dejar a un lado todos esos melodramas internos.
Comienza por observar. Simplemente sé consciente que eres el testigo y observador de lo que ocurre ahí dentro. Es sencillo. Te darás cuenta que estás observando a un ser humano con su personalidad y con todas sus fortalezas y debilidades. Es como que dentro de ti hay alguien más a parte de ti.
Te acabas de dar cuenta que tienes un compañero de habitación dentro de ti.
¿Quieres que te presente a tu compañero? es muy sencillo. Toma asiento, en total silencio y observate. Trata de calmarte y observar tu mente. Esto es lo que escucharás:
“Para qué diablos estoy haciendo esta tontería? Tengo cosas mucho más importantes que hacer que esto. Vaya bobada. Esto no sirve para nada y probablemente este artículo se una pérdida de tiempo. Aquí dentro no hay nadie más que yo! que tontería, para qué me vale todo esto??”
Y voilá! ese es tu compañero de habitación. Lo has tenido siempre.
Tenías la intención de quedarte quieto y en silencio, pero tu compañero no te ha dejado, no ha cooperado. Y lo hace siempre, no solamente cuando quieres quedarte quieto.
¿Sabes porqué no te das cuenta normalmente?
Porque estás demasiado cerca de él.
Tienes el objetivo dan cerca que te quedas hipnotizado escuchándole sin parar.
En pocas palabras: tu no estás solo ahí dentro. Tienes dos aspectos distintos de tu Yo.
El primero es Tu: tu conciencia, el observador y testigo, el centro.
El otro es aquello que observas. El problema es que esta parte no se queda callada. Si por un momento pudieras silenciar esta parte, tendrías las más increíbles vacaciones que jamás hayas tenido.
Mira este video para darte cuenta de lo que sucede a una persona que por un accidente cerebral ha perdido esta parte.
Todo tu crecimiento espiritual depende de liberarte de esta parte. Pero lo primero que debes hacer es darte cuenta que dentro de ti han encerrado a un maniaco que te manipula.
Ese compañero de habitación es el que puede arruinar todo lo que hagas al instante, sin darte cuenta. Y generalmente lo hace.
Una vez que estés listo y hayas aprendido a no identificarte con tu compañero de habitación, podrás ser libre.
La forma de identificar lo que es ese compañero de habitación es personificarle externamente. Debes creer que tu compañero tiene un cuerpo en si mismo.
Esto lo puedes hacer tomando toda la personalidad de la persona que te habla ahí dentro e imaginando que te está hablando desde fuera.
Simplemente imagina que otra persona te está diciendo todo lo que tu voz interior te cuenta. Y ahora prepárate a pasar un día con esa persona.
Ahora te preparas para ver tu programa favorito de televisión, esa nueva serie de HBO. El problema es que estás sentado con tu compaero de habitación y vas a escuchar un diálogo a tu lado en el sofá!
“Vaya, no estoy seguro si apagué las luces de la habitación de arriba. Que despistado soy. Debo ir y chequear, no quiero dejarlas encendidas. Pero no ahora, no es para tanto. No merece la pena. Luego lo miro. Pero no, ahora sé porqué las facturas eléctricas son tan altas, y soy un vago debería levantarme del sofá y mover el culo.”
Estabas dispuesto a ver tu película pero tu compañero no te deja! y además al minuto te vuelve a molestar:
“Me muero de hambre!!! creo que no voy a ver la película a gusto si no como algo. Me apetece una rica pizza de queso. El Pizzahut está lejos, y no quiero ir en coche. Pero tengo hambre. Entonces voy ahora, o luego?”
Tu compañero no te va a dejar de molestar, en lugar de simplemente ver la TV además empieza a reaccionar con todo lo que ve en la película!!! en un momento dado aparece esa peliroja y te dice que ya sabía que ella podría haber asesinado a ese tipo, y que todas las pelirojas tienen mala pinta. Te comenta cómo ese divorcio se veía venir y que todas las series americanas son iguales. Está ahí, hablándote sentado a tu lado!
¿Qué harías al cabo de un rato? Te irías corriendo lo más lejos que pudieras de ese compañero desagradable y perturbado! y nunca querrías verlo de nuevo.
Te atreverías a hacer ese experimento?
Simplemente ponle nombre a tu compañero y dale forma y cuerpo. Observa como te habla y lo que te dice todo el día. Intenta que sea tu mejor amigo…si puedes.
Como te sentirías con alguien así! te irías corriendo para no verle nunca más.
Si alguien te preguntara “puedes describir a tu amigo? ” tu respuesta sería: “es una persona perturbada profundamente. Simplemente busca la palabra neurosis en el diccionario y coincidiría exactamente con él”
Pedirías consejo financiero a esa voz? o quizás consejo matrimonial?
Por asombroso que parezca, lo hacemos todos los días de nuestra vida.
Es a esta “persona” a la que pedimos consejo de todo lo que hacemos en todos los aspectos de la vida.
Te has parado a chequear sus credenciales? sabes realmente quién es? Cuántas veces te ha dado el consejo equivocado?
Llegarás a darte cuenta que tienes un problema. Realmente sólo has tenido un problema en tu vida y ahora mismo lo tienes delante, demasiado delante de ti y por eso no te has dado cuenta hasta ahora.
Afortunadamente nuestra voluntad puede ser mucho más fuerte que el hábito de escuchar esa voz, podemos romperlo. Lo primero es que seas consciente y te comprometas a lograr esa libertad. Tu vida depende de ello.
Hasta este momento, tu vida no depende de ti, depende de tu compañero de habitación. Tienes que recuperar tu libertad.
Quédate firme en el asiento del testigo, el que observa y deja de agarrarte a la mente que está en ti. Es tu vida, reclámala.
Notas