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¡Y SE HIZO LA LUZ¡ EN RECUERDO A JOAQUIN SOROLLA

Mujer despues de los 40


Posted: 10 Aug 2013 11:17 AM PDT
El 10 de agosto de 1923, fallecía en su casa de Cercedilla, Joaquín Sorolla y Bastida, el "pintor de la luz" y de nuestro "Mediterráneo".

Tres años antes había sufrido un ataque de hemiplejía que le hacía muy difícil continuar pintando. Autor muy prolífico del que existen catalogadas más de 2.200 obras. Algunos le definían como "impresionista" pero él se autodenominaba "luminista".

Quedó huérfano a los dos años, al perder a sus padres que murieron victimas del cólera, y él y su hermana fueron acogidos y criados por sus tíos. Aunque comenzó trabajando como cerrajero y coloreando fotografías tenía claro que lo que ansiaba era pintar. Y lo logró, reconocimiento nacional e internacional, fama, títulos y premios. Cuentan que después de ganar la segunda Medalla del Certamen Nacional de Bellas Artes con "El dos de mayo", comentó a un amigo, "aquí para darse a conocer y ganar medallas hay que pintar muertos". Pero no es por estas obras por las que será recordado sino por su etapa más madura en la como si de un fotógrafo se tratase capturó la luz y la costa mediterránea en sus cuadros. Muchos dicen que sus encuadres tienen más de fotógrafo que de pintor. De hecho su suegro, Antonio García, era uno de los fotógrafos más prestigiosos de Valencia  y en su taller fue dónde trabajó de adolescente coloreando fotografías.
Esta frase que escribió en una de sus cartas, resume su pasión por el arte y el gran amor que procesaba a su mujer, Clotilde, de la que decía que se enamoró siendo muy niño. Viajó por España durante casi ochos años en los que recogió escenas cotidianas de la vida en nuestro país, y mantuvo con su mujer correspondencia casi diaria, gracias a la que conocemos mejor a este gran artista.

“Pintar y amarte, eso es todo ¿te parece poco?”, Joaquín Sorolla.
 

 

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