La carta de Verne #70 |
En una época en la que estamos rodeados de Vengadores, X-Men, Batman y Superman, hay personas que, sin espectaculares peleas repletas de efectos especiales y trajes que hacen tipín, podemos llamarlos héroes. Héroes de la vida cotidiana que nos recuerdan que, a pesar de todo lo malo que vemos a diario -que no es precisamente poco-, queda gente generosa. Personas que con un pequeño gesto nos remueven por dentro y dan una punzada de bonitismo a nuestro corazoncito, demasiado curtido en disgustos y desengaños. Sin ir más lejos, el héroe de los últimos días es un niño de 10 años fan de la selección de Portugal. Seguramente ya lo hayas visto, pero su gesto hacia el francés desconsolado tras perder la Eurocopa rebosó nuestro pecho de un sentimiento de bondad que nos reconcilia con el ser humano y un poco también con esa inocencia infantil todavía carente de maldad. |
Aunque Mathis, que así se llama el niño, no es el único héroe semanal. Al otro lado del Atlántico, un profesor de Derecho de Acapulco (México), hizo un gesto (más bien lo repitió, porque no era la primera vez) que para él no tiene importancia: dio clase mientras sostenía al bebé de su alumna porque vio que la joven no podía coger apuntes con el niño junto a ella. Como quiero que hoy te quedes maravillado y un poco al borde de las lágrimas al terminar esta carta que te mando, te voy a hablar de otros héroes que hemos conocido los últimos meses. Quiero que conozcas a Bibi, una niña con síndrome de Down que comenzó en la gimnasia rítmica debido a un trastorno muscular común en niños con este síndrome. Lo que empezó como una recomendación médica se convirtió en una pasión para la niña y ahora es toda una campeona mundial en esta especialidad deportiva. |
Quiero que conozcas a Terry Fox, un corredor canadiense que perdió su pierna derecha por culpa de un cáncer de huesos y que se propuso cruzar Canadá corriendo (lo que implicaba hacer 42 km diarios) para recaudar fondos. No pudo terminar la carrera porque el cáncer se extendió a sus pulmones, pero corrió 143 días, hizo más de 5.000km y recaudó 23 millones de dólares para la investigación contra el cáncer. |
Quiero que conozcas a Brad, un señor de Oakland (Nebraska), que le llevó 500 rosas a su mujer el último día de su quimioterapia y, además, recaudó 4.500 dólares para la investigación contra el cáncer. Quiero que conozcas a Matteo, un entrenador de minibasket que con una frase y un beso en la frente, logró animar a uno de sus pequeños jugadores cuando este rompió a llorar de la presión que sentía en unos tiros libres decisivos. "Creo en ti, confío en ti, respira y no te preocupes", y el equipo ganó. Quiero que conozcas a Sergio, aunque esté héroe sí lleva capa a veces, porque se disfraza para atender a los niños que padecen cáncer en el Hospital Infantil de México Federico Gómez. |
Quiero que conozcas a Howard, de 93 años, que le cantó "You'll never know" a su esposa cuando ella estaba muy malita en el hospital, un tema que solía reconfortar a Laura cuando él fue enviado al frente durante la Segunda Guerra Mundial. |
Hay más héroes anónimos por ahí que nos han hecho sonreír y pensar en que todavía queda gente buena. Te mostraría más, pero es que no puedo seguir escribiendo con estos lagrimones. |
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No todos los héroes llevan capa
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