El nombre «Nushabad» puede traducirse con el significado de «ciudad del agua fresca y deliciosa», y tiene relación con la forma en que nació la ciudad. Según una de las versiones de la leyenda, un rey sasánida estaba atravesando la zona un día cuando bebió un trago de agua de un pozo o manantial del lugar. Asombrado por las cualidades de aquella agua limpia y refrescante que acababa de beber, ordenó que se construyera una ciudad alrededor del manantial. El Rey bautizó entonces a la ciudad como «Anoushabad», que significa «ciudad del agua fresca y deliciosa», un nombre que más tarde se convertiría en «Nushabad».
Durante los veranos, el lugar, que se encuentra en el desierto, puede volverse insoportablemente caluroso. En épocas como ésta, es posible que los habitantes de la zona entraran en Nushabad para refugiarse del calor abrasador que se sentía a nivel del suelo.
Protección subterránea contra eventuales ataques
Con el paso del tiempo, la ciudad subterránea se convirtió en algo más que un lugar donde los habitantes de la zona podían obtener agua dulce o librarse del calor. Nushabad también sirvió como refugio durante tiempos de guerra. A lo largo de los siglos, numerosos invasores llegaron a la región para matar y saquear. La invasión mongola de Irán durante el siglo XIII es un claro ejemplo de ello. Cuando estos invasores llegaron a la ciudad «sobre el terreno» la encontraron vacía, ya que sus habitantes habían huido a la ciudad subterránea. Sabemos que Nushabad fue utilizada de este modo a lo largo de toda la historia de Irán, hasta el período Qajar incluso.
La ciudad subterránea tiene varias características que facilitan su función como lugar de refugio en tiempos de guerra. Por ejemplo, aunque podía accederse a la ciudad subterránea a través de múltiples puntos de entrada, éstos son tan estrechos que sólo se puede entrar de uno en uno. Esto implicaba que un ejército invasor no podía confiar en su superioridad numérica para derrotar a los que se ocultaban en Nushabad.
Además, hay pozos de ventilación que permiten el flujo de aire dentro y fuera de Nushabad, mientras que el manantial proporciona agua dulce. Esto implicaba que los refugiados eran capaces de permanecer en la ciudad subterránea durante largos períodos de tiempo. También se ha sugerido que habría además algunas áreas destinadas al almacenamiento de alimentos. Asimismo se han encontrado salas diversas a lo largo de los pasadizos existentes en la ciudad, y se excavaron cavidades en los muros para que sirvieran de bancos y camas a sus habitantes.
Redescubriendo una ciudad bajo tierra
Nushabad fue finalmente abandonada y olvidada por la población local. En 1920, se estaba cavando un pozo bajo la casa de un habitante de la zona cuando éste se encontró con un laberinto de cámaras subterráneas.
Las labores arqueológicas que se han llevado a cabo en Nushabad desde el redescubrimiento de la ciudad nos han ayudado a comprender mejor el asentamiento. Por ejemplo, se han encontrado en Nushabad vasijas de barro y piedra, además de utensilios de los períodos sasánida, ilkánida y safávida, lo que indica que la ciudad fue utilizada durante esas épocas.
En agosto del año 2014 comenzó la quinta fase de las excavaciones de Nushabad. Las últimas excavaciones, casualmente, se habían realizado ocho años antes. Por desgracia, no pudo continuarse con la cuarta fase porque el suelo era demasiado firme. Las nuevas investigaciones nos ofrecen la posibilidad de aumentar nuestros conocimientos sobre Nushabad, ya que sugieren que la ciudad subterránea ya estuvo en uso incluso antes de la época sasánida. En la actualidad Nushabad también está abierta a los turistas.
Este artículo fue publicado anteriormente en Ancient Origins en español y ha sido publicado nuevamente en CodigoOculto.com con permiso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario