Después de pasar décadas formando parte de un matrimonio, comenzar una nueva vida puede ser raro y delicado (por decir algo). Pero hay mucha madurez y tranquilidad en dejar una relación que no estaba destinada a durar más tiempo, y cuando reconocemos que esto es así, podemos llegar a una felicidad máxima. ¿Por qué? Porque si te separas es para estar mejor, no peor, eso no se te puede olvidar.
¡Hay vida después del divorcio! Y te aseguramos que puede ser sorprendentemente genial. Cuando los cambios llegan, hay que adaptarse… ¡Y tenemos algunos consejos para que disfrutes de este próximo capítulo al máximo!
Reescribe en tu corazón
Más de una vez te cuestionarás si has tomado la decisión correcta, porque los cambios, amiga, no son nada fáciles, pero no caigas en la trampa. Recuérdate a ti misma todos los días las ventajas de tu nueva vida y huye de los “apegos”. Si hace falta… déjate recordar (un poco, tampoco nos pasemos) esas cosillas que tanto te irritaban y siéntete feliz de estar libre de ellas. Pero no rompas el pasado, ni anheles lo que no había, intenta recordar por qué es positivo que hayas dejado esas emociones atrás.
Llena tu agenda
¿Hay algo que siempre quisiste hacer y tu pareja no? ¿Un destino de vacaciones? ¿Un crucero? ¿Algún deporte de riesgo? ¡Pues ahora es el momento de atreverte! Cocina las comidas que él nunca querría; piérdete horas por las tiendas, incluso puedes fantasear con mudarte a otro sitio: a una casa costera o al campo, o por qué no, a compartir piso con alguna amiga en una azotea de la gran ciudad.Cuídate, mímate
El divorcio puede afectar a tu bienestar físico y mental, así que es importante cuidarlos. Invierte en ti y elige las cosas que te hacen bien. Toma clases de yoga (con Ausonia Discreet irías protegida, y sin que se note nada de nada aunque los movimientos sean propios de los contorsionistas), come bien, apúntate a un curso de cocina y mantente activa. ¿Qué te parece adoptar una mascota?
“Me encanta lo guapa que estás”
Concierta una cita para hacerte un tratamiento facial, una manicura o una sesión con un estilista en tu tienda de ropa favorita. No pienses que solo porque ya no estás en tus 20 o 30 años eres invisible… mira a Salma Hayek o Nigella Lawson, ¡y sigue su ejemplo! Ellas no se esconden y tú tampoco debes hacerlo.
Socializando, que es gerundio
Cuando te despides de tu compañero, también te despides de sus amigos (y en ocasiones das gracias, aunque no siempre pasa). Así que piensa en formas de conocer gente que sea afín a ti, en grupos de senderismo, cursos o exposiciones. Aquí te dejamos alguna idea para empezar, ¡la amistad a los 50 es muy importante! Saca tu lado más charlatán y desarrolla poco a poco tu confianza social: saluda a las personas con las que te cruzas por la calle, al conductor del autobús y al buen hombre de la cafetería, o al vecino que siempre te ayuda a sacar la basura. ¡Tienes otra oportunidad para ampliar tu círculo social!
Piensa en un futuro, a tu manera
Si te sientes un poco perdida, bienvenida. Date un poco de tiempo para pensar qué quieres para el futuro. Hazte una lista de cosas buenas que te gustaría tener en tu vida y de las que te gustaría cambiar, porque ahora puedes. Piensa si quieres tener otra relación, y si es que sí, cómo te gustaría que fuera. Piensa en tu carrera también, seguro que tienes un montón de habilidades, y si te apetece un cambio, siempre puedes volver a estudiar, ¡incluso emprender tu nuevo negocio!
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