1. Ellos ven cada día como un nuevo comienzo
Cuando se es joven, un día puede parecer una eternidad. Sin embargo, cada día nos trae la oportunidad de tener nuevas metas y expectativas, hacer nuevos amigos, explorar nuevas aventuras y aprender cosas nuevas. Cada día es una oportunidad para empezar de nuevo. Y, a diferencia de los adultos, los niños no llevan equipaje de un día para otro.
2. Ellos no tienen miedo
Los niños están más dispuestos a explorar y probar cosas nuevas. Ellos no son conscientes de las consecuencias y están más dispuestos a probar algo nuevo. Si se lesionan lo utilizan como una oportunidad de aprender de sus errores. Como adultos, a menudo nos ceñimos espalda, sobre todo a causa del miedo. Nos detenemos a nosotros mismos de correr riesgos y ver lo que sucede. Las personas exitosas tienden a ser aquellos que salen de sus límites y asumir riesgos.
3. Se pierden entre proyectos creativos
Un niño puede verse inmerso en un proyecto creativo durante horas y horas; ya sea dibujando, jugando con la arcilla, construyendo un castillo de arena, etc. Sin embargo, a medida que envejecemos, dejamos de creer que las actividades creativas valen la pena. ¿Cuántos adultos que conozcas (aparte de los artistas) pasan su tiempo libre dibujando, jugando con arcilla o pintando con los dedos?
4. Ríen todos los días
Los niños tienen la hermosa capacidad de encontrar alegría en todo lo que los rodea. Los adultos tendemos a ver problemas en todas partes.
5. Lloran si quieren llorar
El llanto es una emoción que a los adultos no les gusta mostrar. Sin embargo, los niños lo hacen todo el tiempo. El llanto ayuda a liberar nuestras emociones de una manera normal y saludable, pero en la adultez terminamos reteniendo nuestras emociones para nosotros mismos.
6. Los niños son muy activos
Cuando era pequeño me encantaba jugar al aire libre. Corría y corría hasta que me faltaba la respiración y mis mejillas se ponían de color rosa. Nunca vi al ejercicio como simplemente ejercicio, sino que era mi manera preferida de divertirme.
7. Ellos están dispuestos a probar cosas nuevas
Los niños intentarán practicar un deporte que nunca han intentado antes. Ellos están dispuestos a saltar en un trampolín o sumergirse en una piscina, o esquiar en una montaña, incluso aunque no tengan experiencia. Los adultos tienden a tenerle miedo a lo desconocido y prefieren permanecer en su zona de confort. Es precisamente la aventura lo que nos hace sentir más eufóricos y conscientes.
8. Son entusiastas
A los niños nunca les falta entusiasmo. Tienen esperanza y son optimistas. Nosotros también debemos aprender a acercarnos a la vida de una manera más optimista, ya que como adultos tendemos a enfocarnos en lo negativo.
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9. Se alimentan de buenas amistades
Observa cómo juegan los niños con sus amigos, todo es alegría pura y siempre están dispuestos a hacer amigos nuevos. Los niños tienden a disfrutar de muchas actividades - se unen a equipos de fútbol, van a fiestas de cumpleaños y disfrutan de un buen número de actividades después de clases.
10. Se dan cuenta de las pequeñas cosas
Los niños ven magia en todo lo que los rodea. Ven alegría y tienden a dejarse inspirar por esas pequeñas cosas de la vida ¿Cuándo perdimos esto?
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