Trabajadores de construcción estaban renovando la casa de infancia de una mujer, cuando descubrieron un pequeño ataúd que contenía una niña que había sido enterrada hace más de 140 años. La mujer decidió despedirla de la manera correcta.
Ericka Karner había solicitado a los trabajadores renovaran su hogar de infancia cuando descubrieron un ataúd bajo un piso de concreto, que contenía una niña de piel pálida con cabello rubio rizado, que fue enterrada bajo este hogar en San Francisco en los 1800’s. Karner inicialmente llamó a la niña “Miranda”, ya que nadie podía identificarla.
Inside Edition reportó que la niña fue identificada más tarde como Edith Howard Cook, quien murió debido a desnutrición el 13 de octubre de 1876, a la edad de 2 años, 10 meses y 15 días, de acuerdo a la organización sin fines de lucro Garden of Innocence.
La organización entierra niños sin identificación con la ayuda de servicios y dinero donado. Les tomó un año buscar a través de viejos registros e ir a través de pruebas de ADN para identificarla. Un residente de Marin County llamado Peter Cook, era sobrino de la niña, luego de que se realizara la prueba de ADN.
También se supo que los padres de la niña eran de clase alta y ella era su primera hija.
El área donde el ataúd fue descubierto solía ser el Odd Fellows Cemetery. El cementerio fue reubicado en los 1930’s y la mayoría de los cuerpos fueron transferidos a una nueva ubicación. Pero el ataúd de esta niña fue de alguna manera pasado por alto y terminó permaneciendo en el lugar. Su cuerpo estaba perfectamente preservado, ya que el ataúd estaba sellado fuertemente.
“Lucía justo como su madre la había dejado allí en el pasado. Aun tenía sus pestañas y su piel”, dijo Elisa Davey, quien administra Garden of Innocence.
Davey agregó que Karner los había contactado luego de que le dijeran que la niña no podía ser enterrada sin un acta de defunción. “Estaba sorprendida. No sabía qué hacer. Simplemente no podía dejar la hija de alguien en su patio. Le dije, ‘No te preocupes, me encargo de esto’” dijo Davey.
Gracias a la organización y 10.000 dólares de asistencia financiera de donaciones, a la niña se le realizó un entierro adecuado en Greenlawn Memorial Park el año pasado.
“Fue un memorial maravilloso”, dijo Davey. La lápida llegó, la niña llegó y los Knights of Columbus llegaron. Fue maravilloso”.
Aunque Karner nunca conoció a la niña, es conmovedor que creyera mucho en asegurarle un lugar de descanso final.
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