Me cansé de amarte…
Me cansé de amarte…Me cansé de amarte…
Esta carta de Mayeli refleja perfectamente lo que he hablado muchas veces con mis amigas y con mi cari,
a veces el amor no es suficiente, hace falta una milla extra más para que sea duradero.

Hoy, en esta fría habitación y con aquella canción de fondo. Hoy, que el cielo luce triste y los cristales están
 empañados… hoy acepto el final. Corrí de prisa para no ver morir lo nuestro. Corrí, y puse todo mi esfuerzo,
toda mi energía. Corrí contigo en la espalda, contigo en silencio, contigo pero sin ti. Y no me detuve a pensar
qué caso tenía ¿por qué debía yo, correr por los dos? ¿Por qué arrastraba nuestra historia a una
meta a la que tú no pretendías llegar?… y me cansé. Me cansé de ser quien llamara, de ser quien llorara,
de ser quien diera todo. Me cansé de esperar un mensaje tuyo diciendo que me amas, que me quieres a
tu lado, que jamás me dejarías ir. Me cansé de esperar una muestra mínima de interés, que no fuesen
aquellas palabras vacías que repites cada noche, cada día y cada siempre. El desgaste físico seguro lo
ha experimentado cualquiera, sentir que te falta el aire y ver gotas de sudor cayendo al suelo… pero,
¿y el desgaste emocional? Seguro este muy pocos lo conocen, seguro pocos lo han experimentado
realmente. Con el desgaste emocional no te falta el aire, sino que te falta un motivo para respirar. Con el
desgaste emocional no es sudor lo que cae al suelo, sino lágrimas, y después de tanto llorar, la tristeza se
mantiene guardada en el pecho.

Lo siento, pero ya no estoy dispuesta a esperar que algún día cambies, que algún día dejes atrás todo aquello
 que sabes que me lastima y te propongas a caminar de mi mano, en lugar de verme correr solo a mí. Lo
siento, pero esta noche me desprendo de tu aroma, me desprendo de tus gestos y de tu cabello castaño.
Hoy me desprendo de ti.

Me cansé, y ese es el único y suficiente motivo. Me cansé de esperar algo que jamás sucederá y de esperar
palabras que nunca dirás. Me cansé de las excusas que últimamente ponías para no verme, de los besos que
nunca me diste por alguna estúpida pelea, de los abrazos que se quedaron en el aire, de los mensajes que
no me llegaron porque jamás los escribiste. Y me agoté de ver cada noche a la luna tan triste, de ver los autos
pasar mientras caminaba sola por las banquetas, de sentir un nudo en la garganta cada que una canción me
hacía pensar en ti, de las veces que te supliqué luchar conmigo, de las llamadas telefónicas que no querías
contestar porque no deseabas hablar, de tu cinismo, de tu indiferencia, de ti.

Y me cansé también de sentirme tan sola incluso estando a tu lado. De los besos que sí me diste, pero no
terminaban en una sonrisa como solía ser. Y yo solo te miraba tan distante, que quizá si te tocaba podías
desaparecer. Me cansé de amarte… y ya no hay vuelta atrás, ya no hay remedio, ya no hay nada que puedas
hacer. El tiempo de los dos expiró y lo decretaste con tu actitud. Corrí por lo nuestro, pero ahora cambio de
rumbo. Ya no eres tú, mi meta. Ya no es lo nuestro lo que me inspira a seguir. Espero que no te arrepientas
por todas las oportunidades que te di e ignoraste. Espero que no te arrepientas por todas aquellas noches en
que me dejaste llorar y no hacías nada por impedirlo. Tan solo espero que cuando mires atrás, no te arrepientas
por haberme dejado ir tan fácil. Me cansé de ser yo quien amara más, y en honor a todo ese amor… hoy te digo
adiós.

Escrito por: Mayeli Tellez