Cuento del cargador de piedras que os dejo para este fin de semana:
Una maestro llamado Hu-Ssong propuso a sus discípulos el siguiente relato:
- “Un hombre que iba por el camino tropezó con una gran piedra. La recogió y la llevó consigo. Poco después tropezó con otra. Igualmente la cargó. Todas las piedras con que iba tropezando las cargaba, hasta que aquel peso se volvió tan grande que el hombre ya no pudo caminar. ¿Qué piensan ustedes de ese hombre?”
- “Un hombre que iba por el camino tropezó con una gran piedra. La recogió y la llevó consigo. Poco después tropezó con otra. Igualmente la cargó. Todas las piedras con que iba tropezando las cargaba, hasta que aquel peso se volvió tan grande que el hombre ya no pudo caminar. ¿Qué piensan ustedes de ese hombre?”
- “Que es un necio”, respondió uno de los discípulos. “¿Para qué cargaba las piedras con que tropezaba?”
Dijo Hu-Ssong:
- “Eso es lo que hacen aquellos que cargan las ofensas que otros les han hecho, los agravios sufridos, y aun la amargura de las propias equivocaciones. Todo eso lo debemos dejar atrás, y no cargar las pesadas piedras del rencor contra los demás o contra nosotros mismos. Si hacemos a un lado esa inútil carga, si no la llevamos con nosotros, nuestro camino será más ligero y nuestro paso más seguro.”
Reflexión:
Las personas tienden hacer suyas en el presente cosas que ya pertenecen al pasado, se ven envueltas por un diálogo interno y un torrente de emociones que cambian su percepción de las cosas. La inteligencia emocional nos ayuda a gestionar de manera más inteligente todos estos sucesos y estados, te doy algunas pistas en el siguiente artículo. Cuando aprendemos a encajar las opiniones de los demás, estamos envueltos del estado de ánimo adecuado y además, sabemos comunicarnos asertívamente ya no cargamos en nosotros esas piedrasque hacen que estallemos al más mínimo comentarios o acontecimiento.
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