¿Quién no ha notado alguna vez pequeñas molestias en las rodillas al subir o bajar escaleras o al realizar algún tipo de ejercicio físico que comprometiera esta articulación? Aunque suene a exageración, las rodillas son las articulaciones que soportan una mayor carga del peso corporal durante el ejercicio. Por eso, una buena salud articular, y especialmente de las rodillas, proporcionará una mayor seguridad para realizar cualquier tipo de movimiento.
Si bien es cierto que el desgaste del cartílago es un proceso natural del que nadie se puede librar, proteger o cuidarindebidamente las articulaciones pueden acelerar su ritmo de desgaste. Esto puede desencadenar en dolor articular, que puede estar provocado por varias causas: desde el sobrepeso, la menopausia, un traumatismo, artrosis, hasta la mala práctica del deporte.
Qué podemos hacer
Hay dos factores a tener en cuenta que son claves para fortalecer y proteger las rodillas:
- Ejercicio específico (con estiramiento previo) sobre estas articulaciones que permitan fortificar la musculatura que envuelve la articulación sin llegar a sobrecargarlas, como la bicicleta, las zancadas o posturas concretas, como colocar las rodillas en el pecho (parecido a la posición fetal, pero boca arriba).
- Dieta equilibrada incluyendo alimentos ricos en nutrientes beneficiosos (calcio, magnesio, vitaminas, omega 3 o colágeno), para proteger las articulaciones. Entre estos podemos encontrar los cítricos, el aceite de oliva y de soja, el salmón, el brócoli, las frutas del bosque, los frutos secos…
La combinación de estos alimentos proporciona todos los nutrientes necesarios para cuidar las articulaciones, pero especialmente aquellos ricos en magnesio serán perfectos para empezar cualquier actividad física. Porque mantenerse activo es una de las soluciones que se proponen para conservar y mejorar la movilidad y funcionalidad de las rodillas con el objetivo de conseguir el bienestar de todo el cuerpo.
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