Hace 5.000 años, en el siglo XXX a.C, la agricultura llegó al Norte de África, comenzó la construcción de Stonehenge, y en Mesopotamia los sumerios empezaron a usar por primera vez la escritura. Fue en estas fechas, en los albores de la Historia, cuando nació el organismo vivo más antiguo que sigue habitando en la Tierra: un pino de cono erizado situado en las Montañas Blancas de California, que tiene, actualmente, 5.063 años de edad.
Este árbol, perteneciente a la especie Pinus longaeva, es el ejemplar más antiguo cuya edad se ha podido conocer con exactitud. Muchos otros árboles tienen edades estimadas similares, pero estas no pueden comprobarse con precisión, ya que su centro está dañado o se ha perdido su parte más antigua.
Estos son, según los datos disponibles hoy en día, los árboles más antiguos del mundo, que no han sido clonados. Y no nos referimos a criar árboles en laboratorio (algo que también puede hacerse) si no a colonias de árboles cuyo marcador genético, idéntico, es compartido en sus raíces.
Si contamos a los árboles clonados, el organismo vivo más antiguo del mundo, es una colonia surgida a partir de un único álamo temblón masculino, localizada en el estado de Utah y conocida como Pando. Toda ella forma parte de un único organismo viviente con un sistema masivo de raíces bajo tierra que, según las últimas estimaciones, tienen unos 80.000 años de vida.
Por desgracia, la mayor amenaza de estos árboles centenarios no es su edad, si no el hombre. Uno de los árboles más antiguos del mundo, una secuoya gigante del norte de California que hoy tendría más de 4.000 años, fue talada para satisfacer la apuesta de un grupo de 40 borrachos que quería encontrar un tocón suficientemente grande como para fabricar una mesa en la que cupieran todos. Ahora un grupo de científicos planea clonarlo. Pero ya no puede aparecer en este listado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario