Luisa vive en La Palma, Málaga. Su padre trabajaba en la construcción pero la crisis le dejó sin empleo, igual que a su madre. Tienen serias dificultades para comprar comida, por lo que la niña acude a un "banco bueno" de alimentos y a un comedor social. Cuando sus amigas se enteraron de ello, dejaron de jugar con ella.
Luisa es uno de los cerca de 800.000
niños españoles que han caído bajo el umbral de la pobreza desde que comenzó la crisis, un 8,3% más que en 2008. En total, son cerca de tres millones los menores en España (uno de cada cuatro) que sufren los efectos de la pobreza, la carencia y la exclusión, según Carmelo Angulo, presidente del Comité Español de UNICEF.
Son los datos que revela el informe Los niños de la recesión, que estudia el impacto de la crisis en el bienestar infantil en los países desarrollados. El documento, elaborado por UNICEF, analiza la situación en los 41 países más ricos del mundo.
Los resultados son demoledores: la crisis ha dejado 2,6 millones de niños más sumidos en la pobreza en los países ricos, de un total de 76,5 millones. España es el tercer país rico donde más niños pobres hay y más han aumentado en total, sólo por detrás de México (dos millones) y Estados Unidos (1,7 millones), mucho más poblados. "Los niños están sufriendo más intensamente los efectos de una crisis que no han generado", critica Angulo.
La pobreza viene derivada, en gran medida, de la pérdida de poder adquisitivo en los hogares. Grecia se sitúa en cabeza, con unos ingresos equivalentes a los de 1998. España está en el siguiente tramo: las familias han dado un salto atrás de una década. Esa reducción de los ingresos familiares repercute muy negativamente en el bienestar de los niños.
SE PODRÍA HABER EVITADO
El aumento de la pobreza infantil no era inevitable, como revela el estudio. "Las políticas que se aplican importan mucho. Hay países que han conseguido, no sólo minimizar el impacto de la crisis, sino reducir la pobreza de los menores", explica Angulo.
Globalmente, la pobreza infantil ha aumentado desde 2008 en 23 de los 41 países estudiados. A ello contribuyen tres factores: el impacto de la crisis en cada país, el Estado social preexistente y la respuesta de los Gobiernos, según detalla Sudanshu Handa, jefe de Política Social y Análisis Económico en el centro de investigaciones de UNICEF.
España es uno de los países más afectados por la crisis, por lo que el impacto es mayor. A pesar de ello, ha afectado más de lo esperado a los menores, ya que la única medida universal en favor de las familias, el cheque-bebé, fue suprimido, seguido de numerosos recortes sociales.
Antes de la crisis, el gasto social se había estancado, aunque eran tiempos de bonanza económica. Aún así, la pobreza infantil iba en retroceso. Pero ese estancamiento ha pasado factura al Estado social cuando la crisis lo ha puesto a prueba en relación a la infancia. No así en relación a los mayores de 65 años, cuyo sistema de pensiones ha evitado el impacto que ha tenido la crisis en los niños.
LA POLÍTICA SOCIAL ES CLAVE
El estudio muestra que una sólida política de protección social ha ayudado a prevenir e incluso a reducir la pobreza desde 2008 en algunos países. Es el caso de Finlandia, Noruega o Australia, poco golpeados por la recesión, pero también de Chile, Eslovenia o Polonia. Mientras 6,6 millones de niños han caído en la pobreza, otros 4 millones han salido de ella en 18 de los países analizados por el estudio.
Al evaluar la respuesta gubernamental, parece que su eficacia dependió del margen de acción inicial, el alcance de sus políticas sociales y su enfoque. En países con circunstancias económicas similares, la respuesta de cada Gobierno ha sido clave en el impacto de la crisis en los niños.
En España, el sistema impositivo y la política social contribuyen a aumentar la desigualdad, según revela el informe. La inversión en infancia ha disminuído e impera una austeridad que contrasta con las políticas en países que han capeado mejor la crisis, como Reino Unido o Islandia.
Para erradicar la pobreza infantil, UNICEF aboga por un gran Pacto de Estado al estilo del que existió en el Pacto de Toledo para blindar la protección a los mayores con las pensiones. "Es necesario que todos los agentes sociales implicados sienten unas bases políticas y económicas para garantizar los derechos de la infancia", ha urgido Angulo.
"El sistema se puede crear y depende de los valores de los países", asegura Handa.
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- Toukir Ahmed, 16 años, Bangladesh
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