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RECETA - Bacalao en salsa de piquillos


Bacalao en salsa de piquillos

Bacalao en salsa de piquillos cocina tradicional.  Plato de Semana Santa o no!!. Sano y delicioso.

Bacalao en salsa de piquillos cocina tradicional Ana Sevilla





Ingredientes:

- aceite
-200 gr. cebolla en pluma
-3 dientes ajo
-laurel
-3-4 cdas. soperas tomate frito
-6-8 pimientos piquillo
-1/2 vasito vino blanco
- Unos 800-1.000 gr. bacalao lomos en trozos al punto de sal
-sal
-pimienta
-180 gr. caldo pescado o agua


Preparación:

1- Sofreír la cebolla en pluma y dientes de ajo en láminas,  hasta que esté blando.
2- Añadir laurel, tomate frito y pimientos del piquillo escurridos, vino blanco, caldo pescado, sal y pimienta pochar  5 minutos.
3- Quitar el laurel y triturar la salsa. Introducir los lomos salpimentados y cocer unos 10 minutos a fuego bajo-medio.


Preparar los ingredientes



Pochar



Ya bien blandito 



Salsa ya lista



Triturada



Guisar el pescado



Umm, me chifla esta salsita

SALUD - Trastornos digestivos




Estimado Lector,

Se llama Helicobacter pylori, pero también se la conoce como “la bacteria extrema”. Esta “Rambo” de los microorganismos es capaz de sobrevivir en un entorno tan sumamente hostil como es el estómago y está detrás de dolores intestinales crónicos, de úlceras e incluso de muchos cánceres de estómago.

Las primeras evidencias de la existencia de la Helicobacter pylori se tuvieron a finales del s. XIX, pero quedaron en el olvido y no se estudiaron a fondo hasta hace bien poco. De hecho, el Premio Nobel de Medicina de 2005, hace poco más de una década, fue a parar a los científicos Robin Warren y Barry Marchall precisamente por sus investigaciones sobre esta bacteria, que hicieron que la comunidad médica cambiara de criterio respecto a la procedencia de muchas úlceras y gastritis y se pusiera por fin nombre a su verdadero culpable: la Helicobacter pylori.

Y una curiosidad. ¿Ha oído hablar de científicos que experimentaron consigo mismos para demostrar sus teorías? Pues Barry Marchall fue uno de ellos (afortunadamente con un final feliz, cosa que no se siempre ha ocurrido así). Y es que para demostrar lo que decían, el doctor Marshall ingirió el contenido de un tubo de ensayo lleno de bacterias Helicobacter pylori. Como consecuencia de ello desarrolló una úlcera que posteriormente trataron con antibióticos, lo que también sirvió para que por primera vez la úlcera gástrica fuese considerada como una enfermedad infecciosa y no psicológica. Además, la implicación de la bacteria fue confirmada en muchas otras lesiones gástricas.

Un hogar ácido

Esta bacteria no sólo ha convertido en su hogar un entorno tan inhóspito como el estómago, sino que también muestra su gran resistencia a la hora de hacer frente a los tratamientos que los médicos prescriben. Así, la Helicobacter pylori resiste a los tratamientos más endiablados de la biomedicina: monoterapias (amoxicilina, claritromicina, tetraciclina, etc.), asociaciones con antiácidos (inhibidores de la bomba de protones -IBP- como el omeprazol) y terapias triples e incluso cuádruples (como la terapia cuádruple con bismuto).

Hasta tal punto es resistente que una vez que una persona se somete a tratamiento pasadas unas semanas hay que realizar una prueba para confirmar si se ha conseguido erradicar la bacteria… cosa que no siempre ocurre.

Es indiscutible que el uso de antibióticos ha supuesto toda una revolución en el tratamiento de enfermedades gástricas inducidas por la Helicobacter pylori, ya que en los casos en los que no conseguían curar las lesiones, al menos sí mejoraban considerablemente los síntomas, incluso en los casos de cáncer gástrico o de estómago.

Está comprobado que este tratamiento puede frenar el desarrollo de las lesiones gástricas, sea cual sea la edad del paciente e incluso si la infección perdura durante varios años. Pero después de años aplicando este protocolo, la Helicobacter pylori ha adquirido cierta resistencia al tratamiento, y la eficacia de los antibióticos que hasta ahora funcionaban al 100% ya es sólo del 75%, a lo que hay que añadir que a veces el tratamiento se sigue de manera errónea o insuficientemente, pues implica la toma de una cantidad enorme de pastillas a lo largo de varios días y los pacientes no siempre consiguen seguir las pautas correctamente.

Pero… ¿de verdad es invencible?

En el número de mayo de Plantas & Bienestar descubrirá que la “Rambo” de las bacterias sólo teme de verdad a una única cosa: ¡a las plantas, ya sean alimentarias o medicinales!

Entre las más eficaces, aquellas de la familia de las coles o de las brasicáceas, cuyo líder es el brécol. Y es que el brócoli concentra en sus brotes verdes unos compuestos llamados glucosinolatos, capaces de convertirse en sulforafano, una molécula supresora de la Helicobacter pylori.

¿Resultado? ¡Bacteria KO!

Cueza el brécol bien verde al vapor suave (a no más de 90º C), tómelo con zumo de limón y aceite biológico para optimizar sus efectos, y complete su arsenal con rábano negro (en rodajas o en zumo) y rábano picante en forma de wasabi.

Entre otras plantas cuya eficacia subrayan los estudios científicos se encuentran apuestas seguras como la cúrcuma, el jengibre y numerosas bayas como la aronia negra, por mencionar sólo una.

Pero, por supuesto, en nuestro “especial anti-helicobacter” de Plantas & Bienestar también descubrirá todos aquellos alimentos que agravan los síntomas, y que hay que desterrar en caso de sufrir problemas digestivos.

Y también verá que hay sorpresas, ya que ciertas especias que por lo general son excelentes para la salud deben evitarse cuando se tiene (o se sospecha que se tiene) Helicobacter.

El comino negro o el aloe vera son otros dos grandes clásicos, que para que sean eficaces hay que utilizar durante al menos tres meses. El regaliz, por su parte, de uso más delicado, hay que consumirlo durante un máximo de 10 días al mes en ausencia de contraindicaciones (encontrará todos los detalles en nuestro artículo).

Finalmente, los aceites esenciales antiinfecciosos son una verdadera legión, pero sólo vamos a recomendarle aquellos sobre los que se han realizado estudios científicos recientes por su efecto como neutralizante directo de la Helicobacter pylori.

La Helicobacter sin duda es una superbacteria… 

Las 5 etapas de la depresión, y primeras señales de alerta

Psicología clínica

Antes de desarrollar todos los síntomas de los trastornos depresivos aparecen señales que advierten.

Las 5 etapas de la depresión, y primeras señales de alerta
Oscar Castillero MimenzaOscar Castillero MimenzaPsicólogo

Un gran número de personas son diagnosticadas cada año de depresión mayor. Se trata de un trastorno que dificulta e incluso invalida el funcionamiento normal del sujeto debido al elevado malestar que produce, siendo uno de los trastornos mentales más comunes y conocidos tanto por los profesionales de la psicología como por la población general.
Este problema aparece de distintas formas y debido a diferentes causas, pero en general es posible observar un proceso con diferentes fases. Es por ello que en este artículo hablaremos sobre las etapas de la depresión.

La depresión mayor

La depresión mayor es uno de los principales trastornos del estado del ánimo y uno de los dos trastornos mentales más frecuentes, disputándose el primer puesto con los trastornos de la ansiedad.
Padecer este problema supone experimentar una amplia posible variedad de síntomas entre los que como mínimo deben aparecer el estado de ánimo triste y depresivo y/o anhedonia o ausencia de placer ante actividades anteriormente placenteras. Otros síntomas típicos son problemas de sueño o alimentación, así como búsqueda de aislamiento.
Las personas deprimidas suelen adoptar una posición pasiva ante la vida, sintiéndose indefensos y desesperanzados. Pierden la motivación y las ganas de actuar, y con el tiempo terminan evitando actividades que antes eran agradables, puesto que ya consideran que tengan sentido.
Asimismo, se produce un deterioro en la capacidad de concentración, atención y memoria. En algunos casos también aparecen agresividad e impulsividad, siendo un estado irritable frecuente que la tristeza en los casos de depresión infantil.
Los sujetos con un trastorno depresivo manifiestan una serie de sesgos cognitivos que les hacen captar la realidad de una forma distorsionada, cosa que les lleva a mantener pensamientos automáticos negativos hacia la propia persona, su futuro y el mundo que se organizan a modo de esquemas de pensamiento disfuncionales . Asimismo suelen atribuir los errores a factores internos, estables y globales, cosa que facilita el pensamiento depresivo distorsionado.

Las causas

Este trastorno tiene una gran cantidad de posibles orígenes, pudiendo deberse a factores biológicos (como en la depresión endógena) o factores externos.
Lo más habitual es que en todos los casos existe un suceso o situación que desencadena la aparición de sensación de indefensión y desesperanza. Puede tratarse de un suceso traumático, de la acumulación de pequeños sucesos estresantes o de la existencia de un reforzamiento insuficiente.

Etapas o fases del trastorno depresivo

Si bien la depresión puede tener diversos tipos de cursos y la sintomatología concreta puede variar de persona a persona, se considera que quien la padece pasa por una serie de fases hasta desarrollarla por completo. Son las siguientes:

1. Suceso desencadenante

Si bien existen factores de vulnerabilidad tales como la herencia genética o la sensibilidad ante el daño que tienen importancia a la hora de desencadenar un trastorno depresivo, éste suele venir de la mano de la vivencia de un suceso negativo, el cual terminará por desencadenar los primeros problemas.
El suceso desencadenante provoca que empiecen a nacer en el sujeto sensaciones de vulnerabilidad y de tristeza, e incluso de indefensión y desesperanza si la situación aversiva se prolonga en el tiempo.
Si estas sensaciones se mantienen sin que el sujeto sea o se crea capaz de sobreponerse a ellas, puede llegar a instaurarse una depresión.

2. Activación de distorsiones cognitivas

El suceso desencadenante produce que la persona active una serie de esquemas cognitivos, es decir, el modo en el que se relacionan sus ideas y creencias sobre el mundo y sobre ella misma. 
Esto, a su vez, hace que la interpretación de lo que le va ocurriendo cambie, generando distorsiones cognitivas que hacen ver el mundo como algo hostil y a sí misma como algo indefenso, incapaz y desesperado. Esta es la etapa de la depresión en la que empiezan a cambiar muchas de las creencias en las que se basa la propia vida.

3. Aparición de síntomas

A partir del procesamiento distorsionado de la información, la persona empieza a manifestar la sintomatología típica, con un bajo nivel de afecto positivo y un elevado afecto negativo, siendo algunos de ellos el estado de ánimo triste y la disminución de la capacidad de sentir placer, enlentecimiento mental y físico y búsqueda de aislamiento.

4. Inhibición vital

La aparición de apatía, anhedonia y abulia (respectivamente falta de energía y motivación, placer y ganas o voluntad de actuar) típica de los trastornos depresivos provoca que el individuo depresivo termine alejándose de actividades que antes le gustaban, tales como hobbies y otras pasiones, aislándose activamente y/o disminuyendo su productividad, efectividad y compromiso.

5. Aparición de problemas mantenedores de la depresión

El conjunto de síntomas de una persona depresiva suele provocar con el tiempo la aparición de nuevos sucesos o aspectos que pueden empeorar o mantener en la mente la sintomatología.
Por ejemplo, si bien en un principio la persona deprimida tiende a despertar las simpatías de su entorno cercano, con el tiempo la situación del afectado y en ocasiones su deseo de soledad acaba por serles aversiva, produciendo un alejamiento del individuo de su entorno. Esto induce la percepción de falta de apoyo, que acentúa la problemática existente y la sensación de vulnerabilidad, indefensión y desesperanza.

¿Y después? Posibles tratamientos

Estas etapas o fases de la depresión suelen darse con frecuencia en casi todos los casos. Posteriormente, el individuo puede recurrir a la terapia psicológica y/o farmacológica con el fin de tratar su problema.
En base a la respuesta al tratamiento, se conseguirá entrar en una fase de remisión parcial o total de los síntomas e incluso llegar a la recuperación completa.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que en ocasiones nos encontramos con depresiones de curso recidivante, en las que suceden varios episodios depresivos a lo largo del tiempo con temporadas con remisiones parciales o totales. En estos casos además de las etapas anteriores también podemos hablar de la recaída, que también deberá ser atendida.

Referencias bibliográficas:

  • American Psychiatric Association. (2013). Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales. Quinta edición. DSM-V. Masson, Barcelona.
  • Belloch, A.; Sandín, y Ramos (2008). Manual de psicopatología. Madrid. McGraw-Hill (vol. 1 y 2). Edición revisada.
  • Santos, J.L. ; García, L.I. ; Calderón, M.A. ; Sanz, L.J.; de los Ríos, P.; Izquierdo, S.; Román, P.; Hernangómez, L.; Navas, E.; Ladrón, A y Álvarez-Cienfuegos, L. (2012). Psicología Clínica. Manual CEDE de Preparación PIR, 02. CEDE. Madrid.

Aparecen tres misteriosos círculos en Argentina


Carmen de Areco es una localidad argentina que ha sido protagonista recientemente de la aparición de tres enigmáticos  en una especie de formación triangular.

Los círculos son de grandes proporciones y aparecieron repentinamente en una de las cabeceras de la pista de césped del Aeroclub de esa localidad rural de la provincia de Buenos Aires, a metros de la ruta Nacional N° 7, según informó Jorge Fernández Gentile en el blog Dogma.
“Si bien en la zona suelen observarse durante las noches y con relativa asiduidad algunas luces extrañas y varios pobladores refieren haber visto naves de origen desconocido, por esta vez, nadie pudo confirmar que algo extraterrenal haya producido esos dibujos en los últimos días, ni antes ni después de la aparición. Por eso mismo, y quizá como novedad más importante, el intendente del partido, Marcelo Skansi, decidió que se tomen muestras del pasto marcado y se derive al Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) para determinar el origen del misterioso hecho.”, indicó Fernández Gentile.
“Lo primero que se hizo fue descartar cualquier actividad humana porque no es un lugar abandonado. Los círculos son grandes y llamativos, no es para nada habitual. Pedí que tomaran una muestra y la lleven al INTA para descartar cualquier avivada. Estamos todos ansiosos esperando los resultados, y sí hay gente que conoce del tema, que lo investigue”, explicó Marcelo Skansi.
Tras la noticia, investigadores de la Comisión de Estudio del Fenómeno  de la República Argentina (CEFORA) se desplazaron al lugar y tomaron muestras del pasto, que en ese caso serán analizadas por científicos de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires (UBA).
“Poseen algunos patrones que encuadran dentro del fenómeno OVNI, empezando por la perfección del trazado”, explicó escuetamente la presidenta del equipo, la reconocida ovníloga Andrea Pérez Simondini, toda una autoridad en la materia.

Cualquiera habla y critica, pocos escuchan y entienden


Hablar y criticar es fácil, solo es necesario abrir las compuertas y decir lo que pensamos. Escuchar y entender es mucho más difícil porque implica, ante todo, adoptar una actitud activa que nos permita ponernos en un segundo plano y ser empáticos con la persona que tenemos delante. Para evitar los problemas que esta actitud acarrea en nuestras relaciones interpersonales, basta tener presente la frase de Epicteto: “La naturaleza nos dio dos ojos, dos orejas y una boca para que pudiéramos observar y escuchar el doble de lo que hablamos” :)

La escucha activa es un don de pocos


Muchas personas se limitan a oír, que no es lo mismo que escuchar. Oyen lo que decimos pero no lo procesan, y luego se limitan a seguir un guión preestablecido en su mente que a veces ni siquiera tiene puntos en contacto con lo que hemos dicho. Estas personas no entienden la comunicación como un acto enriquecedor sino como una batalla a ganar, en la que uno debe tener la razón y el otro, equivocarse.
La escucha activa es otra cosa, implica un esfuerzo mayor, tanto a nivel cognitivo como emocional. La escucha activa significa ir más allá de las palabras para comprender las emociones y los sentimientos que subyacen al discurso.

Implica una actitud activa en la que intentamos ponernos en el lugar del otro, por lo que no criticamos sino que nos ensimismamos en su forma de ser y la experiencia que ha vivido, para poder comprender realmente lo que nos está diciendo.

La escucha activa también significa estar disponibles emocionalmente, plenamente presentes, para poder conectar con nuestro interlocutor. De hecho, no significa simplemente escuchar sino también hacer preguntas que nos ayuden a comprender mejor el mensaje que nos intenta transmitir.

Una pista sutil de que la persona está conectando emocionalmente y mantiene una escucha activa es lo que se conoce como “mirroring”. Se trata de un reflejo automático en el cual, quien escucha repite sin darse cuenta algunos de los gestos y movimientos corporales de quien habla, sobre todo las expresiones del rostro que denotan emociones como el dolor, la alegría, el asco o el miedo.

Cuando criticamos perdemos la oportunidad de crecer


Todos criticamos. La crítica surge de nuestra tendencia a la comparación. Comparamos continuamente las cosas para saber si son mejores o peores, más grandes o más pequeñas, más o menos adecuadas… 

Sin embargo, en las relaciones interpersonales es muy fácil pasar de la comparación a la crítica y asumir el papel de jueces. Todos esos comportamientos, actitudes y formas de pensar que no se ajustan a nuestros valores y expectativas terminan siendo criticados. Porque muchas veces criticamos lo que no comprendemos o nos asusta.

Sin embargo, cuando criticamos perdemos una valiosísima oportunidad de crecer. La crítica es una conclusión, un hecho que damos por cierto. Al contrario, cuando nos ponemos en la piel de los demás se puede producir un cambio sustancial porque salimos de nuestro pequeño “yo” y entramos en otra realidad, que puede ser mucho más rica o simplemente diferente, donde podemos aprender otras cosas.

Por eso, la crítica le hace más daño a quien critica que al que es criticado pues este último puede desembarazarse de las palabras que escuchó, pero quien critica habrá perdido para siempre esa oportunidad para crecer y conectar con otra persona.

Las 3 reglas de oro para criticar menos y ser más empáticos


1. Si te quedas con las palabras, te quedas con la mitad del mensaje. Solo cuando vas más allá de las palabras logras conectar realmente con la persona. Intenta descubrir las emociones que sustentan su discurso y lograrás comprenderle mejor, desde la empatía.

2. Ponte en el lugar del otro, o al menos inténtalo. Si por un momento dejamos de pensar en nosotros, abandonamos nuestras creencias preconcebidas e intentamos ponernos en el lugar del otro, será mucho más difícil que asumamos la actitud de jueces.

3. Todos se equivocan, incluso tú. Trata a los demás como te gustaría que te trataran. Cuando asumimos que todos nos equivocamos en algún momento, podemos ser más comprensivos y adoptar una actitud más tolerante. Piensa en cómo te gustaría que te trataran. ¿Querrías que te juzgaran y criticaran o preferirías una actitud más empática y comprensiva? Recuerda que todo lo que das, lo recibes de vuelta de una u otra manera.

Kap-Dwa: El misterioso gigante de tres metros de altura y dos cabezas de la Patagonia


Posted: 04 Apr 2017 06:13 AM PDT
Kap-Dwa: El misterioso gigante de tres metros de altura y dos cabezas de la Patagonia
Existen diversos textos antiguos y evidencia general que respaldan la noción de que gigantes existieron en la Tierra. Sin embargo, probablemente nunca has encontrado una historia como esta. Este artículo hace referencia a Kap Dwa, un gigante de dos cabezas de 3.5 metros de altura que, todo parece indicar, vivió en la Patagonia.

Aunque existan muchos engaños elaborados que muestran huesos gigantescos y esqueletos extraños en todo el mundo, hay algunos descubrimientos que desafían nuestra comprensión de la vida en la Tierra. La historia de Kap Dwa es más que fascinante y muchos la encuentran difícil de creer.


Entonces, ¿de dónde vino?
La historia comienza en el año 1673 cuando este enorme gigante de dos cabezas fue capturado por marineros españoles donde permaneció cautivo hasta que fue asesinado mientras trataba de escapar. Al parecer los españoles lo mataron clavándole una lanza en el pecho.

La historia desparece luego de tal fatídico hecho, pero se cree que sus restos momificados de alguna manera llegaron a Inglaterra en el siglo XIX.

En 1914, después de pasar de un espectáculo a otro, los restos momificados de Kap Dwa terminaron en el muelle Birnbeck en Weston. Allí, sus restos pasaron unos 45 años en exhibición hasta que Lord Thomas Howard compró los restos en 1959. Kap-Dwa continuó sorprendiendo a la gente y de alguna manera terminó en Baltimore Md, en una extraña colección en Bob’s Side Show en The Antique Man Ltd en Baltimore, propiedad de Robert Gerber y su esposa.
Kap Dwa, el gigantes de dos cabezas
Kap Dwa, el gigantes de dos cabezas

De hecho, más de uno podría pensar que esto solo se trata de otro engaño elaborado; sin embargo, Kap-Dwa existe y los restos momificados se pueden encontrar en la colección de Gerber.

El Sr. Gerber, sin embargo, cuenta una historia muy diferente a la anterior.

De acuerdo con Gerber, Kap-Dwa fue encontrado de hecho muerto en una playa con una enorme lanza incrustada en su pecho. La «criatura» fue momificada por los lugareños en Paraguay -no en la Patagonia- hasta que un capitán inglés llamado George Bickle encontró sus restos, eventualmente lo trasladó a Inglaterra, a un museo de Blackpool, donde permaneció en exhibición durante varios años.

Eventualmente, los restos momificados fueron transportados de regreso a las Américas, específicamente a Baltimore.
Los supuestos restos momificados del gigante Kap Dwa.
Los supuestos restos momificados del gigante Kap Dwa.
Podemos encontrar numerosos textos antiguos y relatos que mencionan la existencia de gigantes. Algunos de estos textos pueden incluso ser encontrados en libros religiosos como la Biblia.
Había gigantes en la tierra en aquellos días; y también después de esto, cuando los hijos de dios vieron a las hijas de los hombres, y engendraron hijos con ellas, éstos se convirtieron en hombres poderosos que eran de los viejos, hombres de renombre” (Génesis 6: 4).
Se cree que los Nephilim fueron descendientes de los «hijos de Dios» y las «hijas de los hombres» antes del diluvio según el Génesis 6:4. El nombre también se usa para referirse a los gigantes que habitaban Canaán en el momento de su conquista israelita, según Números 13:33.
Y allí vimos a los nefilim, los hijos de Anac, que venían de los nefilim; y nosotros estábamos en nuestra propia vista como saltamontes, y así estábamos en su presencia.” – Núm. 13:33.
Kap-Dwa puede haber sido real, y efectivamente, en nuestro planeta han existido y existen personas de gran estatura.
El hombre más alto de la Tierra, cuando se midió por última vez el 27 de junio de 1940, tenía 2,72 m.
El problema con las «dos cabezas» también se puede explicar como «gemelos unidos» y aunque no sean tan comunes, han existido en el mundo casos similares.
Depende de usted creer si algo así es posible, y si la existencia de Kap-Dwa demuestra que en el pasado lejano existieron gigantes en la Tierra.

No me grites que estoy sorda de un pie


 Lorena Vara González 3, Abril 2017 en Psicología4600 compartidos
mujer que asume sus cambios
No me grites que estoy sorda de un pie y por mucho que alces la voz no te voy a obedecer. Yo sigo mi camino y a veces me equivoco, pero por mucho que grites no harás que aminoren mis pasos: solo mostrarás tu falta de educación.
Ya sabes lo que dicen, no por mucho gritar uno tiene más razón, sino al contrario, uno obtiene menos respeto y mayor incomprensión. Dicen que las palabras son el mejor vehículo para la comunicación, pero también dicen, y lo olvidamos más, que cuanto más suben de volumen más valor pierden.
Gritamos porque es un recurso fácil para llamar la atención, pero lo que en realidad demostramos es nuestra falta de habilidades de comunicación.
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Para llegar a un punto de encuentro valen más un “gracias” o un “por favor”, una expresión razonada, que no unos gritos que silencian cualquier tipo de razón. No me grites, cuéntame, escúchame, ten paciencia y ayúdame a aprender de mis errores. Aprendamos el uno del otro, no nos perdamos en aullidos sonoros como si fuéramos lobos, no somos animales salvajes, somos seres racionales.

El que grita nos busca para atacarnos con su arma de combate: la palabra

No me grites, no me ataques, no utilices las palabras sin medirlas. Sé consciente de que las palabras, si no pasan el filtro de la razón, pueden envenenar toda una relaciónSé valiente y habla. Piensa que si me gritas no habrá punto de encuentro porque no voy a entrar en tu juego.
No me intimides a voces, porque no voy a escucharte. Voy a huir de tus aullidos como si conmigo no hablaras, porque para hablarme antes tienes que respetarme. Y las claves del respeto vienen de saber escuchar y aceptar que no todo el mundo piensa como tú… y habrá algunas cuestiones en las que ese mundo empiece conmigo.
No hay mayor forma de respeto ante uno mismo que no haciendo caso de las faltas de respeto que cometen hacia ti. Si quieren tu atención deben merecérsela, no se la regales a unos gritos de un cualquiera.
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Si no sabes cómo comunicarte, si sientes que estás frustrado y la ira llega a tu boca antes de que puedas pensar lo que dices, ponte en mi lugar y quizás así me entiendas y no me grites. Si no sabes cómo hacerlo te daré un consejo: “los dramas, las etiquetas, los “debería” y los “tengo siempre la razón” no son buenos alimentos para una relación”.
Tampoco ayuda eso de guardarse las pequeñas cosas para luego gritar a todo volumen y con detalles aquello que te molestó. No me grites pasados unos días. Háblame, enséñame, comparte conmigo aquello que te molestó y así podemos estudiar si lo nuestro tiene o no solución. Lo nuestro, porque es nuestro…
Y si nos encontramos en una bifurcación, será mejor que cada uno escojamos nuestro camino en lugar de usar los gritos para expresar nuestro dolor. No me grites porque así no aprendemos nada, no me grites si me aprecias o me amas.
chica tapándole cara su pareja

Si quieres enseñar modales, haz de modelo

No me digas tus bondades, no te vendas como víctima o eterno sufridor, muéstrame aquello que quieres; sé un modelo, no un provocador. Si pides algo más vale que sea algo que tú haces y que lo pidas con educación. Recuerda que recibe aquel que da, no el que exige sin demostrar nada.
Piensa que todos nos equivocamos, que no somos perfectos… pero que también aprendemos, cambiamos y construimos cosas a nuestro alrededor. Háblame de tus miedos, ábreme tu corazón, déjame entenderte y así podamos cambiar los gritos por un “por favor”.
Aprendamos juntos, conozcámonos, no intentemos cambiarnos, sino que intentemos ser como somos, pero con más educación. No me grites cuando no te guste lo que hago porque si me quieres me aceptas tal y como soy. No intentes cambiarme a gritos, así solo haces daño. No me grites porque estoy sorda de un pie y por mucho que lo hagas no dirás a dónde voy.

LA ROSA CHINA