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RECETA - PASTEL DE CALABACIN


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Publicado por Ingrid Pistono el 06 de Marzo de 2013
En mi línea de recetas sencillísimas y "resultonas", hoy os propongo que probéis una muy sencilla de pastel de calabacín con queso y jamón serrano.
Los ingredientes son:
- 3 huevos
- Un vaso de leche
- Un calabacín grande
- Tacos de jamón serrano
- Tacos de queso
- Ajo molido, pimienta y sal  

La elaboración de este pastel de calabacín es sencilísima:
Se trocea el calabacín, se espolvorea por encima ajo molido y una pizca de sal y pimienta. Se introduce en el microondas a máxima potencia unos 10 minutos.
Se añade al calabacín cocido los huevos batidos, la leche y los tacos de jamón y queso. Se coloca la mezcla en una fuente de horno y se espolvorea queso rallado por encima.
Se mete al horno a 220º durante 15 minutos y 5 minutos más al grill. 
Es un plato sabroso, sano, rápido, muy sencillo y apenas se mancha nada. Os recomiendo probarlo, os sorprenderá.

pastel de calabacin

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PARA VOSOTRAS MAMAS


FELIZ DIA DE LA MADRE



Fallece Ben E. King, autor y cantante de 'Stand by me'

A LOS 76 AÑOS


Ben E. King interpreta su famosa 'Stand by me' en 1961
Ben E. King interpreta su famosa 'Stand by me' en 1961
EL PERIÓDICO / BARCELONA
SÁBADO, 2 DE MAYO DEL 2015
Stand by me (1961) es la más célebre de las baladas que interpretó el músico estadounidense Ben E. King (Henderson, Carolina del Norte, 1938), fallecido este jueves a los 76 años por causas naturales, según confirmó su representante Randy Irwin.
Siendo niño, la familia de Ben E. King, de nombre real Benjamin Earl Nelson, de mudó al neoyorquino Harlem. Dio sus primeros pasos como cantante de soul y pop con la banda The five crowns pero encarriló su carrera a finales de los años 50 en el grupo The Drifters, para el que coescribió, en 1959, su primer éxito, There goes my babyPronto alcanzó la fama en los 60, cuando ya en solitario interpretó Stand by me, de la que fue coautor con los productores Jerry Leiber y Mike Stoller, y de la que realizó distintas versiones a lo largo de los años. El tema entró siempre en los rankings de los hitsmás escuchados y se convirtió en la cuarta canción más veces emitida en la radio y televisión estadounidense.
Entre los éxitos de Ben E. King, que vivía en Nueva Jersey, en la costa Este, también figuran Save the last dance for me, Dance with me, This magic moment, I count the tears, Spanish Harlem y Lonely winds.
EN OTROS MEDIOS

    10 consejos científicos para mantener a flote tu matrimonio



    ¿Sabes que la ciencia es capaz de conservar en buen estado tu matrimonio? Parece algo sacado de una película de ciencia ficción pero es cierto. Por ello hemos recopilado 10 consejos, avalados científicamente, que puedes aplicar desde este momento para ver cómo mejora tu matrimonio.

    1) El juego de las matemáticas

    Las relaciones sanas tienen cada día una media de 5 interacciones positivas frente a una negativa con su pareja. Coloca un papel en el frigorífico con dos columnas. En una apuntaréis las interacciones buenas y en otra las malas. Esto hay que hacerlo de forma semanal y observar en que cosas coincides con tu pareja. Os ayudará a mejorar vuestra conexión y complicidad.
    Vídeo: “Un hombre le pide matrimonio a su novia con un flashmob en la gran manzana”

    2) Recordad vuestra historia

    ¿Habéis perdido la “chispa” que tuvisteis al principio? Esto tiene fácil solución. Intenta averiguar lo que te enamoró de tu pareja. La idea es que hagáis un pequeño “viaje mental” para situaros en esos momentos tan especiales e intentéis recrearlos en vuestra vida diaria… veréis como todo mejora.

    3) Ser positivo

    Muchas veces los problemas no nos dejan ver mucho más allá. A pesar de que las cosas estén mal, siempre es necesario que seamos positivos, que atraigamos buenos pensamientos a nuestra mente y alejemos todo lo negativo que nos pueda llegar a afectar. Así será mucho más sencillo mantener nuestro matrimonio a buen recaudo.

    4) Cuidado con la familia

    Tenemos que pensar que nuestra pareja es ahora nuestra familia. Puede que nuestros familiares lo único que quieran es ayudarnos pero, a veces, pueden perjudicarnos más que otra cosa. Es importante escuchar sus consejos pero también distinguir si lo único que quieren es malmeter.

    5) Basa tu matrimonio sobre la amistad

    Tu pareja te tiene que ver como un amigo en el que pueda confiar. Un matrimonio no se puede basar únicamente en el sexo o en el amor, también necesitamos que se haya establecido una confianza profunda. Solo de esta forma seremos capaces de superar los obstáculos del camino.

    6) ¿Terapia de pareja?

    Según los últimos estudios cada vez son más las parejas que tienen algún tipo de problema en su matrimonio. Las terapias de pareja son efectivas siempre y cuando los dos miembros del matrimonio quieran someterse a ella.
    matrimonio

    7) Cuidado con lo que dices

    No se trata de que no expreses tu opinión sobre algún tema… pero ya llevas mucho tiempo con tu pareja para saber qué es lo que le hace enfadar. Es conveniente evitar ciertos temas para que no hayan discusiones que no lleven a ninguna parte.

    8) Sé creativo

    Innova en tus relaciones y verás cómo son más duraderas. Evita que caigan en la rutina; de esta forma vuestra vida será un torbellino de emociones donde cada día es mejor que el anterior.

    9) Relajación

    ¿Hay algunos comportamientos o acciones de tu pareja que te “sacan de tus casillas”? No pasa nada, ve a un lugar tranquilo e intenta relajarte. En cuanto se te pase verás que todo ha sido una tontería.

    10) Sobre todo… no olvides reíros

    Reírse es muy sano y puede realmente contribuir a mejorar nuestra relación. Si encontráis la manera de reíros juntos, vais a estar estupendamente

    Crecer es aprender a decir Adios


    decir adios
    Dicen que crecer es aprender a decir adiós.
    Pero no un hasta luego, un quizás, un a lo mejor. Es una despedida sin retorno, sin vuelta atrás.
    Es un adiós sonoro, con tilde y con punto final. Y es que nos cuesta mucho poner punto final, con lo fácil que son los puntos suspensivos…
    Dejar las cosas en stand by, por si acaso. Que decir adiós son palabras mayores. Llegar a una posición de no retorno nos angustia, nos enfrenta a un horizonte de posibilidades donde a lo que dijimos adiós, ya no estará más.
    Un adiós de los que retumban en el alma. Esos son los que duelen.
    Yo nunca me atrevía a decir adiós. Y no hacerlo es dejar una ventana abierta al dolor, a la desilusión y al desencanto. La esperanza es lo último que se pierde, pero si la causa está perdida, es mejor dejar ir, respirar hondo, y soltar.
    Decir adiós a quien te rompió el corazón. A quien te desgarró el alma. Al que dices hasta luego porque es mejor sentir dolor que no sentir nada. Y es que ese frío en el pecho te aterroriza. Te desnuda. Te tira al suelo.
    Y eliges la incandescencia del dolor, de la ira y de la rabia.
    Porque ni te planteas decir adiós. Crees que tus sentimientos sólo pueden ser una variación de esos estados. O fuego o frío. Porque no conoces otra cosa. Porque no te han enseñado a sentir diferente.
    Porque no te has atrevido a decir adiós.
    Crees que tu corazón se congelará, y nunca más volverá a sentir fuego. Y te doy la razón. Que lo mejor que te puede pasar es que no sientas jamás ese ardor que te consume. Que hay otro estado, ni tan frío ni tan sofocante.
    Un punto medio de una calidez suave, acogedora.
    Que no te abrasa. Que no te hiela.
    Que te llena el pecho y se extiende hasta las puntas de los dedos de tus pies.
    Y es al decir adiós, cuando aparecerá alguien que te abrazará tan fuerte que tu corazón se derretirá de nuevo. Quizá no la semana que viene, ni el año que viene. Pero llegará. Cuando aprendas a decir adiós de verdad, con todas sus consecuencias. Entonces tu alma quedará libre para dar bienvenidas a alguien que de verdad lo merezca.
    dejar marchar
    Poco a poco aprenderás a decir adiós al que se aprovechó de ti, de tu amistad y de tu confianza. De quien te vende por menos que nada. Adiós a esas personas que hoy están aquí y mañana con el sol que más alumbra. Que buscan estar a la sombra de otras personas, porque son incapaces de irradiar luz.
    Esas personas interesadas, egoístas, y tristes. Ésas son las que se merecen tu adiós. Pero el que lleva tilde y punto final.
    Rodéate de gente que también aprendió a decir adiós, porque con ellos tendrás la certeza de su amistad. Han sufrido, han llorado, y han dejado ir.
    Saben lo que quieren, y lo que es más bonito, te quieren a su lado.
    Con tus rarezas, con tus manías, pero te quieren a su lado.
    Cuando aprendas a decir adiós, construirás relaciones verdaderas y enriquecedoras.
    Tu círculo se reducirá, pero no cambiarás a ninguna de esas personas que lo forman ni por todo el oro del mundo.
    Dicen que los amigos son la familia que elegimos. Di adiós al que no puedas llamar hermano.
    El miedo a la soledad a veces nos empuja a poner puntos suspensivos. A decir hasta luego en vez de un no quiero verte más. Pero esa soledad es necesaria para saber a quién necesitas a tu alrededor.
    Quizá por eso mantenemos relaciones a lo largo de nuestra vida que ni aportan, ni te hacen crecer, ni te completan. Lo peor que te puede pasar es vivir rodeado de gente, y sentirte solo.
    Con tanto ruido, los sentimientos los escuchas con interferencias, como si se tratase de una radio vieja mal sintonizada.
    Escúchate. Aléjate del ruido.
    Tu tiempo es valioso.
    No lo malgastes con personas que no lo merecen.
    Aprende a decir adiós. Libérate de esas cadenas y haz espacio para nuevos recibimientos.
    Porque como bien dice el maestro Sabina; “Para decir con Dios, a los dos nos sobran los motivos”.