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Los 7 Errores comunes en dietas reductoras.

Los 7 Errores comunes en dietas reductoras.


1. Eliminar completamente los carbohidratos.

Los carbohidratos son la principal fuente de energía en el cuerpo y jamás deben ser excluidos de una buena alimentación, pero solo bien administrados logran su objetivo principal, esto quiere decir, su consumo debe ser en el desayuno (y/o) almuerzo, de esta manera tienes el resto del día para poder quemarlos. Una dieta sin carbohidratos solo logrará que pierdas de peso temporalmente, pero en cuanto lo comiences a consumir de nuevo vas a subir incluso más libras de las que ya tenías...recuerden mi gente que todo en esta vida es cuestión de balances, se puede comer bien, pero sin excesos!

2. Dejar de comer.

Mucha gente deja de comer porque cree que así bajaran de peso, pero pasa todo lo contrario, pues mientras comes, más rápido funcionará tu cuerpo y de la misma manera aumenta el metabolismo, que es el encargado de quemar todas esas calorías que sobran y absorber los nutrientes necesarios. Comparemos el cuerpo con una chimenea llena de madera encendida, si no le echas madera, ¿el fuego se apaga, verdad?, pues bien, eso mismo pasa con nuestro cuerpo, hay que echarle comida para que esté permanentemente en funcionamiento, por eso necesitamos comer 3 veces para que funcione mejor y más rápido.

3. No tomar agua.

Este es uno de los errores más grandes que se comete al querer bajar de peso; recordemos que más del 75% de nuestro cuerpo está compuesto por este líquido y que es vital para aumentar la secreción de fluidos como el sudor y la orina que es precisamente por donde se eliminan todos las toxinas. Existe una mala concepción de que tomar agua nos hace subir de peso, ya que muchas personas que lo hacen no van seguido al baño y al retener todo el líquido que consumen, suben de peso; pues bien, la culpa no es del agua que tomamos sino de la cantidad de sodio que no permite que este preciado mineral cumpla su objetivo; para eso hay que disminuir el consumo de sodio  y verán de qué manera esto comenzará a cambiar.


 4. Tomar pastillas.

Solo te haré un par de preguntas al respecto: ¿vas a tomar pastillas el resto de tu vida? o ¿vas a alimentarte saludablemente el resto de tu vida? Las pastillas no es alimento y no son naturales.

5. Dejar de comer el resto del día como "castigo"

Si estás haciendo una dieta y por algún motivo "caes en la tentación" y a la hora del almuerzo te comes ese postre delicioso que tanto te gusta, ¿que es lo que hace la mayoría de la gente? No comer nada el resto del día ¡error! Esto es muy común que suceda (interrumpir la dieta) y lo mejor que se puede hacer es precisamente comerte tu comida correcta tres horas después de aquel "gran pecado" que acabas de cometer. Ahora les diré por qué. Esa comida saludable que vas a ingerir va a lograr que el metabolismo del cuerpo siga aumentando y de esa manera ayudará a quemar más rápidamente aquel famoso postre; pero si no comes nada, tu metabolismo estará tan lento que lo único que lograrás es que ese dulce del almuerzo se quede allí haciendo de las suyas.

6. Seguir dietas recomendadas por amigos o famosos.

¿Alguna vez has escuchado aquello de: "cada ser es único e irrepetible"? pues bien, eso es exactamente lo que debes tener en cuenta a la hora de hacer la dieta que hizo bajar más de 10 libras al vecino en solo una semana, o la dieta de la sopa con la que tu actriz favorita se puso fabulosa para su más reciente película. Hay que tener muy claro que si al vecino y a la actriz les funcionó lo que hicieron no quiere decir que a todos les va a hacer el mismo efecto. Tener una nutrición saludable diseñada por un profesional de acuerdo a tu propio cuerpo, a tus condiciones médicas, incluso a los gustos por ciertas comidas es la manera correcta de lograr tu peso ideal, pues no se trata de perder peso para la fiesta que tenemos el próximo domingo que lucir espectaculares por el resto de nuestras vidas, ¿verdad?

7. No saber leer las etiquetas.

Las dos palabras de moda últimamente "fat free", es para algunos todo lo que necesitan ver para comprar ese producto. Aquí el asunto pasa por las "porciones". No es que el producto completo tenga los gramos de azúcar que allí te dicen, ¡no!, es que esa cantidad de sodio, o de carbohidratos que aparecen hay que multiplicarlos por la cantidad de porciones que allí te indican, en otras palabras, te dan la cantidad incompleta de estos ingredientes para que tu no solamente te alimentes mal sino que, como si fuera poco, te tienes que tomar la molestia de hacer la multiplicación que ellos no hicieron por ti.

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