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RECETA - JUDIAS VERDES CON TOMATE


Opinión de los internautas
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Origen de la receta:  Española
Tipo de cocción:  placas eléctricas, gas, vitrocerámica
Tiempo de preparación: 20 minutos
Tiempo de cocción: 40 minutos
Ingredientes (4 personas):


Preparación: 

1-Retiramos las hebras de las judías verdes, cortamos en varios trozos y hervimos en abundante agua con sal hasta que estén tiernas.

2-Troceamos la cebolla y los ajos, ponemos aceite en una sartén y pochamos. Incorporamos el tomate maduro pelado y pasado por la batidora. Ponemos el fuego fuerte y dejamos que reduzca.

3-Salpimentamos el tomate frito, añadimos pimienta y el comino molido al gusto, damos un hervor y añadimos las judías verdes cocidas. Apartamos.

VIAJES - Siete pistas para disfrutar de Grecia esquivando los tópicos


El archipiélago sigue siendo un destino con un incalculable patrimonio cultural y paisajístico. 

Foto: Elisabeth G. IborraFoto: Elisabeth G. Iborra
Grecia es mucho más que la terrible crisis económica que asola a sus ciudadanos. Más allá de la decadencia de un sistema político o del turismo de lujo, distante al drama que viven los griegos, hay un patrimonio histórico, cultural y paisajístico que permanece intocado, puro y dispuesto a darse a conocer. Te propongo siete modos de conocer Atenas y la islas del Egeo en las cuales no te sentirás un turista más, sino un viajero libre.
Al fin y al cabo, tal como decía Graham Greene, "la diferencia entre el turista y el viajero, es que el turista sabe cuándo volverá y el viajero no". Si necesitas más información para construirte tu propio viaje con independencia de los tópicos que asolan las guías y las páginas de internet, ésta es mi crónica Sin Grecia no habría más mundo (civilizado) que recorrer.

1. Atenas no es fea, de verdad

Te lo van a advertir, seguro. Sobre todo, la gente que considera que la Acrópolis no son más que piedras y la que no ha pasado de Plaka, el barrio turístico por excelencia. Pero es tan fácil como adentrarse en los barrios donde residen los locales. Empezando por Monastiraki, cuya calle Ermou está repleta de tiendas de todo tipo y la plaza Monastirakiou, que por las noches tiene unas vistas increíbles a la Acrópolis.
Por el barrio de Psiris, se mueven artistas y bohemios por sus mercadillos, cafés, restaurantes, creperías, etc. que sacan sus terracitas al aire libre y, en la plaza de Dacon Anargyriou o en la calle Lepariotou, hay muchos bares interesantes, algunos con conciertos. Entre Omonia y Paneristimio, en la plaza de la Universidad, hay multitud de placitas con cafés y boutiques modernas colindando con tiendas de siempre y con el mercado popular. 
Foto: Elisabeth G. Iborra
Foto: Elisabeth G. Iborra
Si estás harto de masas en la plaza Syntagma, encontrarás la paz en Kolonaki, el barrio que se eleva hacia el monte Licabeto. Descendiendo al nivel del mar, en el puerto del Pireo, Mónica Caballo, una española criada en Atenas aconseja "la zona de ocio nocturno de Microlimanos, después de una excursión al cabo Sunion, para ver el atardecer en los templos de Poseidón y Atenea".

2. Tienes alternativas para navegar entre las islas

Lo fácil es apuntarte a uno de esos cruceros que paran unas cuantas horas en las islas más demandadas y navegan mientras duermes. Más laborioso, a la par que independiente, es organizarte el tour por tu cuenta, de ferry en catamarán, combinando horarios y días de las compañías navieras.
Si prefieres que el viaje te lo customice un profesional, Patxi Urzaiz es un vasco helenizado que alquila veleros para grupos u organiza circuitos con el sistema plaza por plaza, al que te puedes apuntar solo, en pareja o con amigos, hasta que se llene el velero.
"De mayo a septiembre, partimos durante una semana a las islas del Sarónico y la costa oriental del Peloponeso, aconsejable para quienes no hayan hecho nada o poca navegación, ya que las aguas son más tranquilas y son raros los golpes de mar", cuenta Urzaiz. Su oferta es una forma guiada de descubrir playas desiertas, pueblecitos y lugares recónditos, y aún poco transitados, en Egina, Epidauro, Poros, Dhokos y Leonidio, Fokianos e Hydra.
Foto: Elisabeth G. Iborra
Foto: Elisabeth G. Iborra

3. Las Cícladas Menores, para profundizar

Los griegos aseguran que en Donousa, Ano Kufonisi, Iraklia o Shinousa todavía se observa la vida tradicional griega, y que el silencio y la paz son la norma, porque no están explotadas. Si no puedes detenerte a pernoctar en cada una de ellas con el Skopelitis Express, confórmate con ir avistándolas superficialmente desde la proa del Skopelitis, seis horas que un ferry recorre en dos, pero sin vivir su idiosincrasia intacta (por el momento).
Al contrario que el velero, que te permite adentrarte en las Cícladas, pues, según Urzaiz, "lo único que cambia es la mar, que allí es más brava y sopla más fuerte el viento", los sitios adonde vamos son lugares tranquilos y alejados de la masificación turística. Las calas son realmente paradisíacas y los pueblos, tradicionales.

4. Santorini, millones de visitantes no pueden estar equivocados

Hay 2.000 islas deshabitadas en los mares griegos, pero no por ello Santorini va a desmerecer una belleza de visita obligada, como podrás comprobar ya desde la cubierta del ferry. Te extasiará la aproximación a La Caldera, la ladera frontal que da la cara a la isla volcánica, Thirasia, en cuyas aguas calientes es posible bañarse.
Foto: Elisabeth G. Iborra
Foto: Elisabeth G. Iborra
La centralizada Fira hay que pateársela cuesta arriba y abajo, si bien, para alejarte del gentío, se recomienda ir en bus a la preciosísima aldea de Oia. Eso sí, no te quedes en los bares atestados de turistas esperando a ver el el ocaso del sol dándole besos al volcán, aprovecha para callejear a solas haciéndoles fotos a los molinos y las campanas de sus iglesias a contraluz.

5. Paros y Antiparos

A la calle principal de la linda Paros le llaman 'street market', si bien, no es más que una calle con una tienda en cada número, de ropa y de joyería moderna que se aleja del souvenir hortera. Tanto en la capital como en Naussa, podrás apreciar la arquitectura típica blanca y azul. No obstante, para variar, los griegos recomiendan escapar de lo manido en el barco a Antiparos, por su viejo puerto de pescadores, sus peculiares casitas, sus plazas sombreadas por un solo árbol gigante y su castillo rodeado de viviendas con puertas diminutas. 
Foto: Elisabeth G. Iborra
Foto: Elisabeth G. Iborra

6 Naxos y sus aldeas paradas en el tiempo

Naxos es otra isla conocida por su vino y ciertos licores destilados, como los de la destilería Kitron Vallindrass, que está en la aldea de Halki, perdida en la montaña, paralizada en el tiempo. Al igual que la de Apiranthos, que rompe con la imagen de los folletos, gracias a las casas de piedra de estos antiguos pobladores de Creta que se exiliaron durante la matanza turca en la isla. ¡No te pierdas sus museos y los quesos de la región: xirotiro, arsénico kafalotiri, anthoiro, sour mizithira y gruyere de Naxos.

7. Amorgós, para ver arder el Egeo

En la isla de Katapola, se impone fisgar entre sus encantadoras villas, como la deKatapoliani. De allí, el bus te deja en la Hora en 10 minutos, de sobrecogedor paisaje. Coge fuerzas compartiendo mesa y rakipsimeni (una bebida tradicional destilada como el raki, pero con miel, té, canela y hierbas) con los paisanos en la taberna Xyma, que conserva la esencia de los hippies que la animaban en los 70. 
Foto: Elisabeth G. Iborra
Foto: Elisabeth G. Iborra

Y ya puedes subir zigzagueando entre sus 43 monasterios y sus divinas casitas, por sus suelos empedrados hasta el castillo y los molinos, que procuran unas vistas impresionantes de la bahía y del Egeo. Intenta verlo en llamas al atardecer, de camino al segundo puerto, el de Aegiali.

Los años nos ayudan a elegir mejor a las personas

Los años nos ayudan a elegir mejor a las personas


A medida que vamos creciendo nuestro círculo de amigos se vuelve más selecto. No es que nos volvamos personas antisociales, ni que debido a las responsabilidades no poseamos tanto tiempo para dedicárselo a nuestras amistades. Simplemente, con los años, hemos aprendido a elegir mejor a las personas que queremos que estén a nuestro lado.
Cuando somos más jóvenes, las relaciones interpersonales son todo un misterio. Hay muchas emociones con las que lidiar, muchas decepciones que superar y varias personas tóxicas de las que alejarnos. Con los años, conseguimos eliminar de nuestra vida a todas aquellas personas que no nos aportan nada y que se convierten en una piedra dentro de nuestros zapatos.
“Deben buscarse amigos como los buenos libros. No está la felicidad en que sean muchos ni muy curiosos; sino pocos, buenos y bien conocidos”
-Mateo Alemán-

Elegimos mejor porque aprendemos

Con el tiempo cambiamos, nuestras prioridades se transforman y valoramos situaciones y personas que antes pasábamos por alto. A medida que vamos cumpliendo años, entendemos que es mejor la calidad que la cantidad en lo que respecta a las relaciones. Ahora nos interesan las personas que cuenten, que aporten vibraciones positivas a nuestra vida.
Todo esto es comprensible y natural. Llega un momento en el que somos plenamente conscientes de que nuestro tiempo es muy valioso y desperdiciarlo con personas que no merecen la pena hará que lo disfrutemos mucho menos. Nuestro círculo de amistades se va reduciendo hasta que tan solo queden esas personas que consideramos especiales para nosotros.
amigos mirando paisaje
Pero, esta realidad no es una mera reflexión sino que un estudio ha brindado luz sobre este tema y resuelto a qué edad empezamos a ser conscientes de todo esto. La investigación fue realizada por la Universidad de Rochester, en Nueva York. Este reveló que a los 20 años priorizamos la cantidad de amigos más que la calidad. En esta edad, nos sentimos a gusto con esta decisión.
El tiempo no provoca que perdamos amigos, sino que aprendamos a distinguirlos
No ocurre lo mismo cuando pasamos la veintena y nos sumergimos ya en la edad de los 30. Aquí nos preocupamos ya por tener amigos verdaderos, amigos de calidad que nos alejen de la toxicidad de las relaciones, y también de la tristeza y soledad que muchas situaciones nos provocan. Mejorar nuestro equilibrio emocional es vital en esta época.
Aunque muchas personas puedan sentirse identificadas y este estudio sea una clara muestra de lo que a grandes rasgos pueda suceder, siempre hay excepciones. Dependiendo de nuestro grado de madurez, tal vez a los 20 años empecemos ya a acortar nuestro círculo de amigos o, por el contrario, podemos tener 30 años y continuar prefiriendo la cantidad a la calidad.

Con los años valoramos la amistad

Con los años somos conscientes de que muchas personas no merecen llevar la etiqueta “amigo”. La amistad no es lo que nos habían contado, va más allá. ¿Qué personas han estado a tu lado en los malos momentos? ¿A quién puedes llamar si tienes necesidad de desahogarte? Puedes responder a estas preguntas ahora mismo.
Quizás, para ti, no sea muy difícil encontrar un nombre, dos o incluso tres. Pero, para muchos tal vez no haya una respuesta. Si es así, no empieces a agobiarte. Esto significa que valoras la amistad y que, probablemente, no ha llegado a ti esa persona que será un amigo verdadero. Es difícil encontrarlo, pero no imposible.
ancianas tomando café
Llegados a este punto, seguramente te venga a la mente la hipocresía de las redes sociales. Esas en las que tenemos 100 amigos, 200…, pero curiosamente a muchos ni los conocemos. El afán por mostrarnos sociables y presumir de ello supera a la realidad. Pero, las apariencias, con los años, van perdiendo importancia.
Un verdadero amigo viene a tiempo. Los demás, cuando tienen tiempo.
Si no has pasado por la transición de empezar a reducir tu círculo de amigos, tal vez no has lidiado con la ansiedad que aborda a todas las personas que ven cómo esa cantidad de amigos que creían tener se va reduciendo considerablemente hasta que puedes contarlos con dos manos o incluso una. Es aquí cuando podrás ser consciente de la verdadera realidad y de la mentira en la que te encontrabas viviendo.
¿Eres de los que prefiere la calidad o la cantidad? Como bien hemos visto, hay un momento deaprendizaje en el que pasamos de tener muchas amistades a valorar verdaderamente lo que significa la propia palabra “amistad”. Todo es un proceso, es el curso natural de nuestra existencia el que nos permite valorar con los años a todas esas personas que, a pesar de las circunstancias, estarán siempre a nuestro lado.
amigos en bicicleta

Elimina El Dolor y El Estrés Con Estos Inusuales Remedios

Nuestro cuerpo es inteligente. Tiene la capacidad de superar enfermedades y dolores sin la necesidad de ninguna ayuda externa. Estos seis remedios alternativos funcionan a la perfección si padeces dolor de garganta, nariz congestionada o un poco de ansiedad. La siguiente guía práctica de salud te ofrece algunos trucos inusuales que te ayudarán a ponerle fin a este tipo de molestias y dolores. 
 
1. Calmar las molestias en la garganta
Remedio: Rascar la oreja
6 alternativos remedios
Una taza de té caliente o hacer gárgaras de agua salada puede proporcionar un alivio temporal para las molestias y cosquilleos en la garganta. Sin embargo, según el doctor Scott Schaffer, el secreto para un alivio duradero es rascarse la oreja. Según Schaffer, cuando se estimulan los nervios del oído, se crea un reflejo en la garganta que puede causar un espasmo muscular. Este espasmo ayuda a aliviar el cosquilleo.
2. Dolor de muelas
Solución: Aplicar hielo en la mano

Este truco es especialmente útil para las personas con dientes sensibles. Cuando el dolor comienza a hacerse más fuerte, se debe colocar un hielo en la parte posterior de tu mano y frotarlo entre tus dedos índice y pulgar. Este remedio funciona porque esta zona está llena de las vías nerviosas que mandan señales de dolor desde las manos y la cara al cerebro. Las temperaturas frescas bloquearán los mensaje que envían señales de dolor al cerebro. 
 
3. Calmar los nervios en el estómago
Remedio: Soplar el pulgar
6 alternativos remedios
Las sensaciones de cosquilleo en el estómago pueden ser algo incómodo. Pero en lugar de dejar que los nervios se apoderen ti, sopla el dedo pulgar para aliviar tu ansiedad. Aunque pueda parecer extraño, si lo haces regularás tu respiración y controlarás tus nervios, ayudando a disminuir la frecuencia cardíaca.
4. Deshacerte de una migraña
Solución: Aplicar presión en el espacio entre el dedo pulgar y el dedo índice
6 alternativos remedios
En lugar de optar por píldoras potentes para aliviar el dolor, prueba la antigua técnica de los puntos de presión. Utiliza el pulgar y el dedo índice de la mano izquierda para aplicar presión en la membrana que está ubicada entre el dedo índice y el pulgar de tu mano derecha. Mantén esa posición durante dos minutos y haz un movimiento suave y circular. A continuación, repite el mismo proceso en el otro lado. No realices presión en este punto si estás embarazada. 
5. Desbloquear una nariz tapada
Solución: Aplica presión en el espacio entre las cejas

Presiona la lengua contra el paladar y coloca un dedo entre las cejas y aplica presión. Mantén esta posición durante unos 20 segundos para que tu nariz comience a drenar. Podrás disfrutar de una respiración profunda después de 20 segundos.

6. Reducir el riesgo de tener una cicatriz tras una quemadura
Solución: Presiona suavemente la zona afectada

En lugar de buscar una bolsa de hielo después de una quemadura, presiona suavemente la zona afectada. Con esta presión le devolverás la temperatura natural a tu cuerpo con rapidez reduciendo el riesgo de ampollas.