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La espirulina no es un medicamento, sino un alimento.

Adivina, adivinanza…

Si este texto comenzase anunciando que va a hablar del “alimento del milenio”, probablemente usted pensaría que se trata de una exageración. Pero si supiera que quien así lo llama es la ONU, la cosa cambiaría.

Si a eso se añade que la OMS (Organización Mundial de la Salud) también lo ha alabado, y que la NASA lo ha seleccionado para la dieta de sus astronautas en misiones espaciales, le parecerá que no hay ninguna exageración, ¿verdad?

¿De qué piensa que se trata?

A ver si lo averigua. Aquí tiene varias pistas.

  • Pista nº 1: Tiene tres veces más proteínas que la carne de pollo y, en comparación con las proteínas vegetales, es superior a las leguminosas.
  • Pista nº 2: También lo llaman “fruto de los mares”, pues crece en el agua y se puede cosechar y procesar fácilmente. Tiene un alto contenido de macro y micronutrientes y es una increíble fuente de vitaminas del grupo B. ¡Posee tres veces más vitamina B12 que el hígado!
  • Pista nº 3 y última: Está considerado -y con razón- lo que los científicos llaman un “superalimento”.

¿Tiene ya la solución? ¿No?

La respuesta es… ¡el alga espirulina!

Quizá haya oído hablar de ella porque ha pasado de ser casi una desconocida para el gran público a ser un ingrediente de moda, sobre todo por su bajísimo contenido en grasas y porque apenas tiene calorías, lo que ha hecho que gane protagonismo para ayudar a perder peso. Pero sus propiedades van mucho más allá, y ahora está a punto de descubrirlas.

Lo que cuentan los libros de historia

Cuando los conquistadores españoles llegaron a México, les llamó la atención que los aztecas de la capital Tenochtitlán recolectaran del lago lo que llamaron “un nuevo alimento”. Los cronistas españoles hablaron de pescadores con redes finas que recogían algas de las lagunas con las que después se hacían una especie de tortas de color azul verdoso. (1)

No eran los únicos que se alimentaban de ese extraño alimento azulado. En algunos países de África ya se alimentaban de ella, y de hecho se sigue utilizando para elaborar un plato tradicional. La República de Chad, en pleno centro de África, es un amplio país sin litoral, de bajos ingresos y con un déficit crónico de alimentos. La situación nutricional de su población es difícil. A una misión científica europea le llamó enormemente la atención que las personas que vivían en la región de Kanem, cerca del lago Chad, no mostraban desnutrición pese a seguir una dieta muy pobre a base de mijo. El secreto estaba en el dihé, una comida tradicional que preparaban con las floraciones de un alga azul verdosa, la espirulina, que producía el propio lago. Las algas secadas al sol se cortan en pequeños cuadrados que pueden tomarse solos o mezclados con salsas, mijo, frijoles, carne o pescado. (2)

En 1967, la Asociación Internacional de Microbiología Aplicada consideró la espirulina como “una fuente de alimento maravillosa”. Y no es extraño que sobre ella se hayan realizado desde entonces tantos estudios científicos y que aún haya abiertas varias líneas de investigación.

Pero… ¿es un alga?

Un alga es un organismo que realiza la fotosíntesis oxigénica, en la que el agua es quien le proporciona los electrones, y obtiene carbono orgánico a partir de la luz del sol, liberando oxígeno. Actualmente se considera que en un sentido estricto sólo son algas los organismos eucariotas (es decir, los formados por células con un núcleo interno bien definido y encapsulado).

El alga espirulina es en realidad un organismo procariota, sin núcleo celular, en el que las células tienen un ADN libre en el citoplasma. (3)

Sea alga o no en sentido riguroso, lo cierto es que vive en un medio acuático y sus filamentos verde azulados la han convertido en un “superalimento” que tiene asombrados a los científicos.

Y las razones están en su composición.

  • Proteínas: la espirulina contiene cantidades increíblemente altas de proteínas vegetales (entre 55 y 70% de su peso en seco). Se trata de una proteína completa, que contiene todos los aminoácidos esenciales (aquellos que el organismo no puede fabricar por sí mismo) y es superior a todas las proteínas vegetales, incluidas las leguminosas. Además se digiere muy fácilmente, al no tener celulosa sus paredes celulares.
  • Ácidos grasos esenciales: la espirulina tiene una alta cantidad de ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga omega 3 (que previene enfermedades cardiovasculares, infartos, cáncer, diabetes y enfermedades inflamatorias, entre otras). En particular, la espirulina es rica en ácido γ-linolénico, ácido linoleico, ácido estearidónico, ácido eicosapentaenoico, ácido docosahexaenoico y ácido araquidónico. 

    Dentro de los ácidos grasos omega 6, hay uno cuyo aporte es deficitario, dado que apenas existen alimentos ricos en él y los pocos alimentos que lo contienen en cantidades significativas no suelen formar parte de la dieta habitual (aceite de onagra, aceite de borraja…). Hablamos del ácido gamma linolénico (GLA), con una importante acción vasodilatadora y antiinflamatoria. El alga espirulina es particularmente rica en este escaso ácido graso.
  • Vitaminas: contiene vitamina B1 (tiamina), B2 (riboflavina), B3 (nicotinamida), B6 (piridoxina), B9 (ácido fólico), B12 (cianocobalamina), vitamina C, vitamina D y vitamina E en cantidades muy interesantes.
  • Minerales: es fuente de potasio, calcio, cromo, cobre, hierro (en el que los alimentos vegetales no suelen ser especialmente ricos), magnesio, manganeso, fósforo, selenio, sodio y zinc.
  • Fitonutrientes: la espirulina contiene muchos pigmentos fotosintéticos, incluyendo clorofila, xantofila, betacaroteno, equinenona, mixoxantofila, zeaxantina, cantaxantina, diatoxantina, 3-hidroxiechinenona, beta-criptoxantina, oscilaxantina, ficobiliproteínas c-ficocianina y aloficocianina.
  • Fibra: ésta supone cerca del 5% de la composición del alga espirulina, en especial en forma de mucílagos, lo que le confiere un importante poder saciante (especialmente útil si se están siguiendo dietas de control de peso).

Como ve, aporta prácticamente todos los nutrientes. Y es por eso que la ONU ha puesto sus ojos en ella como forma de luchar contra la malnutrición que existe en muchas zonas del planeta y en situaciones de emergencia y crisis humanitarias. (4) (5)

Pero sin llegar a ese punto, usted también puede beneficiarse de las increíbles propiedades de este “superalimento”, pues su lista de indicaciones también es extensa: estados de fatiga mental y física, estrés, si se practica deporte, en períodos que por la razón que sea requieren más energía, en estados carenciales, para reforzar el sistema inmunitario o como apoyo cuando se está realizando una dieta para perder peso. Tiene propiedades antiinflamatorias, antioxidantes, hipolipidémicas e hipoglucemiantes (por lo que ayuda a disminuir la glucosa, el colesterol total y el LDL -o colesterol “malo”-). Además, es muy recomendable para las mujeres en general, dado su aporte natural de hierro. (6)

La espirulina es un “superalimento” casi perfecto. Si se utiliza en polvo, puede tomarse de mil formas e incorporarse a multitud de recetas. Por ejemplo, puede añadirse como un ingrediente más a batidos de frutas o de vegetales, espolvorearse en sopas, cremas de verduras, ensaladas, salsas…

Pero la forma más cómoda y habitual de tomarla es en forma de complemento alimenticio.

Es fácil encontrar ambos en herbolarios y tiendas de productos naturales, pues existen muchas marcas que venden este “fruto de los mares”, aunque no todos comparten la misma calidad. Sea cual sea la fórmula que usted elija (en polvo o en cápsulas; o bien ambas: tomando el suplemento en las principales comidas e introduciéndola además en sus guisos, ensaladas y zumos), es esencial asegurarse de su origen y forma de recolección y elaboración.

Cuidado con la zona de cultivo

Los mayores lagos de espirulina en su hábitat natural se encuentran en África Central, alrededor de los lagos Chad y Níger, y en África Oriental, a lo largo del Gran Valle del Rift. Pero la espirulina también puede cultivarse de forma fácil, lo cual es lo más recomendable para asegurarse de que no hay contaminantes ni tóxicos en el agua que el alga absorbería. En condiciones normales de agua, la espirulina puede ser una más de muchas especies de algas, pero además es capaz de sobrevivir en lagos alcalinos, donde no pueden hacerlo otros organismos. También es imprescindible que tenga una buena cantidad de luz.

Hoy día muchos mares y lagos se encuentran altamente contaminados. Le sorprendería saber la cantidad de marcas que comercializan algas (chlorella, espirulina, etc.) que, tras analizarse en un laboratorio, se descubre que contienen elementos tóxicos en concentraciones significativas.

Por eso puede resultarle interesante la espirulina del laboratorio Anastore, que garantiza una fuente de obtención limpia, procedente de un lago donde el alga espirulina se cultiva al aire libre, con la insolación adecuada y alejada de corrientes marinas para evitar su contaminación. Es 100% natural y procedente de la acuicultura ecológica, sin presencia de metales pesados.

La espirulina no es un medicamento, sino un alimento. Sin embargo, no está de más que tenga en cuenta que, aunque su contenido en yodo suele ser muy reducido, si usted padece hipotiroidismo o hipertiroidismo debe consultar con su médico antes de tomarla.

También deberá consultar en caso de insuficiencia renal. Estos pacientes no es que no puedan consumir proteínas, ni mucho menos, sino que deben controlar la cantidad diaria y buscar siempre las de mejor calidad (precisamente como las de la espirulina).

En caso de fenilcetonuria, enfermedad genética que impide el correcto metabolismo del aminoácido tirosina, y en caso de enfermedad de gota (con altos niveles de ácido úrico), el alga espirulina está contraindicada, como ocurre con otros alimentos.

Reconstruyen rostro de una adolescente de la Edad de Piedra


Reconstruyen rostro de una adolescente de la Edad de Piedra

El ser humano y su apariencia han sufrido muchos cambios en los últimos milenios. Así lo confirma la reciente reconstrucción de un rostro basada en un cráneo encontrado en Grecia, de hace aproximadamente 9.000 años.El ser humano y su apariencia han sufrido muchos cambios en los últimos milenios. Así lo confirma la reciente reconstrucción de un rostro basada en un cráneo encontrado en Grecia, de hace aproximadamente 9.000 años.

El rostro de una adolescente de la Edad de Piedra fue reconstruido y revelado a la comunidad científica este viernes en el Museo de la Acrópolis de Atenas, Grecia. Se trata de un busto esculpido a partir del cráneo de una joven bautizada como Agvi, que vivió hace aproximadamente 9.000 años.

Los restos de Agvi fueron encontrados en 1993 en las cuevas de Teopetra, en el centro de Grecia. Manolis Papagrigorakis, líder del equipo de reconstrucción, destacó que sus huesos parecen los de una joven de 15 años, pero sus dientes confirman que tenía 18. «Un año más, un año menos», informa AMNA.
Fue posible determinar sus rasgos faciales gracias al esfuerzo coordinado entre expertos de varios países, entre ellos un endocrinólogo, un ortopedista, un neurólogo, un patólogo y un radiólogo, con ayuda de la impresión exacta del cráneo en 3D. Por su parte, el escultor sueco Oscar Nilsson moldeó la cara de Agvi músculo por músculo.
«Después de haber reconstruido muchas mujeres y hombres de la Edad de Piedra, creo que algunas características faciales parecen haber desaparecido o haberse ‘suavizado’ con el tiempo. En general, hoy nos vemos menos masculinos, tanto hombres como mujeres», indicó Nilsson, según National Geographic.

Los expertos determinaron que Agvi padecía anemia y falta de vitaminas al momento de su muerte. Por otra parte, sus restos corresponden a la primera existencia confirmada de un humano del Mesolítico en la región de Tesalia.


MUSICA - Michael buble - close your eyes sub español


MUSICA - Jon Bon Jovi & Pavarotti - Let it Rain


MUSICA - LUCIANO PAVAROTTI Y AMIGOS


LA FELICIDAD


La medicina que inventó los ataques de pánico


Sábado, 20 de enero de 2018 13:50
|Diego Cera

A pesar de los avances científicos en materia de salud, resulta 

increíble que el mundo parece estar cada día más enfermo. 

Sobre todo si consideramos que hay medicinas que, 

en lugar de curar enfermedades, ayudan a que aparezcan otras.



Aunque nos neguemos a aceptarlo, vivimos en una sociedad 
naturalmente enferma. La ciencia y la tecnología se cansan sólo 
de decir que gracias a los avances que han surgido en diferentes 
ramas del conocimiento científico, nuestras vidas, si bien no son 
las mejores, sí son mucho más fáciles de sobrellevar. No hay 
que ser un genio para darnos cuenta de que los avances en 
cuanto a gadgets y herramientas, además de hacernos más 
sencillas las cosas, también nos han convertido en seres 
perezosos y sin mucho ánimo de pensar.



Uno de los problemas que acarrea más visitas al psicólogo en la 
actualidad es la depresión. Se trata de una pandemia moderna, 
cuya existencia hasta mediados del siglo XX era casi nula. 
Aparejada a esta afección, junto con el nacimiento de una
 polémica medicina apareció uno de sus principales síntomas:
 los ataques de pánico.


-

Depresión para todos


Para los años cincuenta, al menos el 1 % de la población estadounidense
 sufría algún tipo de depresión. Ver un caso real de este trastorno era 
realmente raro; la gente parecía más feliz, y es que si lo comparamos
 con los pacientes reportados en los últimos años, podemos decir con 
seguridad y un poco de preocupación en nuestros rostros que, en 
efecto, eran mucho más felices. No obstante, este aumento de 
infelicidad no está ligado directamente a los científicos ni a sus 
descubrimientos, pero si consideramos que la invención de los 
antidepresivos marcó una diferencia que ahora se refleja en 
un 15 % de personas diagnosticadas, es hora de empezar a sospechar.


La tercera edición del Manual diagnóstico y estadístico de 
los trastornos mentales en 1980 desplazó un poco a las teorías 
freudianas que apuntan a que las enfermedades mentales 
tienen orígenes en deseos y traumas reprimidos y les dio un 
carácter mucho más clínico. Esto evidentemente benefició a las 
empresas farmacéuticas, que inmediatamente se pusieron a
 investigar y lanzar medicamentos "capaces de combatir" 
estos trastornos, entre ellos la ansiedad.

-El nacimiento de los ataques de pánico


El descubrimiento de la imipramina, un fármaco antidepresivo 
cuya función ─al menos la que se esperaba que tuviese─ es la 
de acabar con los problemas de ansiedad; no obstante, 
aunque los efectos a corto plazo estaban demostrados, 
lo cierto es que el trastorno permanecía acumulando cada vez 
más estrés en el cuerpo de los pacientes. Invariablemente, 
al no sentirse del todo bien, los pacientes comenzaron a 
tener pensamientos recurrentes de tipo «¿Y si lo mío no 
es sólo ansiedad?», «Quizá tengo algo mucho peor que 
los doctores ni siquiera conocen», lo que devino en ataques
 de pánico a lo largo de todo el mundo.


En su libro My age of anxiety (2014) el escritor y periodista 
estadounidense Scott Stossel asegura que para 1979 ni 
siquiera existía algo conocido como trastorno de pánico, 
pero después de la invención de la imipramina, los casos de 
este nuevo padecimiento subieron hasta llegar a la 
alarmante cifra de 11 millones de pacientes. Es por ello que 
cuando hablamos de una sociedad enferma, no estamos 
diciendo que exista una especie de epidemia mundial,
 sino que nos hemos enfocado tanto en sentirnos bien a 
corto plazo, que lo único que se ha hecho al respecto no 
es crear tratamientos efectivos, sino almohadas sensoriales 
que nos llevan a un punto de confort que no 
necesariamente está relacionado con la salud integral del cuerpo.

*


El pueblo embrujado de Yucatán en el que nadie quiere vivir


Jueves, 4 de enero de 2018 16:45
|Diego Cera

A pesar de que los pueblos fantasmas parecen 

lugares que habitan sólo en nuestras fantasías, 

Misnebalam en Yucatán nos asegura que son más 

reales de lo que pensábamos.



Cuando escuchamos la expresión "pueblo fantasma" rápidamente
nos viene a la cabeza un lugar en un tiempo lejano en el que
las historias de espectros y maldiciones no eran más que
chismes o noticias en boga. Las escenas que rondan
en nuestra imaginación figuran edificaciones de madera y
una tipografía tipo western propia de cualquier película
en la que Clint Eastwood haría el papel de voraz forajido.
Sí, este tipo de lugares ya son una leyenda en sí mismos;
ya no existen más que en películas o compilaciones de
leyendas fantasmagóricas, o al menos eso es lo que estábamos
 acostumbrados a pensar hasta 2005.



En el kilómetro 17 de la carretera Mérida-Progreso, en el
estado de Yucatán, se encuentra —o encontraba—
la comunidad de Misnebalam —que significa 'cola de jaguar'—,
 una localidad que en sus años de esplendor estuvo habitada
por un aproximado de 170 personas. Para 1921 la actividad
económica de la región era la producción henequenera de la
cual Don Fidencio G. Márquez estaba a la cabeza. La tarde
del 22 de octubre de ese año, cuando Fidencio, acompañado
 de su hijo y uno de sus empleados se dirigían a su finca por
el camino que llevaba de San Ignacio hasta su destino, fue
atacado y asesinado por un grupo de criminales. Así lo
relata una serie de documentos titulados “Constancias 
judiciales del atentado criminal cometido en la persona 
del ingeniero Don Fidencio G. Márquez”, resguardados en la 
Biblioteca Yucatanense.


¿Qué tiene que ver eso con los pueblos fantasmas? Casi nada, sólo
el hecho de que a partir de la muerte de Don Fidencio la localidad
 de Misnebalam fue el escenario de constantes apariciones y
fenómenos paranormales que atemorizaron a la población. No fue
sólo el fantasma del dueño de la finca henequenera el que
se aparecía por las calles del pueblo, también se comenta la
presencia de un niño al que los pobladores llamaron "Juliancito",
cuyas apariciones y muerte no tienen explicación hasta ahora.
Por si fuera poco, la iglesia del lugar también es el escenario
 de las manifestaciones de un monje de túnica negra que sube
 al techo del templo y extiende los brazos formando una cruz.


Si a todo esto le sumamos voces y ruidos extraños en casas
abandonadas en las que además se encienden las luces a
mitad de la noche, tenemos el pretexto perfecto para
que investigadores, escritores y programas de televisión
especializados en lo paranormal lleguen a Misnebalam
a documentar dichos fenómenos. Debido al terror que
estos sucesos generaban en los pobladores de la región,
a partir de 2005 éstos optaron por dejar a su suerte al
pueblo entero abandonándolo para siempre. Sin embargo,
muchos de ellos han abogado por que el gobierno lo
incluya dentro de la oferta de sitios turísticos que ofrece el
estado de Yucatán a sus visitantes.



Así que, para quienes quieran adentrarse a conocer las historias 
del lugar, pueden hacerlo sábados y domingos de 9:00 a.m. a
5:00 p.m en un recorrido por bicicleta que les permite transitar
las calles abandonadas de este lugar que, a pesar de ser un
"nuevo pueblo fantasma" ofrece todo el misterio y escalofrío
que aquéllos que sólo habíamos conocido a través de
películas e historias de nuestros abuelos.


Diego Cera
Diego Cera
  
ARTICULISTA SENIOR