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Cuando desees algo evita comentarlo con ciertas personas


 Valeria Sabater 9, Abril 2017 en Psicología16222 compartidos
Cuando tengas un deseo o un propósito en mente, sé cauto, sé prudente. Cuida con quien compartes tus anhelos, porque aunque no lo creas, abundan en exceso los apagadores de ilusiones, los que envidian tus sueños, los que se adelantan en esos mismos objetivos y, por su puesto, las personas que más tarde te juzgan en base a lo que hayas logrado.
Algo que todos sabemos es que no siempre es fácil identificar a las personas que son dignas de confianza. Es más, lo que hacemos muchas veces es colocar en las manos, las mentes y corazónes ajenos la visualización de un todo un proyecto vital. Ejemplo de ello serían esas veces en las que buscamos la cercanía de nuestros padres y hermanos para comentar con ellos nuestro deseo de alcanzar tal cosa, de emprender ese viaje, de arriesgar con esa relación…
Al poco, y casi sin que lo esperemos aparece la mueca de escepticismo, la mirada que ironiza y la palabra que cercena la efervescencia de nuestras ilusiones.“Quítate eso de la cabeza, es una tontería”, “te digo esto porque te quiero, pero lo que estás pensando está por encima de tus posibilidades, sé objetivo y abandona esa idea”….
Esas y otras más suelen ser alguna de las frases más comunes a las que nos solemos enfrentar. Aunque también abundan, cómo no, los que no dicen nada y nos hacen creer que están con nosotros, que contamos con su ayuda, con su complicidad y su cercanía. Sin embargo, en el momento más inesperado aparece la pequeña traición o la inesperada decepción.
¿Por qué lo hacemos? ¿Por qué en ocasiones erramos a la hora de compartir nuestros deseos y anhelos con ciertas personas?…

No es culpa tuya: el ser humano está programado para confiar en los demás

A la mayoría nos suena la clásica situación de la persona que desea ascender en su trabajo y lo comenta con su compañero de departamento a la hora del caféPara la hora del almuerzo, toda empresa conoce ya su objetivo. ¿Debía haber sido más prudente este empleado? ¿Debía haber aplicado quizá, algún filtro con el cual anticipar posibles consecuencias por su revelación?
La respuesta es “no y sí” a la vez. No en primer lugar porque según la neurobiología, todos nosotros estamos programados para confiar en nuestros semejantes. Esto mismo es lo que nos explica un trabajo publicado en “The Journal Neurosciencie” y donde se pone en evidencia que la confianza es básica para nuestra vida social, porque de lo contrario, si temiéramos ser traicionados a cada instante viviríamos sometidos a un estrés casi traumático.
Por otro lado, en ocasiones podemos pecar de cierta falta de cautela o mejor dicho, de no ser competentes a la hora de aplicar las tres reglas que definen la dinámica de la confianza o del buen confidente. A continuación, te explicamos en qué se basa.
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Confiar o no confiar, esa es la cuestión

Ante la duda, cautela. No obstante, lo que nos sucede muchas veces es que la propia ilusión de ese proyecto y la chispeante emoción del novedoso proyecto hace que abramos demasiado nuestros filtros, hasta el punto de compartir con las personas menos acertadas la información menos adecuada.
Es aconsejable ser prudentes y aplicar estos sencillos principios:
  • La fiabilidad es sin duda el primer pilar. Confía tus deseos y sueños con quien te haya demostrado en otras ocasiones que es de fiar, que no te juzga, que te acepta en todo momento por como eres.
  • Conexión emocional auténtica. Esta segunda dimensión nos obliga siempre a confiar en aquellas personas con quienes tememos una intimidad emocional real y duradera, pueden ser amigos, familia, pareja…
  • La última clave tiene que ver con la empatía afectiva y con la empatía cognitiva. No nos basta con que se contagie de nuestra ilusiones, de nuestros sueños y alegría contenida. Queremos también que entiendan lo que pensamos, que sean capaces de comprender nuestra perspectiva.
Ahora bien, en ocasiones puede ocurrir que aún existiendo este “tridente” de la confiabilidad, la persona nos falle. Que nuestro amigo de toda la vida lo haga, nos traicione o que nuestra familia reaccione de forma opuesta a como esperábamos en un principio… Saber cómo actuar en estos casos nos servirá de gran ayuda.

Cuando las personas nos fallan

Las personas nos fallan, pero a veces también nosotros fallamos. Todos podemos llegar a trasmitir, si nos empeñamos en ello, la sensación de ser perfectos y falibles a la vez. Por ello, con el tiempo vamos desarrollando cierta prudencia, cierto buen hacer basado en la discreción y en esa cercanía limitada pero acertada hacia las personas más especiales. Esas que han sabido estar en cada instante: haga viento, haya marea o días de calma.
personas en barco
Esa sabiduría para comprender con quién debemos compartir ciertas cosas y con quién no llega con el tiempo y la implacable experiencia. Poco a poco, entenderemos que hay perfiles doctorados en cortar alas ajenas, habilidosos maestros en cercenar ilusiones con el fin de que nadie sea más que ellos. Porque si osamos a ser más libres, más capaces y más felices, es para estas personas todo un sacrilegio.
El tiempo nos enseñará también que es mejor ser discretos, cuidar las palabras y luchar por nuestros sueños con determinación y en silencio. Hacerlo dejando a un lado tanto las aprobaciones ajenas, como las posibles críticas o comentarios que en un momento dado serían como una alambrada en el camino.
Aprendamos por tanto a elegir bien en quien confiar, sin olvidar nunca que es la propia confianza en nosotros mismos la que nos acerca a los objetivos más altos, a los más valientes.

Sonríe, que el mundo sepa que eres más feliz que ayer


 Valeria Sabater 14, Febrero 2017 en Emociones16841 compartidos
Sonríe, que todos sepan que eres más fuerte que ayer. Levanta el rostro y dibuja esa sonrisa que tu expresión merece y que tu corazón te pide. Porque si la vida es actitud vale la pena vestirse con el gesto más digno y más hermoso, ese que contagia emociones y que nos obliga a reiniciarnos por dentro para seguir avanzando.
Cuenta Boris Cyrulnik, celebre neurólogo y psiquiatra, que nadie sabe muy bien cómo definir la felicidad. Podríamos decir que, en cierto modo, tiene mucho de esas heridas que uno ha ido cicatrizando con la aguja del tiempo y el hilo de la resiliencia para abrazarnos a la esperanza de nuevo, siendo mucho más fuertes que nuestro “yo” del pasado.
“La paz siempre comienza con una sonrisa”.
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Por ello, cada sonrisa que nos regalamos a nosotros mismos y al propio mundo es como un perfume sutil, como un himno a la superación personal y a ese coraje con el que aceptar todo lo vivido, todo lo superado, todo lo que uno es. La sonrisa es la celebración del propio ser y nuestro mecanismo más afinado para conectar con los otros; de ahí que este gesto gane autenticidad cuando se corresponde con una expresión sincera.
No podemos olvidar que aunque exista magia en muchas de las sonrisas que vemos cada día, lo que hay de verdad tras todas estas hermosas expresiones son historias. Te proponemos reflexionar sobre ello.
Mujer mirándose al espejo

Sonríe siempre, sonríe aunque a veces duela

Sonja Lyubomirsky, profesora de la Universidad de psicología de la Universidad de California, es una de las científicas más conocidas sobre el estudio de la felicidad. Según ella, la sonrisa no es un simple gesto de comunicación no verbal o de conexión entre las personas. En realidad, es un tipo de “energía” de alta intensidad capaz de alterar nuestra química cerebral.
Para comprobarlo hizo un pequeño estudio en personas con depresión severa. Les puso un vídeo que contenía variadas imágenes cómicas, escenas divertidas con animales y monólogos de reconocidos cómicos de televisión. Algo que la mayoría de especialistas esperaban es que los pacientes no reaccionaran ante este tipo de imágenes. Sin embargo, lo hicieron, pero de un modo apenas perceptible, apenas visible. Evidenciaron pequeños movimientos en los labios, en el rostro, en el entrecejo…
Eran microgestos casi instintivos a los que iba asociada una emoción positiva, algo que muchas de estas personas con depresión no acabaron de aceptar, de ahí que salieran de la sala. El mecanismo de la sonrisa está vinculado a una súbita liberación de neuropéptidos que trabajan para aliviar el estrés, para cambiar esa carga negativa por una positiva a través de la serotonina, la dopamina y las endorfinas.
cerebro con flores
Esa revulsiva sensación de placidez y distensión fue algo muy contradictorio e incluso doloroso para las personas con depresión. Son esos instantes en que “sonreír duele”, porque aunque el cerebro así lo quiera, el corazón aún no está preparado para ello.

Las sonrisas que sean sinceras

Los analistas y expertos en publicidad saben que las sonrisas tienen el poder de cautivar al consumidor al despertar en ellos emociones positivas, confianza y cercanía. Sin embargo, hemos llegado a un punto en hay más sonrisas por protocolo que por ganas de expresar alegría o agrado. Así, muchas veces cuando alguien se acerca con una sonrisa en los labios no podemos evitar preguntarnos ¿qué va a pedirme? ¿qué querrá a cambio? ¿qué quiere “venderme”?
De algún modo, a todos nos gustan más esas sonrisas que encontramos en la calle impresas en rostros desconocidos. Esos que nos sonríen sin razón alguna y a los que acabamos sonriendo sin saber por qué. Nos hechizan las risas de los niños y conectamos de inmediato con quien sonríe a solas, inmerso en sus propios pensamientos y llevado por un recuerdo agradable.
Todos estos gestos cotidianos que nos encontramos en el día a día siempre nos inspiran. Nos convencen de que sonreír es también una actitud ante la vida y una forma maravillosa de encararla a pesar de todas las dificultades por las que pasamos. Tanto es así, que según un trabajo de la Universidad de Michigan, las personas nos pasamos 3 días de cada 10 intentando apaciguar a nuestro mal humor o a nuestros demonios personales.
sonrie-chica
Sonreír de por sí no soluciona todos los problemas, lo tenemos claro, sin embargo mejora el ánimo y nos prepara para la acción. De nada sirve dejarnos avasallar por ese indefinible malestar, de poco sirve rendirnos cuanto tenemos tantos mecanismos con los que salir victoriosos de nuestros laberintos personales.
Por ello, la próxima vez que sientas al mal humor llamar a tu puerta, tal vez te sea de utilidad esta estrategia básica a la vez que catártica:
  • Coge aire durante 5 segundos.
  • Retén ese aire durante durante 7 segundos.
  • Exhala durante 9 segundos.
  • Levanta el ceño todo lo que puedas durante 5 segundos mientras vuelves a tomar aire y a exhalarlo.
  • Ahora, sonríe.
Para concluir, la mayoría de las veces la alegría es la fuente de la sonrisa, pero en otras ocasiones, es el propio acto de sonreír es el que nos infunde calma, motivación y bienestar. Hagamos uso de este poder que siempre está a nuestro alcance.

RECETA - Tortilla de bacalao

Tortilla de bacalao




Info.

Ingredientes para Tortilla de bacalao

  • 400 g. de bacalao ya desalado
  • 4 huevos XL o 6 huevos medianos
  • 1 pimiento verde
  • 1 cebolla o una cebolleta
  • Un poco de perejil fresco
  • Un poco de aceite de oliva virgen extra para saltear los ingredientes
  • Sal y pimienta negra recién molida (al gusto)
Cómo hacer una tortilla de bacalao. ¿A quién no le gusta una buena tortilla? Raro es encontrar a alguien que no adore este manjar tan español.
Además de la típica tortilla de patatas o una tortilla rellena, se pueden elaborar multitud de ellas con los más variados ingredientes, y aquí encajan también ciertos pescados como la merluza o el bacalao. Es una gran receta de aprovechamiento, para utilizar un poco de bacalao que nos haya sobrado de otra receta, aunque la tortilla de Bacalao también es una institución gastronómica en sí misma.
En cuanto escucho su nombre mi mente se traslada a la temporada de sidrerías del País Vasco, donde es plato imprescindible en los menús de las “Sagardotegias” vascas. Este nombre viene de sagarra (manzana) + ardoa (vino) + tegi (lugar). Cada año, al grito de “¡Txotx!”, comienza la temporada de Sidrerías en las 3 provincias del País Vasco, de mediados de enero hasta mayo. En los caseríos se cata la primera sidra que sale de las “kupelas” (barricas) y se acompaña de una buena comida o cena: chorizos a la sidra, bacalao con pimientos, chuletón de buey y por supuesto tortilla de Bacalao.
Esta tradición tiene su origen en los clientes, los propietarios de bares y los miembros de Sociedades gastronómicas que acudían a los caseríos para poder catar “in situ” la sidra, antes de que fuese embotellada y comercializada. Se llevaban la comida de casa y organizaban grandes veladas en torno a la sidra.
Hoy en día ya es algo muy extendido y abierto a la participación de todo el que quiera asistir. Si visitáis el País Vasco en estos meses no perdáis la oportunidad de acudir a una “Sagardotegia”, para disfrutar de la sidra natural y de una rica tortilla de bacalao.

Preparación de la base de la tortilla de bacalao

  1. Os aconsejo que antes de empezar con la receta os leáis cómo desalar bacalao. Ahí tenéis todos los consejos para que la receta os salga de 10 puntos. Aún así aquí tenéis un pequeño resumen.
  2. Vamos a cocinar el bacalao ligeramente, mediante un pequeño escaldado, que nos va a permitir luego desmigarlo con facilidad.
  3. En un cazo ponemos agua a calentar y echamos nuestro pedazo de lomo de bacalao. Siempre con la piel hacia arriba y cubierto por un dedo de agua. Cuando comiencen los primeros borbotones retiramos del fuego y dejamos que atempere.
  4. Picamos el ajo bien fino, la cebolla en juliana y el pimiento en bastones del mismo tamaño. En una sartén amplia, vertemos aceite de oliva y sofreímos el ajo picado.
  5. En cuanto comience a “bailar” (moverse sobre el aceite), añadimos el pimiento y cocinamos unos 5 minutos a fuego medio. Es una verdura más “dura” que la cebolla y necesita más tiempo.
  6. Añadimos después la cebolla, salamos al gusto, y dejamos que poche todo junto a fuego medio 10 minutos más.
  7. Mientras se cocinan las verduras retiramos el bacalao del agua y comenzamos a separar la piel y las espinas, saldrán con mucha facilidad.
  8. Nos quedaremos con las lascas de bacalao, que desmenuzamos en pequeños trozos para que luego podamos comerlos perfectamente de un bocado.

Preparación de la tortilla de bacalao

  1. Una vez pochadas las verduras, añadimos el bacalao y rehogamos el conjunto 3-4 minutos. Picamos fino el perejil fresco y espolvoreamos por encima.
  2. Batimos los huevos y los salamos ligeramente (una pizca bastará). Los echamos a la sartén y dejamos que se vaya cuajando a fuego medio.
  3. Vamos plegando la tortilla sobre sí misma, como si preparásemos una tortilla francesa. La cocinamos por ambos lados y la retiramos cuando adquiera el punto que más nos guste, más o menos cuajada. Mi recomendación es que no la paséis demasiado, se disfruta más de ella si está bien tierna.
  4. Con cuidado, la pasamos a un plato o fuente y está lista para degustar. Podéis acompañarla de la ensalada que más os apetezca, por ejemplo una de brotes tiernos de canónigos y rúcula.
Esta tortilla es idónea como primer plato, para una cena ligera e incluso para llevarla en el “tupper” al trabajo. Y se convierte en una receta perfecta para la Cuaresma donde el bacalao es el protagonista.
Os animo a que visitéis más recetas de tapas, aperitivos y pinchos perfectos para una velada inolvidable con los vuestros. Las recetas de pescado y marisco son perfectas para compartir con los amigos y la gente a la que queréis.

SALUD - Acidez: Síntomas, Causas y Tratamiento


Es probable que en más de una ocasión hayas sentido ardor de estómago, una molestia en la parte superior del estómago, al rato de haber terminado de comer. Se trata de la acidez, un problema provocado por la salida del ácido que contiene el estómago hacia el esófago.
¿Quieres saber por qué se produce la acidez, cuáles son las causas, sus síntomas y qué hacer para evitarla? Trataré de resolver todas tus dudas.

¿Qué es la acidez?

Se denomina acidez a la molestia que ocasiona la salida del ácido que normalmente se encuentra en el estómago hacia el esófago, provocando la irritación de este último.
Se utiliza para describir diferentes síntomas asociados a la incomodidad tras la ingesta de alimentos. A menudo, es utilizado como sinónimo de indigestión, aunque cada vez se incide más en la diferencia entre ambos términos y se emplea para referirse específicamente al dolor o molestia abdominal alta. Aunque rara vez ponga en peligro la vida, la acidez frecuente o severa puede limitar las actividades de la vida diaria y la productividad y desencadenar complicaciones mayores.

Síntomas de la acidez

La acidez se caracteriza por sensación de quemazón o ardor que se localiza y produce en la boca del estómago, y que realmente está afectando al esófago. Este síntoma normalmente se presenta una hora después de ingerir los alimentos y puede persistir por varias más.
La sensación dolorosa se presenta en la garganta (esófago) justo detrás del esternón. Es frecuente padecer la sensación que la comida o líquidos regresan a la garganta o boca (regurgitación), especialmente cuando uno se agacha o acuesta. Además, estos síntomas pueden estar acompañados por un sabor amargo o ácido.

Causas de la acidez

La acidez es debida a un mal funcionamiento del esfínter inferior del esófago (cardias), el cual no se cierra bien o se abre más de lo debido, de forma que el ácido que se encuentra en el estómago puede pasar al esófago con facilidad, produciendo así la irritación del esófago y por tanto la sensación de acidez. Este padecimiento también puede ser debido a enfermedades del sistema nervioso central. La condición más común es que este síntoma se deba a la presencia de una hernia de hiato y se origina cuando el estómago se apoya parcialmente en la cavidad del pecho debido a una debilidad del diafragma.

Tratamiento de la acidez

A continuación te presentamos los mejores remedios caseros para la acidez que hemos recopilado.
Nuestros remedios para la acidez pretenden ayudarte a estar informado, pero nunca deben sustituir una consulta médica. Es fundamental que consultes a tu médico sobre este o cualquier otro tratamiento natural, así como posibles contraindicaciones o incompatibilidades.

Alimentación / dieta de la acidez

Se recomiendan ingestas de poco volumen, repartidas en cinco o seis veces al día. Las temperaturas de los alimentos pueden influir ya que el excesivo frío o calor son irritantes de la mucosa gástrica, por lo que es recomendable comerlos templados.
Las verduras y frutas crudas deben ser peladas y sin semillas. La carne no debe estar demasiado cocida, y hay que evitar cocinarla a la parrilla ya que la costra tostada es irritante. Se prefieren las carnes hervidas, y las carnes blancas frente a las rojas.
Se desaconsejan los fritos en general, así como las comidas muy compuestas y condimentadas. Las grasas deben ser, en general, evitadas, así como los dulces en grandes cantidades, las fibras crudas, el salvado en exceso, los condimentos fuertes y la cafeína, ya que son altamente irritantes de la mucosa gástrica.
La leche se aconseja consumirla en cantidades reducidas y fraccionadas.
Evitar en la medida de lo posible el tabaco y el alcohol.

Dirección de Cultura de Nasca, Perú, investiga supuesto hallazgo extraterrestre


Posted: 08 Apr 2017 09:32 AM PDT
Dirección de Cultura de Nasca, Perú, investiga supuesto hallazgo extraterrestre
Personal de la Dirección de Cultura de Nasca realiza esta investigación luego de una denuncia enviada al viceministerio de Cultura. En primer término no se han hallado evidencias que confirmen este hecho.
El arqueólogo Jhony Isla Cuadrado, de la Dirección de Cultura en Palpa y Nasca, dio a conocer que, luego de una denuncia, el viceministerio de Cultura solicitó información sobre el posible hallazgo de «evidencia arqueológica exógena o alienígena».

La investigación estuvo a cargo del arqueólogo Alberto Urbano Jacinto que habría informado que no existe lugar concreto del hallazgo y que los denunciantes no figuran ni en el Reniec, con lo cual se concluye que no hay información fidedigna sobre el tema.
Isla Cuadrado indicó que «existe una denuncia sobre el aparente hallazgo de figuras alienígenas en una zona no especificada en Nasca. Nos pidieron hacer una evaluación y el encargado fue el arqueólogo Alberto Urbano. Este, después de haberse contactado con los responsables de las comunicaciones y de haber indagado en Nasca y Palpa, informó que no existe nada concreto porque el denunciante no figura en el Reniec y las personas contactadas que supuestamente conocen el sitio de hallazgo nunca llegaron a la cita».
Arqueólogo Jhony Isla Cuadrado investiga supuesta hallazgo alienígena en Nasca, Perú.
Arqueólogo Jhony Isla Cuadrado investiga supuesta hallazgo alienígena en Nasca, Perú. Crédito: Diario Correo
Por su parte, el arqueólogo Alberto Urbano aclaró que solo le «han proporcionado fotos, pero lo ideal son los estudios de ADN y otros exámenes para poder emitir un segundo informe, porque hasta que no se determine bajo otros estudios no se puede determinar a simple vista».

PERSONAS TOXICAS


LAS ALAS SON PARA VOLAR


RECETA - Bacalao en salsa de piquillos


Bacalao en salsa de piquillos

Bacalao en salsa de piquillos cocina tradicional.  Plato de Semana Santa o no!!. Sano y delicioso.

Bacalao en salsa de piquillos cocina tradicional Ana Sevilla





Ingredientes:

- aceite
-200 gr. cebolla en pluma
-3 dientes ajo
-laurel
-3-4 cdas. soperas tomate frito
-6-8 pimientos piquillo
-1/2 vasito vino blanco
- Unos 800-1.000 gr. bacalao lomos en trozos al punto de sal
-sal
-pimienta
-180 gr. caldo pescado o agua


Preparación:

1- Sofreír la cebolla en pluma y dientes de ajo en láminas,  hasta que esté blando.
2- Añadir laurel, tomate frito y pimientos del piquillo escurridos, vino blanco, caldo pescado, sal y pimienta pochar  5 minutos.
3- Quitar el laurel y triturar la salsa. Introducir los lomos salpimentados y cocer unos 10 minutos a fuego bajo-medio.


Preparar los ingredientes



Pochar



Ya bien blandito 



Salsa ya lista



Triturada



Guisar el pescado



Umm, me chifla esta salsita

SALUD - Trastornos digestivos




Estimado Lector,

Se llama Helicobacter pylori, pero también se la conoce como “la bacteria extrema”. Esta “Rambo” de los microorganismos es capaz de sobrevivir en un entorno tan sumamente hostil como es el estómago y está detrás de dolores intestinales crónicos, de úlceras e incluso de muchos cánceres de estómago.

Las primeras evidencias de la existencia de la Helicobacter pylori se tuvieron a finales del s. XIX, pero quedaron en el olvido y no se estudiaron a fondo hasta hace bien poco. De hecho, el Premio Nobel de Medicina de 2005, hace poco más de una década, fue a parar a los científicos Robin Warren y Barry Marchall precisamente por sus investigaciones sobre esta bacteria, que hicieron que la comunidad médica cambiara de criterio respecto a la procedencia de muchas úlceras y gastritis y se pusiera por fin nombre a su verdadero culpable: la Helicobacter pylori.

Y una curiosidad. ¿Ha oído hablar de científicos que experimentaron consigo mismos para demostrar sus teorías? Pues Barry Marchall fue uno de ellos (afortunadamente con un final feliz, cosa que no se siempre ha ocurrido así). Y es que para demostrar lo que decían, el doctor Marshall ingirió el contenido de un tubo de ensayo lleno de bacterias Helicobacter pylori. Como consecuencia de ello desarrolló una úlcera que posteriormente trataron con antibióticos, lo que también sirvió para que por primera vez la úlcera gástrica fuese considerada como una enfermedad infecciosa y no psicológica. Además, la implicación de la bacteria fue confirmada en muchas otras lesiones gástricas.

Un hogar ácido

Esta bacteria no sólo ha convertido en su hogar un entorno tan inhóspito como el estómago, sino que también muestra su gran resistencia a la hora de hacer frente a los tratamientos que los médicos prescriben. Así, la Helicobacter pylori resiste a los tratamientos más endiablados de la biomedicina: monoterapias (amoxicilina, claritromicina, tetraciclina, etc.), asociaciones con antiácidos (inhibidores de la bomba de protones -IBP- como el omeprazol) y terapias triples e incluso cuádruples (como la terapia cuádruple con bismuto).

Hasta tal punto es resistente que una vez que una persona se somete a tratamiento pasadas unas semanas hay que realizar una prueba para confirmar si se ha conseguido erradicar la bacteria… cosa que no siempre ocurre.

Es indiscutible que el uso de antibióticos ha supuesto toda una revolución en el tratamiento de enfermedades gástricas inducidas por la Helicobacter pylori, ya que en los casos en los que no conseguían curar las lesiones, al menos sí mejoraban considerablemente los síntomas, incluso en los casos de cáncer gástrico o de estómago.

Está comprobado que este tratamiento puede frenar el desarrollo de las lesiones gástricas, sea cual sea la edad del paciente e incluso si la infección perdura durante varios años. Pero después de años aplicando este protocolo, la Helicobacter pylori ha adquirido cierta resistencia al tratamiento, y la eficacia de los antibióticos que hasta ahora funcionaban al 100% ya es sólo del 75%, a lo que hay que añadir que a veces el tratamiento se sigue de manera errónea o insuficientemente, pues implica la toma de una cantidad enorme de pastillas a lo largo de varios días y los pacientes no siempre consiguen seguir las pautas correctamente.

Pero… ¿de verdad es invencible?

En el número de mayo de Plantas & Bienestar descubrirá que la “Rambo” de las bacterias sólo teme de verdad a una única cosa: ¡a las plantas, ya sean alimentarias o medicinales!

Entre las más eficaces, aquellas de la familia de las coles o de las brasicáceas, cuyo líder es el brécol. Y es que el brócoli concentra en sus brotes verdes unos compuestos llamados glucosinolatos, capaces de convertirse en sulforafano, una molécula supresora de la Helicobacter pylori.

¿Resultado? ¡Bacteria KO!

Cueza el brécol bien verde al vapor suave (a no más de 90º C), tómelo con zumo de limón y aceite biológico para optimizar sus efectos, y complete su arsenal con rábano negro (en rodajas o en zumo) y rábano picante en forma de wasabi.

Entre otras plantas cuya eficacia subrayan los estudios científicos se encuentran apuestas seguras como la cúrcuma, el jengibre y numerosas bayas como la aronia negra, por mencionar sólo una.

Pero, por supuesto, en nuestro “especial anti-helicobacter” de Plantas & Bienestar también descubrirá todos aquellos alimentos que agravan los síntomas, y que hay que desterrar en caso de sufrir problemas digestivos.

Y también verá que hay sorpresas, ya que ciertas especias que por lo general son excelentes para la salud deben evitarse cuando se tiene (o se sospecha que se tiene) Helicobacter.

El comino negro o el aloe vera son otros dos grandes clásicos, que para que sean eficaces hay que utilizar durante al menos tres meses. El regaliz, por su parte, de uso más delicado, hay que consumirlo durante un máximo de 10 días al mes en ausencia de contraindicaciones (encontrará todos los detalles en nuestro artículo).

Finalmente, los aceites esenciales antiinfecciosos son una verdadera legión, pero sólo vamos a recomendarle aquellos sobre los que se han realizado estudios científicos recientes por su efecto como neutralizante directo de la Helicobacter pylori.

La Helicobacter sin duda es una superbacteria…