La Flor de Pascua ha dejado de ser una planta exótica para convertirse en emblema universal de la
Navidad. Vestida de rojo y verde, participa en las navidades de forma cada vez más activa. Sus colores son el reflejo del auténtico significado de las navidades, rojo por el amor; y verde por la esperanza que trae al mundo.
La Flor de Pascua es la planta tradicional de la Navidad
También conocida como Nochebuena, Pastora, Poinsettia o Estrella Federal, es una planta de la familia de las Euphorbiaceae, nativa de Mesoamérica. Se trata de un arbusto o pequeño árbol cuya altura puede variar entre 0,6 y 3 metros. Lo que comúnmente llamamos flor, es en realidad un conjunto de brácteas (hojas modificadas) en cuyo centro aparece la verdadera flor de la planta, de color amarillo dorado y rojizo. Posee además unas hojas dentadas de color verde oscuro, que tornarán en rojizas durante su florecimiento en invierno. Para ello es necesario que la planta no reciba luz durante doce horas aproximadamente, desde octubre hasta navidades.
CÓMO ELEGIR NUESTRA FLOR DE PASCUA
Al elegirla debes fijarte en que no haya demasiadas florecillas maduras en las brácteas. Cuantas más haya, menos tiempo te durará, siendo posible que pierda su esplendor tras las navidades. En la primera fase aparece un solo capullo abierto, y en la última se pueden llegar a ver 10 o más. Se debe tener en cuenta los tallos rotos, podrido y manchas en las hojas. Mira bien porque en el plástico que traen a veces no se aprecia la base y puede estar suelta. Conviene comprobar que se encuentre bien enraizada en el compost, que las hojas estén enteras, tersas y sin ninguna rama partida.
A la hora de transportarla a casa, llévala envuelta en el plástico que trae o encárgate de envolverla en uno o con un papel de periódico, para evitar que sufra durante el viaje a casa. De entrada, el cambio de situación de donde la compraste a tu casa puede ser fuerte y sufrir por ello. Por lo que no conviene comprarlas con tiempo frío en un puesto en la calle. Los cambios bruscos de temperatura, son tu peor enemigo.
CUIDADOS GENERALES
Las Flores de Pascua necesitan un cuidado especial, sobre todo si se quiere prolongar su duración más allá de las navidades. Es importante que esté en un lugar de la casa con claridad, pero nunca con exposición directa a los rayos del sol. Cerca de la ventana es buen sitio, pero hay que tener cuidado con el frío por la noche.
Se debe mantener a temperatura fresca y agradable, evitando las corrientes de aires, tanto frías como calientes. Es conveniente mantenerla en un lugar con temperaturas que oscilen entre 12 y 24 grados; siendo lo ideal entre 16 y 21 grados. Una calefacción muy fuerte hará que se caigan las hojas. Cuando la planta no es de color soportan temperaturas más bajas.
En cuanto al riego, éste dependerá de la temperatura y humedad de la habitación, pero por lo general se recomienda una o dos veces por semana. La tierra debe estar húmeda pero no encharcada. Si la tierra está muy húmeda o por el contrario demasiado seca, se le caerán las hojas. Es aconsejable no regar de forma directa, conviene poner agua en un plato unos 15-20 minutos y retirar el sobrante. El agua que esté tibia, a la temperatura de la habitación, no muy fría.
Si el ambiente de la habitación es muy seco o existe una calefacción alta, se pueden pulverizar las hojas, no las brácteas, pues éstas se pueden manchar y decolorar, estropeando así su característico rojo. De todos modos, para humedecer el aire alrededor de la planta, es más aconsejable ponerla sobre una capa de guijarros con agua en un cuenco o plato hondo sin que el fondo esté en contacto con el agua. De este modo se evita el riesgo de infección por hongos.
En cuanto al abono, es suficiente con el uso de abono líquido cada 10 ? 15 días, durante la época de crecimiento y floración. Sin embargo, no se debe fertilizar la mientras esté florecida. Quitarle periódicamente las hojas de la base que se van poniendo amarillas, contribuye a mejorar su salud e higiene.
PROBLEMAS HABITUALES
Conviene conocer algunos de los problemas más comunes a los que nos vamos a enfrentar, y a los que una solución acertada y a tiempo, evitará que nuestra Flor de Pascua se eche a perder.
El frío, las corrientes de aire y la falta de luz, provocarán la caída de las hojas. Un calor excesivo y/o un ambiente demasiado seco inducirán que aparezcan hoja con los bordes amarillos, es conveniente en este caso humedecer el aire de alrededor de la planta, del modo anteriormente explicado.
La Flor de Pascua es colorida y alegre
El exceso o defecto de agua ocasionará hojas con aspecto marchito que posteriormente caerán. Conviene dejar que la superficie del compost seque entre riegos, sin llegar a espaciarlo demasiado. Nos podemos encontrar con que las hojas se encuentras arrugadas y secas. Esto suele ser debido a las estufas de gas, tan sólo es necesario llevarla a otra habitación sin gases.
Si se observa que la planta se encuentra caída, suele tener relación con las corrientes de aire. Situarla en un lugar resguardado, tras lo cual se observará que recupera su buen aspecto.
En nuestra Flor de Pascua pueden aparecer hojas deformadas con insectos de color verde. En este caso, es muy posible que esté infectada por la mosca verde. Se recomienda pulverizarla con un insecticida sistémico o con pelitre. En el caso de que observemos que las hojas de la Flor de Pascua tienen pegadas manchas plateadas, lamentablemente ha contraído virosis. Una enfermedad que de momento no tiene cura, por lo que es aconsejable tirarla.
HISTORIA Y SIGNIFICADO
La Flor de Pascua, cuyo nombre indígena es Cuetaxochitl, tiene una larga e interesante historia, originaria de México. Los aztecas la cultivaban y la tenían como un símbolo de pureza, además de darle usos medicinales. Cuetlaxochitl significa flor de pétalos resistentes como el cuero o flor de pétalos de cuero, en relación a sus hojas rojizas. Para ellos simbolizaba la sangre de los sacrificios que se ofrendaban al sol para renovar sus fuerzas. Entre los pueblos mesoamericanos tenía un gran significado tanto en la vida religiosa como en la cotidiana.
La Flor de Pascua por tanto, era cultivada por el pueblo azteca mucho antes de la introducción del Cristianismo en el Hemisferio Occidental. Aunque no se conoce el origen de la flor de Navidad concebida como tal, sí se tiene constancia de que ya en el siglo XVI, los frailes misioneros Franciscanos que se encontraban evangelizando a la población de Taxco de Alarcón (México), ya la utilizaban en sus decoraciones durante las navidades como adorno floral. Seguramente a causa de sus colores brillantes y su florecimiento en Navidad. Existe un relato escrito en esa época, en el que se describe su uso por parte de los frailes en lo que se conocía como la Fiesta del Santo Pesebre, durante la que se realizaba una procesión conmemorativa del nacimiento de Jesús.Posteriormente durante la época de las Colonias, los mexicanos comenzaron a usarlas para decorar sus nacimientos de Navidad, adornar las iglesias y formar guirnaldas decorativas.
La Flor de Pascua, extendida en América
Pero fue Joel Roberts Poinsett quien realmenteexiste se encargó de darla a conocer a nivel mundial. Fue el primer embajador de los Estados Unidos en México, entre los años 1825 y 1829. En uno de sus múltiples viajes por el país cuando se encontró con esta llamativa planta de hojas rojas que llamó su atención. Poinsett, era un eminente botánico y recogió unos esquejes que mandó a su invernadero en Greenville, Carolina del Sur, y a su vuelta a EEUU se dedicó a su cultivo y desarrollo. Más tarde se le ocurrió regalarla a sus amistades por Navidad, pues ciertamente es cuando se encuentra en su máximo esplendor. Poco a poco esta acción se fue convirtiendo en una tradición que cada vez fue cogiendo más fuerza.
A raíz de ahí, en Norteamérica se la empezó a conocer con el nombre de Poinsettia. Y ya el día 12 de diciembre de 1991, se proclamó en los Estados Unidos del Día de la Poinsettia, como homenaje y conmemoración de la fecha en que falleció Poinsett: 12 de diciembre de 1851. Hoy en día persiste la importancia de la Flor de Pascua durante la Navidad, no sólo en Estados Unidos. Durante las navidades, desde el siglo XIX, sirve de ornamento en los distintos templos europeos. Incluso durante las navidades de 1899 decoró la Basílica de San Pedro, despertando la admiración de los visitantes por la belleza del regalo de la Navidad de México al mundo.
La apariencia de la Flor de Pascua es ahora muy diferente de las que Poinsett encontró en las zonas tropicales de México. Los horticultores han sido capaces de desarrollar arbustos de poca altura para decorar espacios interiores de las casas durante las navidades, además de crear nuevas con otros colores como amarillo, rosa, blanco o crema, durazno y rojos más vivos, gracias a la hibridación. Estas nuevas versiones retienen su color durante muchas semanas, adornando así iglesias, hogares, oficinas y comercios durante las fiestas de Navidad.
La Flor de Pascua con su característico color rojo y su textura aterciopelada se convierte en la protagonista de los centros de mesa. Es el símbolo de la Navidad, una planta de calidad y bien cuidada llenará su hogar de alegría y color en estas navidades.