La vida secreta de Walter Mitty: un viaje de búsqueda interior
“La belleza
no busca ser reconocida”La vida Secreta de Walter Mitty
no busca ser reconocida”La vida Secreta de Walter Mitty
Sin embargo, al dejar el cine, mientras caminaba por mis propias nubes, de vuelta a casa, caí en la cuenta de que la película escondía un mensaje más intenso de lo que me había parecido a priori y me lo estaba mostrando, como otras películas que he visto últimamente, de una manera sutil y delicada, tanto que estuve a punto de no tocarlo con los dedos.
Walter Mitty, un ser poco interesante, con mucho mundo interior pero pocas hazañas en su vida, se ve obligado a viajar por medio mundo en busca de una fotografía que ha desaparecido. Sin esa fotografía le despedirán de su trabajo. Si bien, cuando le despiden continúa la búsqueda porque, veréis, ya no se trata de encontrar el negativo perdido, sino de encontrar la parte de sí mismo que se perdió en algún lugar, en algún momento anterior de su vida. Para mi, el negativo puede que nunca existiera y que sólo fuera realidad al final del proceso de búsqueda, la foto aparece cuando Walter se encuentra y la foto representa lo que él ha creado con en su propia realidad cuando se atreve a probar.
La fotografía, cuando aparece y se publica en la revista LIFE resulta ser su propia fotografía, resulta ser él mismo, el actor y protagonista de su vida, en este caso y para más refuerzo, también la del director de la película, ya queBen Stiller es tanto el protagonista como el director de esta producción. La fotografía, una vez publicada en la portada, está dedicada por Sean, el fotógrafo que la envía, encarnado por el actor Sean Penn ”a todos aquellos que han hecho posible” el trabajo de la revista, incluso la propia realidad personal y por tanto la instantánea de tu portada.
Esta es una película que representa, para mi, una búsqueda interior. Walter, el protagonista, en plena crisis laboral, se atreve a dar un salto vital en su vida. Se atreve a actuar, pasa de soñar y de fantasear a crear momentos, situaciones, oportunidades y cambia el destino y el rumbo de su vida.
En su viaje hacia el interior, hacia sí mismo, reconoce un potencial dormido, al servicio de una vida acomodada, tranquila y lineal. Pero hay una motivación para el cambio, la búsqueda del amor, de una pareja, la necesidad de dar un paso más en rutina. Normalmente necesitamos una motivación, un objetivo que nos lleve a alcanzar nuestra cima personal, esa que Walter culmina al subir las cumbres del Himalaya. De ahí la importancia de movilizar la energía de la acción a partir de un objetivo, de una meta, junto a la voluntad y a la intención de alcanzarla. Si no, se queda en el mundo de la idea, del pensamiento, de la mente, y entonces, la energía fuga, se desgasta y se pierde.
Y para ello Walter cuenta con el apoyo de su madre, una tierna y grande Shirley McLaine que representa el arquetipo de lo femenino, bien entendido, en nuestras vidas. Es esa parte de nosotros mismos que confía, que cuida, que nutre, que abraza, que apoya, que impulsa, que lanza. Y lo hace con mano izquierda, desde el susurro inesperado, desde la caricia constante. Además, con una paciencia infinita, la que sabe esperar porque sabe que todo saldrá bien, que todo es porque tiene que ser, y que todo tiene su momento.
A lo largo de la película, se mezclan ciertas acciones de Walter poco creíbles a pesar de ser las reales, con otras absurdas que le dan el punto cómico a la historia y con otras más cotidianas, concretas y formales, un juego constante entre verdad y mentira, entre realidad y fantasía, esos dos mundos, en los que todos nos movemos constantemente. La dualidad entre lo que hacemos y lo que nos gustaría hacer, entre lo que parecemos y lo que realmente somos.
La película también me mostró una similitud con el momento de crisis actual en el plano laboral y el fatídico destino del individuo como recurso no-humano de la empresa. Un lugar en el que tenemos mucho que decir desde la transformación a un nuevo ser, aquél ser que se busca y se encuentra y por tanto, se responsabiliza, madura, se empodera y se hace más asertivo llegando a ser capaz de enfrentar, con igual temor, aquello que la vida le plantea.
Necesité un tiempo para interiorizar el mensaje que esta película tenía para mi. Me siento feliz de haber paseado un rato por mi cielo particular, de haberlo dejarlo llegar y de compartirlo hoy aquí contigo, en el tierra. Porque, en el fondo, la película nos plantea una gran paradoja: en el cielo se sueña, no se actúa, no se hace realidad. Pero para crear en la tierra un resultado increíble hay que haberlo ideado primero en el cielo. Cuando conectamos con el punto medio es cuando traemos el cielo a la tierra, cuando creamos lo que en verdad hemos soñado.
Y me siento feliz porque tras el mensaje me llegó una energía poderosa de proponerte un reto, algo en el mundo de la acción, algo que fuera diferente, interesante, real y poderoso. Y que a la vez fuera mi propia creación.
Proponerte… no sé, quizás un viaje en solitario, quizás quedar, contactar o llamar a alguien que hace mucho que no ves, quizás atreverte a decirle algo a alguien que te impone, quizás hacer algo que te da miedo, quizás hacer algo que no has hecho nunca, quizás no hacer nada por un día, quizás disfrutar de un día a solas en la naturaleza para disfrutar de la belleza del paisaje… lo que sea que sea fruto de una acción concreta, que te lleve a un estado de ánimo diferente, que recupere algo de ti que, aunque dentro de tí como cebolla, tiene derecho a romper las capas y expresarse. Haz algo bello, algo que no busque ser reconocido sino que sólo se muestre sin más, sin esperar nada, sin expectativas, simplemente por el placer de realizarlo.
Hacer es crear
crear es expresar
expresar es mostrar
mostrar es liberar
liberar es dar
dar es ser
ser es amar
amar es poder
poder es Hacer.
crear es expresar
expresar es mostrar
mostrar es liberar
liberar es dar
dar es ser
ser es amar
amar es poder
poder es Hacer.
Itziar Azkona