Aparte de exquisito, el jamón ibérico resulta muy saludable. ¿Sabías que su consumo regular puede aportar hasta un 45 % de la ingesta de hierro recomendada en los hombres, y un 23 % de la de las mujeres? ¿O que constituye una gran fuente de vitaminas B1, B2, B3 y B6 y de cinc? Son las conclusiones de una investigación conjunta del Centro Tecnológico de la Carne y la Universidad de Granada. Otros trabajos destacan su contenido en vitamina E, un poderoso antioxidante; y en minerales como el selenio, muy ligado a procesos de antienvejecimiento.
Y hay más buenas noticias, porque se ha revelado como un alimento cardiosaludable. Según un estudio realizado por el Hospital Universitario Perpetuo Socorro de Badajoz, los ácidos grasos monoinsaturados que contiene contribuyen a disminuir los niveles de colesterol y las dolencias asociadas al exceso de este: arteriosclerosis, angina de pecho, infarto... Entre esos ácidos destaca el oleico —presente en el aceite de oliva—, que pasa al cerdo a través de las bellotas, razón por la que se lo ha calificado de olivo con patas. Además, las hierbas y raíces que come el animal en la dehesa incorporan sustancias antioxidantes a su carne, también rica en vitamina D.
Los autores del trabajo destacan que el jamón ibérico más sano es el de los cerdos criados a la manera tradicional: sueltos en el campo, haciendo ejercicio físico y devorando las hierbas y bellotas que producen las tierras de sus cuatro denominaciones de origen: Jamón de Huelva, Los Pedroches (Córdoba), Dehesa de Extremadura y Guijuelo (Salamanca).