Tipos de autoestima.
El tipo de autoestima que tenemos determina lo que hacemos y cómo lo hacemos, lo que obtenemos y dejamos de obtener y nuestra manera de vivir, sufrir y disfrutar.
¿Con cuál te identificas?
Las diferencias en la autoestima.
Una autoestima elevada o sana, está basada en la convicción personal, de que:
Soy una persona valiosa y
soy capaz de enfrentarme a los problemas de la vida.
La autoestima es una actitud ante la vida basada en tres elementos:
-Pensamientos.
-Sentimientos.
-Conductas.
Todos tenemos una autoimagen, que es el resultado de lo que pensamos sobre nosotros mismos.
Así decimos, "soy alto", "chaparro", etc.
Una vez formada esta imagen, la calificamos como positiva o negativa, ya sea que la califiquemos de manera general o cada característica por separado.
El resultado de esta calificación me genera diferentes sentimientos que pueden ser de gusto, satisfacción, disgusto, enojo, etc. y que me hacen actuar de cierta manera que pueden reforzar o debilitar mi nivel de autoestima.
Veamos un ejemplo:
Supongamos que cometemos un error importante y alguien nos llama la atención o nos critica.
Tenemos tres opciones principales:
Primera:
Yo pienso:
Es cierto, me equivoque.
Un error, es sólo eso, un error.
Voy a analizar la situación, ver en donde estuvo el error para no volverlo a cometer y ver de que manera solucionar los problemas que dicho error causó.
Ante este tipo de pensamientos me siento tranquilo.
Me responsabilizo de lo que sucedió y actúo.
Si considero que hice lo correcto, me siento bien conmigo mismo y fortalezco mi autoestima.
Segunda:
Pienso:
¡Qué tonto soy!
¡Cómo pude cometer un error así!
Soy un incompetente.
Pensando así, me voy a sentir devaluado y angustiado y mi conducta va a ser poco efectiva.
El sentimiento de devaluación va a provocar que evite situaciones en donde me puedo equivocar, me califique negativamente y mi autoestima baje.
Tercera:
Pienso:
Yo nunca me equivoco, la culpa la tuvo…
Además quién se cree para reclamarme o criticarme, si yo se más que él.
Estos pensamientos generan sentimientos de coraje hacia los demás.
Como consecuencia, mi conducta es negativa:
No corrijo, no aprendo de mis errores y muy probablemente me desquite y le grite o insulte a otras personas.
¿Cuál crees que es la causa principal de estas diferencias?
El tipo de autoestima.
En el primer caso hablamos de alguien con autoestima alta, en el segundo con baja y en el tercero con lo que se conoce como autoestima inflada.
La persona que tiene una autoestima elevada, no se califica por lo que hace.
Juzga y califica los errores, es decir los pensamientos o hechos, como adecuados o inadecuados.
La gente con baja autoestima no sabe separar y ella es, lo que hace.
No hace tonterías, es tonta. Esto es un error y por eso siente que su autoestima baja.
El que tiene una autoestima inflada, también confunde lo que es, con lo que hace, pero para no sentirse mal, busca culpar y devaluar a los demás.
¿Te diste cuenta cuál fue la diferencia principal en lo que provocó los diferentes tipos de autoestima?
Lo que pensamos de nosotros mismos.
Aunque nuestra autoestima se empieza a formar a partir de los mensajes que recibimos cuando somos pequeños y no tenemos la capacidad de pensar y analizar dichos pensamientos, mantenemos el nivel de nuestra autoestima con nuestra manera de pensar.
Por lo tanto, cambiando nuestra manera de pensar, de percibirnos y evaluarnos, podemos modificar nuestro nivel de autoestima.
¿Con cuál te identificas?
Las diferencias en la autoestima.
Una autoestima elevada o sana, está basada en la convicción personal, de que:
Soy una persona valiosa y
soy capaz de enfrentarme a los problemas de la vida.
La autoestima es una actitud ante la vida basada en tres elementos:
-Pensamientos.
-Sentimientos.
-Conductas.
Todos tenemos una autoimagen, que es el resultado de lo que pensamos sobre nosotros mismos.
Así decimos, "soy alto", "chaparro", etc.
Una vez formada esta imagen, la calificamos como positiva o negativa, ya sea que la califiquemos de manera general o cada característica por separado.
El resultado de esta calificación me genera diferentes sentimientos que pueden ser de gusto, satisfacción, disgusto, enojo, etc. y que me hacen actuar de cierta manera que pueden reforzar o debilitar mi nivel de autoestima.
Veamos un ejemplo:
Supongamos que cometemos un error importante y alguien nos llama la atención o nos critica.
Tenemos tres opciones principales:
Primera:
Yo pienso:
Es cierto, me equivoque.
Un error, es sólo eso, un error.
Voy a analizar la situación, ver en donde estuvo el error para no volverlo a cometer y ver de que manera solucionar los problemas que dicho error causó.
Ante este tipo de pensamientos me siento tranquilo.
Me responsabilizo de lo que sucedió y actúo.
Si considero que hice lo correcto, me siento bien conmigo mismo y fortalezco mi autoestima.
Segunda:
Pienso:
¡Qué tonto soy!
¡Cómo pude cometer un error así!
Soy un incompetente.
Pensando así, me voy a sentir devaluado y angustiado y mi conducta va a ser poco efectiva.
El sentimiento de devaluación va a provocar que evite situaciones en donde me puedo equivocar, me califique negativamente y mi autoestima baje.
Tercera:
Pienso:
Yo nunca me equivoco, la culpa la tuvo…
Además quién se cree para reclamarme o criticarme, si yo se más que él.
Estos pensamientos generan sentimientos de coraje hacia los demás.
Como consecuencia, mi conducta es negativa:
No corrijo, no aprendo de mis errores y muy probablemente me desquite y le grite o insulte a otras personas.
¿Cuál crees que es la causa principal de estas diferencias?
El tipo de autoestima.
En el primer caso hablamos de alguien con autoestima alta, en el segundo con baja y en el tercero con lo que se conoce como autoestima inflada.
La persona que tiene una autoestima elevada, no se califica por lo que hace.
Juzga y califica los errores, es decir los pensamientos o hechos, como adecuados o inadecuados.
La gente con baja autoestima no sabe separar y ella es, lo que hace.
No hace tonterías, es tonta. Esto es un error y por eso siente que su autoestima baja.
El que tiene una autoestima inflada, también confunde lo que es, con lo que hace, pero para no sentirse mal, busca culpar y devaluar a los demás.
¿Te diste cuenta cuál fue la diferencia principal en lo que provocó los diferentes tipos de autoestima?
Lo que pensamos de nosotros mismos.
Aunque nuestra autoestima se empieza a formar a partir de los mensajes que recibimos cuando somos pequeños y no tenemos la capacidad de pensar y analizar dichos pensamientos, mantenemos el nivel de nuestra autoestima con nuestra manera de pensar.
Por lo tanto, cambiando nuestra manera de pensar, de percibirnos y evaluarnos, podemos modificar nuestro nivel de autoestima.