RATIFICADA UNA SENTENCIA CONTRA EL PRIMERO
Francis y Jaime, los controvertidos nietos de Franco
240 euros de multa por desobediencia a la autoridad. Eso es lo que tendrá que pagar Francisco Franco Martínez-Bordiú por desobedecer, el pasado 14 de abril, a unos agentes que le requirieron mostrar un arma que llevaba en ese momento en la localidad de Barca. El nieto de Franco transportaba el arma cargada, desenfundada y al alcance de la mano dentro del vehículo en el que viajaba. Él se negó a mostrarla y solicitó que se personase en el lugar de los hechos la Guardia Civil. Por si su negativa fuese poco, no llevaba la licencia de caza en ese momento. La Junta sancionó al denunciado con una multa de 1.200 euros, y la cantidad fue abonada en su totalidad en dos plazos, el 5 de julio de 2013 (437 euros) y el 2 de agosto (762 euros). El recurso de apelación ha sido denegado definitivamente esta misma semana.
Un juzgado de Teruel indagaba hace unos meses sobre otro incidente, en el que un vehículo matriculado a nombre de una empresa de su hijo embistió en su huida un coche patrulla del Instituto armado. Uno de los agentes involucrados creyó reconocer a Francis como el conductor del automóvil.
Ya en 1978, Francis se las vio con otro problema en el que las armas tenían su dosis de protagonismo. Condenado por un delito de caza furtiva, el ‘Nietísimo’ llegó a huir por un bosque cercano para escapar. No le sirvió de nada, ya que las autoridades lo sorprendieron con el fusil en las manos. La justicia también lo vigiló de cerca cuando tuvo sus más y sus menos con asuntos racistas. En julio de 2009 una guardia de seguridad de la compañía Renfe aseguró que la había golpeado en varias ocasiones y le había dirigido insultos llenos de odio racial.
Aunque no fuese con la Justicia, hubo otra anécdota relacionada con la publicación de un libro con la que Francis evidencia un carácter que no pasa precisamente desapercibido. Una biografía que pretendía humanizar a su abuelo dejó perlas suyas para la posteridad. “Mi abuelo defendía a la clase trabajadora, a los obreros y a los empresarios, porque todos trabajan”, llegó a decir en una entrevista. La naturaleza de Franco. Cuando mi abuelo era persona fue uno de los libros más polémicos que se recuerden. Durante la presentación, un grupo de independentistas irrumpió en la sala para insultarle a él y a su obra, en la que legaba a negar el franquismo y a asegurar que su abuelo no firmaba las sentencias de muerte sino las absoluciones.
Jaime Martínez-Bordiú tampoco le anda a la zaga a Francis. Y de hecho, parece haberlo superado. En 2010 fue acusado de amedrentar a un conductor mediante un arma. El ocupante del vehículo había asegurado que el nieto de Franco había efectuado nada menos que cuatro disparos y le había golpeado el cristal con virulencia. Martínez –Bordiú sólo reconoció haberle insultado y salió en libertad con cargos porque la policía no pudo demostrar que había utilizado un arma y tampoco la encontraron en su vehículo.
Él mismo había reconocido a las televisiones del país que se había cometido numerosos errores a lo largo de su vida. El mayor y el más notorio públicamente fue el de consumir cocaína, algo de lo que afirmaba haberse arrepentido. El pequeño de los Franco reconocía en 2008 que había caído “en el problema de la cocaína” ante los espectadores del ya desaparecido DEC.Además, dos años después se veía obligado a declarar ante los tribunales como imputado en un caso de narcotráfico. Tenía que declarar por su presunta vinculación con un alijo de seis kilos de cocaína intervenidos en Requena, provincia de Valencia.
En lo que coinciden tanto Jaime como Francis es en sus reivindicaciones sobre su abuelo. “Mi abuelito eran un gran tío, una buena persona. Murió cuando yo tenía casi doce años, pero recuerdo que era divino y muy familiar”, declaraba Jaime hace dos años a Vanitatis. Tras el enésimo tropezón de uno de los dos es inevitable preguntarse qué pensaría el dictador sobre la vida errática de sus dos nietos.