EN LA CAPILLA DE UNA CASA PARTICULAR
El director del Corpus, Antoni Vila, explicó ayer en la presentación del inventario que los vitrales inéditos de Gaudí son un rosetón de vitral emplomado de unos 90 centímetros de diámetro, datado entre 1886 y 1902; y un vitral del Arcángel Miguel con unas dimensiones de 75 x 24,5 centímetros, de aproximadamente 1894, ambos elaborados en el Taller Amigó.
Ambas obras se encuentran fuera de la ciudad de Barcelona y forman parte de la capilla de una casa particular, cuyo rector hizo el encargo a Gaudí, y fue el mismo propietario el que se puso en contacto con los responsables del Corpus sin saber que eran del arquitecto de la Sagrada Familia.
En el primer vitral aparece representado en el centro "el ojo bíblico de la eterna vigilancia divina" o "Dios que lo ve todo" como motivo principal,dibujado en la palma de una mano, con el emblema de Jesús en la parte superior, el de María a la izquierda y el de José a la derecha.
Según Vila, se atribuye a Gaudí esta pieza por la coincidencia con el vitral tridimensional de la Estrella de Oriente de la Torre de Bellesguard.
La segunda obra de Gaudí representa al Arcángel Miguel de pie, con las manos juntas ante el pecho aguantando una larga espada tipo "Claymore", con empuñadura dorada y la guarnición con pedrería, morada en los extremos y gris oscuro en el centro, pintado con esmaltes.
El personaje lleva una armadura con una sobrevesta roja con rica ornamentación floral y la flor de lis pintada también en amarillo plateado y grisalla.
La parte superior es especialmente interesante, en palabras de Vila, ya que el torso y la cabeza están trabajados con dos vidrios plaqués superpuestos que "crean un precursor de la tricromía que Gaudí utilizó posteriormente en laCatedral de Mallorca".