La meditación es una disciplina milenaria, y en muy poco tiempo ha conseguido extenderse a la vida cotidiana de mucha gente a lo largo de todo el planeta. Y es que sus beneficios son tantos que es normal que cada día más gente decida practicarla.
Si quieres conocer todos los beneficios de la meditación y cómo empezar a hacerlo, no puedes perderte el siguiente artículo.
¿Qué es la Meditación?
La meditación es una disciplina que se ha usado durante milenios para mejorar la salud en general adquiriendo una sensación de bienestar. Gracias a este ejercicio intelectual logramos un estado profundo de relajación, que nos ayudará a librarnos del estrés que nos provoca el ritmo de vida desenfrenado de nuestro día a día.
Los beneficios de la meditación son muchos, tales como:
- Libera el estrés
- Reduce la ansiedad
- Previene la depresión
- Aumenta la sensación de bienestar
- Estimula las áreas del cerebro relacionadas con la felicidad.
- Mejora el sistema inmunológico
- Reduce la presión arterial alta
- Fomenta la creatividad
- Potencia la concentración y la memoria
- Incrementa las capacidades intelectuales
- Ayuda a conciliar el sueño
Además, algunas prácticas de meditación también se combinan con otras disciplinas como el yoga, para no solo entrenar la mente sino también el cuerpo.
Cualquier persona puede practicar la meditación, para nutrirse de todos sus beneficios. Además, se puede practicar donde quieras: en casa, al aire libre… Tú decides qué lugar te hace sentir más relajado y tranquilo.
10 Consejos para Empezar a Meditar
Comenzar a meditar puede ser una tarea difícil. Meditar correctamente no es algo que se consiga de la noche a la mañana; hay que ser constante. Por eso, a continuación encontrarás los mejores consejos para iniciarte en esta disciplina milenaria:
- Establece una intención: Lo primero que deberías plantearte cuando comienzas a meditar es por qué lo haces. Establecer claramente tu intención te ayudará a tener claro lo que buscas y a ser constante con los ejercicios de meditación.
- Siéntete cómodo: Para poder meditar correctamente debes sentirte cómodo al 100%. Procura llevar una ropa ligera y cómoda, y situarte en un lugar que te haga sentir a gusto. También será importante que adoptes una postura cómoda.Normalmente se usa la postura del loto, sentado en el suelo con las piernas cruzadas, porque ayuda a colocar la columna vertebral correctamente. Sin embargo, se puede meditar en cualquier postura, por lo que si la postura del loto no te parece cómoda puedes ayudarte de algunos cojines, recostarte, o buscar otra posición que te haga sentir mejor.
- Focalízate en un solo punto: Para comenzar con la meditación deberás centrar tus pensamientos en un solo punto. Normalmente se suele empezar centrándote en tu propia respiración, o focalizándote en algún sonido, como el ambiente del bosque o el sonido del correr del agua.Otra gente prefiere poner música relajante o sonidos ambientales y centrarse en ellos, o hacer sonar un cuenco tibetano para acompañar al ejercicio de meditación. Incluso hay gente que se focaliza en la luz del lugar o que recita mantras.Cualquier cosa es buena, pero recuerda centrarte solamente en una de ellas. Deberás concentrar todos tus pensamientos en ese punto y dejar todo lo demás aparte.
- Deja la mente en blanco: Como te comentaba, focalizarte en un solo punto te va a ayudar a dejar todo lo demás a un lado, es decir, a dejar la mente en blanco. Es normal que aparezcan todo tipo de pensamientos, sobre todo al principio, pero es parte del ejercicio de meditación. Simplemente deja que fluyan, déjalos correr y vuelve a centrarte otra vez en tu respiración, el sonido o en el punto que hayas decidido focalizar.
- Sé constante: Al principio meditar puede costar más de lo que pensabas. Puede que te cueste concentrarte, que te distraigas con facilidad o que no consigas tener la mente en blanco tanto tiempo como te gustaría. No te desesperes, todo es parte del aprendizaje. Lo importante es ser constante y no abandonar al poco tiempo. Date al menos un mes meditando diariamente para que tu mente se acostumbre. ¡Persevera y vencerás!
- Establece un horario: Para poder ser constante en tus ejercicios de meditación, será importante que establezcas un horario que seguir cada día, para asimilar la meditación como parte de tu rutina. Puedes meditar por la mañana, para empezar el día con positivismo, al volver de trabajar para liberar tensiones, o quizás antes de acostarte, para desestresarte y conciliar mejor el sueño.También será importante que empieces con periodos cortos de meditación, y vayas incrementando el tiempo poco a poco. Al igual que el cuerpo, la mente también necesita ser ejercitada gradualmente y con paciencia. ¡No te fuerces!
- Crea tu propio ritual: Como te comentaba antes, cada cuál prefiere focalizarse en puntos diferentes. Y, de la misma manera, cada uno crea su propio ritual para encontrar la paz ideal para sus ejercicios de meditación. Hay gente que prefiere acompañar su meditación con el aroma del incienso o con el sonido de un cuenco tibetano. Otra gente prefiere combinar la meditación con otras disciplinas, como el yoga, para conectar su cuerpo y su mente.Prueba con diferentes detalles que te hagan sentir bien plenamente, para encontrar tu propio ritual y seguirlo siempre. Seguir el mismo ritual te ayudará a concentrarte y a conseguir meditar de una manera más fácil y eficiente. Esto ocurre porque tu cerebro, al hacer estos preparativos previos siempre de la misma manera, ya se predispondrá a meditar.
- Busca compañeros de meditación: Tener gente con quien compartir tus experiencias de meditación siempre va a ser positivo, y te ayudará a motivarte y a ser constante. No hace falta que meditéis juntos, si eso te desconcentra; simplemente se trata de encontrar alguien con quien intercambiar impresiones, experiencias, hábitos, etc.
- Ayúdate con una app: Si crees que necesitas a alguien que te guíe en tu proceso de meditación, pero no puedes acudir a ningún especialista, una buena alternativa es ayudarte con alguna app de meditación. Existen muchísimas opciones, ¡busca en tu móvil!
- Disfruta: El último consejo, pero también el más importante, es que disfrutes de la meditación. Ésta debe transmitirte paz, relajación, tranquilidad, conexión contigo mismo y con el mundo que te rodea. Si no consigues disfrutar al practicarla, no te servirá de nada.Recuerda que al principio puede costarte dejar la mente en blanco, pero que poco a poco lo irás consiguiendo. No desesperes y disfruta también de este proceso de aprendizaje. Ver como vas consiguiendo mejorar también te ayudará a motivarte para continuar meditando.