“Dicen que a todos nos queda algo de niño dentro, muy dentro, pero el día que se muere tu madre dejas de serlo definitivamente, tengas la edad que tengas”. Con esta frase Ana Rosa Quintana resume el vacío que le ha dejado la pérdida de su progenitora, Carmen Hortal, que falleció el pasado 20 de julio a los 88 años de edad.
Apenas un mes después y sin estar recuperada de lo que supuso para ella ese duro golpe, Ana Rosa ha querido dedicarle unas palabras a su madre cargadas de emotividad a través del editorial que escribe mensualmente en la revista AR.
En él, la famosa periodista describe, haciendo gala de sus dotes como comunicadora, muchos de los sentimientos que le ha despertado una pérdida así. Unos sentimientos muy difíciles de expresar con palabras pero a los que Ana Rosa pone los adjetivos precisos: “Cuando se trata de la muerte de tus padres el dolor se convierte en un vacío infinito, en un desgarro, y sientes el vértigo de la vida” y añade: “¿Quién va cuidar de mí ahora? ¿Con quién voy a compartir lo que no se puede compartir?”.
La impotencia y el dolor asoman en cada una de las líneas del editorial. También la nostalgia de recordar a quien fue durante toda su vida un pilar fundamental para la presentadora. Con la elegancia que sólo una dilatada trayectoria periodística aporta, Ana Rosa recuerda cómo era su madre y trata de describírsela a sus lectores: “Se fue una mujer que ha luchado, que ha amado y ha sido amada. Pequeña, guapa, pizpireta, con una piel preciosa y unos ojos chispeantes, que decidió que había que ser sincera, a veces demasiado, pero que lo arreglaba con una sonrisa pícara”.
Ana Rosa Quintana y su madre en 2012 (Gtres)Ana Rosa Quintana y su madre en 2012 (Gtres)
La unión de Ana Rosa Quintana con su madre era muy fuerte y su entorno lo sabía. Prácticamente vivían juntas y la comunicadora y sus hijos se habían convertido en el motor de Carmen, que a sus 88 años arrastraba desde hacía tiempo un delicado estado de salud. Por eso, en el tanatorio de La Paz fueron muchos los que quisieron arropar a la conocida presentadora. Desde compañeros de su programa, como Máxim Huerta o Joaquín Prat,  a grandes amigos que había sumado a lo largo de su carrera como María Teresa Campos o Cristina Tárrega.
Sin embargo, también los hay que aun sin acompañar a Ana Rosa aquel día, entristecieron con la pérdida de su madre: sus lectores. A ellos la periodista les regala en su nuevo número el que quizá sea el editorial más emotivo de todos los que ha escrito, el que lleva por título “MAMÁ”.