Si tuvieseis que elegir cuál es para vosotros el personaje del siglo XX, ¿a quién elegiríais? La revista "Times" lo tuvo claro, y en el número que publicó el 31 de diciembre de 1999, concedió ese puesto de honor a... Albert Einstein, "Personaje del siglo XX".
Para ello la revista inglesa encuestó a más de 1.200 personalidades, revisaron casi quinientos artículos y consultaron más de 800 bases de datos de todo el mundo. Los resultados, no contentarán a todos, pero como se suele decir, aunque no están todos los que están son, si son todos los que están. ¡Bueno yo alguno lo hubiese obviado!, y de los veinte finalistas me quedo con...:
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. Albert Einstein, 2. El Mahatma Gandhi, 5. Charles Chaplin, 8. Nelson Mandela, 10. John Lennon, 11. Madre Teresa de Calcuta y 17. Marilyn Monroe.
Estos personajes nos hablan de política, cultura, ciencia, democracia, música, pintura, cine, derechos humanos, por lo que es difícil compararlos si nos fijamos en la disciplina en la que destacaron. Pero para ser nombrado,"Personaje del siglo XX", éste tenia que proyectar una sombra muy larga. Hablamos de una influencia rotunda e indiscutible, en un siglo en el que los avances científicos y tecnológicos han sido vertiginosos.
La obsolescencia de las cosas es cada vez mayor y a duras penas la evolución social puede acercarse a la tecnológica. Las brechas generacionales son cada vez mayores, y nuestro ayer se convierte rápidamente en un fugaz recuerdo que nadie conoce. Vivimos un continuo cambio y adaptación, que nos exige mantener una mente abierta y libre de prejuicios; y a ese respecto me identifico con pensamientos como... “si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo”, fue un gran pensador quien lo dijo, quizás el mayor del pasado siglo,Albert Einstein.
"...es más fácil desintegrar un átomo que superar un prejuicio".
Un taciturno niño que no parecía interesado en empezar a hablar, aunque sí en averiguar por qué la aguja de su brújula se dirigía siempre al norte. "Padre aburrimiento" le llamaba su niñera, y sin embargo, ha pasado a la historia por sus bromas irónicas y burlonas ante las que algunos no sabían si reír u ofenderse. Otras veces hacia las delicias de los periodistas cuando les sacaba la lengua cada vez que le fotografiaban. Un hombre de extremos y contradicciones, pero sobre todo libre de pensamiento y principios, muchos le han criticado esta faceta, pero siEinstein no tuvo ningún prejuicio para desafiar siglos de conocimiento científico, tampoco iba a tenerlo para entender la vida y la sociedad a su manera.
Falleció un 18 de abril de 1955, a la edad de 76 años, cuando se cumplían cincuenta años de la publicación de su famoso artículo “Sobre la electrodinámica y los cuerpos en movimiento”, con tan solo 26 años. Cuestionaba más de 300 años de física newtoniana y planteaba dudas acerca de la relatividad especial, llegando a sus conclusiones sin ninguna referencia, a través del pensamiento puro e independiente.
Dicen que fue trabajando como empleado de la oficina de patentes en Berna, uno de tantos días frente a su escritorio cuando tuvo un pensamiento que cambió los cimientos de la física, porque dedujo que si una persona caía libremente no sentiría su propio peso.
Tuvo que refugiarse en los EE.UU., como consecuencia de la llegada al poder de los nazis y el nombramiento de Hitler como Canciller. Así en diciembre de 1932 inició un viaje temporal que acabaría siendo definitivo.
Recibió el máximo galardón que puede recibir un científico, el premio Nobel de Física de 1922, éste fue donado íntegramente a su primera mujer, y madre de sus dos hijos, pese a llevar ya muchos años separado de ella. De hecho, se divorciaron justo el año en el que Einstein alcanzó la fama.
Impartió clases, investigó, recorrió numerosas universidades para dar conferencias, y vivió para y por la física, con un desinterés y casi desdén por la vida social.
“Me siento incómodo con la palabra nosotros".
Einstein se casó dos veces, la segunda de ellas con su prima Elsa en 1919. Tuvo dos hijos, el mayor Hans Albert Einstein, que aunque nunca quiso saber nada de su padre cuentan que tenía muchas cosas en común con él, incluso tal y como hizo Einstein se negó a que lo mantuvieran con vida artificialmente, le parecía indigno. Aunque en el caso de su padre, estando ya moribundo, llegó a pedir un cuaderno y lápiz para poder trabajar.
Hay un episodio en su vida, del que poco se sabe... porque Einstein tuvo una hija antes de casarse con Mileva, su primera mujer, a la que llamaron Lieserl. No se supo nada de ella hasta 1987, como tampoco conocemos cuál fue su destino final.
Muchos le describen como un hombre excesivamente solitario, independiente y “miope sentimental” que no sentía especial interés por las relaciones personales. De hecho, el se describía como un oso que hiberna, y no se sentía más ligado a los seres humanos de lo que podría estarlo este animal. Hecho que se corrobora con las maltrechas relaciones que mantuvo con sus dos hijos. El mayor rehusó cualquier contacto con él, decía despectivamente que más que un padre había sido una niñera. Y el pequeño, fue internado por Einstein en una clínica psiquiátrica, que costeaba, pero que jamás visitó
“Me siento incómodo con la palabra nosotros… Lo mejor que se puede esperar de un hombre como yo es que no puede ser más que yo”, Albert Einstein.
Pese a este sentimiento y esa necesidad de alejarse del mundo de los hombres, fue un pacifista comprometido, al que le dolió ver como su brillante contribución a la física fue utilizada para dar vida a la bomba atómica. Solitario, independiente y ajeno a la condición humana, a la que sin embargo, tanto aportó. Otra más de las contradicciones de este genio del siglo XX, al que hoy en la cercana efemérides del aniversario de su muerte, hemos rendido un pequeño homenaje.
“Nunca he pertenecido con gusto a ningún país o estado, a mi círculo de amistades, ni siquiera a mi propia familia" Albert Einstein.