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A la sombra de aquel molino - Federico García Lórca


La casa molino Las Pasaderas, alrededor de los años sesenta. La foto pertence a la familia del autor de este texto.

Me revelaron durante mi adolescencia que donde pasé los veranos también pudo ser el lugar donde esperó Lorca su muerte



La casa molino Las Pasaderas, alrededor de los años sesenta. La foto pertence a la familia del autor de este texto.




Agosto es la fruta de la infancia. El corazón del verano que se huele, se muerde y se derrama. Lo descubrí de niño en el molino de mis abuelos que un día dejó de llamarse Las Pasaderas para rebautizarse como La Colonia en los libros sobre la muerte de García Lorca, porque albergó dos veranos a los alumnos de las Escuelas Nacionales. Nunca ese apodo me nombró la infancia. Siempre fui el niño de las Pasaderas. El molino que en mi memoria es un paraíso donde las mañanas descendían temprano en forma de plato con higos, ciruelas y albaricoques. El molino en el que me revelaron, durante mi adolescencia a mitad de los setenta, que también pudo ser el lugar donde esperó Lorca su muerte.
Es la teoría que ha prevalecido hasta surgir ahora el testimonio de Luis Molina afirmando que el coche pasó de largo, que se fingió una avería para hacerle empujar junto con los que lo custodiaban y aprovechar el momento para ajusticiarle un tiro en la nuca. Antes de esta versión, recogida por Juan Ramón Iborra en El Cultural del pasado julio, el molino fue la antesala de su muerte. El golpe militar contra la República tomó Víznar, un pueblo cercano a Granada, ocupando las casas más grandes: el palacio de Damas, el molino de Rafael, la casa de Doña Rita, la Fábrica textil y Las Pasaderas. Desde el carril de acceso al molino partían diferentes veredas a otras paratas de siembra que no eran de mi familia. Sus propietarios pasaban a diario, con el saludo de paz a gente de paz, y al mediodía sentándose un descanso a la sombra de un vino y a la vera de la acequia fría que cruzaba el molino con rumores verdes, que de noche eran una nana de agua.
Un molino no es una huerta. Si en otras circunstancias lo hubiese conocido, a Federico le hubiese gustado su brisa oliva, el canto amarillo de las chicharras, la luciferina de las luciérnagas, la siesta de los lagartos al borde de los juncos: personajes de su romance en verso con la naturaleza. Lo mismo que el nombre de la culebra cristalina, que brota en herradura en Fuente Grande, y recorre la carretera hasta derramarse en los pilares en cuesta y desde los botijos hasta la garganta. Aynádamar, el manantial de las lágrimas. Haber bebido un vaso de su agua antes de su muerte le hubiese dado aún más duende al enigma que la rodea. Ochenta agostos de tumbas equivocadas, de confesiones contradictorias y de libros, y no se sabe con certeza el dolor de lo sucedido entre sombras.
Yo crecí con la suya. Un susurro de historias en guardia entre los hombres del pueblo que ahorcaban el seis doble del adversario con un palillo entre los dientes, recordando el toque de queda, los disparos a lo lejos, aquellos zapatos blancos de verano encontrados a pie de un sendero adentrándose en los pinares. Unos decían que sucedió en la curva de Los Pozos a la derecha del acueducto por el que los niños nos retábamos el valor sobre el vértigo del barranco. Otros que lo mataron junto a un olivo de tres troncos cerca del Caracolar o que bajo el campo de tiro, frente al Cortijo de La Pepina, convertido en un terreno en pendiente donde la rivalidad entre los dos pueblos y sus veraneantes se jugaba un trofeo de fútbol. Qué difícil centrar desde la banda de abajo al extremo en alto y a contraviento. Éramos agosto corriendo detrás de la moto de Custodio el pescadero, gritándole a las tormentas en Puerto Lobo, recorriendo la sierra de La Alfaguara repleta de nidos de ametralladora con corazones tiznados. Los niños a los que de vez en cuando alguien preguntaba desde la ventanilla de un coche el camino a La Colonia donde estuvo Lorca.
A nadie del pueblo le gustaba durante el franquismo que llegasen invocando al poeta. Tampoco en Las Pasaderas, cuyas paredes se raspaban y encalaban a finales de mayo, y en las que tres veces busqué unos versos, una frase, la última caligrafía de Lorca contra la pared blanca del miedo. Nunca encontré nada.
Los agostos se enhebran igual que las moras en tallos de hierba seca. Ochenta llevamos sin saber qué pasó aquella noche en la que un coche la cruzó por dentro, con los grillos amordazados. Quizá se detuvo en La Colonia y Federico tembló a solas escuchando la casida del llanto, sin ángeles cantando ni perros que ladren. Tal vez pasó de largo hasta la curva de una serenata negra. No sabemos qué lugar abriga sus restos. García Lorca es un personaje de Borges en un libro de arena.
Este jueves, en Víznar y en todos los poemas del mundo, recordamos a Lorca, y a todos los Lorca de los barrancos de nuestra guerra. Hoy la luna llena los mira y ellos la están mirando.

Una buena persona siempre tiene una pizca de inocencia



Una buena persona siempre tiene una pizca de inocencia
Una buena persona suele tener una pizca de inocencia. Sus miradas son mágicas y sus sonrisas honestas, pero sus corazones, en ocasiones, esconden secretas derrotas. Heridas calladas por haber esperado demasiado de quien nunca le dio nada y lágrimas tragadas por quien jugó a placer con su alma noble, inmensa, pero inocente.
En un interesante estudio llevado a cabo en la Universidad de Stanford (Estados Unidos), demostraron que la bondad es percibida como una forma maravillosa y excepcional de conectar con las personas. Ahora bien, a pesar de ser rasgo muy valorado socialmente, hay quien ve en la persona buena a ese estilo de carácter que puede ser fácilmente manipulable en beneficio propio.
La buena persona puede ser algo inocente, pero su inocencia es el reflejo de la nobleza, nunca de la ingenuidad. Por ello, a pesar de ser los últimos en darlo todo en sus batallas personales, también son los primeros en no volver.
Algo curioso a tener en cuenta es que quien actúa siempre con el corazón por delante sin atender costes ni esperar beneficios, no suele cambiar con el tiempo. No es tan fácil arrancar nuestras esencias así como así, porque aunque duelan los desaires, las decepciones o las pequeñas traiciones, nadie puede huir de su identidad.
Las personas buenas son, por encima de todo, auténticas y ser auténtico es ser uno mismo, guiado siempre desde la sinceridad interior. Ahí donde no caben los fingimientos, las mentiras o los egoísmos.
pareja en la Luna

La persona buena y la compasión

Si hasta no hace mucho a la hora de definir a las buenas personas solía hablarse de la empatía, la reciprocidad, el altruismo o el respeto, desde la Universidad de Psicología de Stanford nos indican que es necesario incluir una dimensión más que enhebraría en realidad cada pieza, cada matiz y cada latido de estas almas más nobles: la compasión.Este constructo psicológico conecta directamente con lo más íntimo de nuestras emociones, hasta vertebrar incluso muchas partes de ese cerebro social en las que subyace una clara preocupación por otro ser. La compasión es por tanto una respuesta emocional al percibir el sufrimiento ajeno en los demás y sobre la que experimentamos a su vez un auténtico deseo de ayudar.
pareja en la Luna
Si la persona buena muestra en ocasiones una sutil pero entrañable pátina de inocencia, no es en absoluto por ingenuidad o por no saber valorar el riesgo de dicha inversión personal hasta el punto de darlo todo a cambio de nada. El “instinto compasivo” es algo innato en muchas personas, es un tipo de motivación intrínseca donde no se busca ninguna recompensa, ningún beneficio.
Esa inocencia es por tanto algo genético, un rasgo maravilloso, que según nos indican los científicos del “Instituto Max Planck” también muestran los bebés e incluso muchos animales. Cuando un niño pequeño, por ejemplo, ve llorar a otro bebé y percibe una situación como dolorosa o amenazante, su ritmo cardíaco se eleva y sus pupilas se dilatan. No obstante, cuando notan que el otro niño recibeconsuelo y ayuda, también ellos se calman.
mujer en el sol
Podríamos decir que todos venimos al mundo con ese instinto natural por la compasión. Nuestro cerebro ejerce un  sofisticado mecanismo de recompensa cuando el sufrimiento ajeno desaparece, porque con ello, se garantiza al fin y al cabo la supervivencia de la especie.
Ahora bien, a medida que crecemos y debido quizá a la influencia de ciertos contextos, esa compasión natural desaparece o se debilita. Hasta el punto de que en ocasiones, hay quien al ver practicar en otros ciertos actos compasivos, lejos de empatizar, ironiza o desprecia.

Nunca te arrepientas de ser una buena persona

La vida no nos va a tratar mejor solo por ser buenas personas, por actuar de acuerdo a lo que nos dice nuestro corazón o ese instinto compasivo integrado en nuestro cerebro. En ocasiones, quien siembra bondad no siempre cosecha respeto, y eso es algo que vamos a tener que aprender a la fuerza, pero sin perder nunca nuestra dignidad ni aún menos nuestra esencia.
Tal y como nos dice el neurocientífico Jordan Grafman desde el “National Institutes of Health”, actuar con compasión y altruismo nos aporta beneficios intrínsecos excepcionales, hasta el punto de que el cerebro codifica esas acciones como algo gratificante, algo que recompensar con un buen torrente deendorfinas.
árbol
Desde la psicología positiva siempre se ha valorado a su vez la bondad, el respeto y la compasión como formas de invertir en bienestar psicológico y en la oportunidad de propiciar entornos más felices, y por su puesto, más respetuosos.
Ahora bien, la persona buena debe ser consciente de que para seguir siendo un árbol fuerte y bello, debe nutrir sus raíces cada día y, para ello, es necesario que pongamos en práctica estas sencillas acciones:
  • Atiende tu intuición, es posible que tu personalidad tenga esa pincelada de maravillosa inocencia con la cual ver siempre las virtudes de las personas antes que sus defectos. Ahora bien, permite que tus experiencias pasadas te pongan en alerta, atiende tus instintos para que un “no” a tiempo sea el mejor muro para proteger tu autoestima.
  • Que las decepciones no apaguen la luz de tu corazón, que no tiñan de amargura tu almaespontánea, tu ser auténtico. Un fracaso no es más que una experiencia que saber asumir, aceptar y dejar ir. Sigue siendo valiente cada día de tu vida, porque la valentía no es más que aferrarse de nuevo a nuestras nobles raíces para seguir creciendo, sin miedos, sin dudas…

Ríos azules de camarón bioluminiscente chorrean sobre rocas en la orilla del mar en Okayama, Japón

Ríos azules de camarón bioluminiscente chorrean sobre rocas en la orilla del mar en Okayama, Japón

Fotografiado en la costa de Okayama, Japón, Las Piedras en Llanto es una serie de fotos de la dupla creativa Trevor Williams y Jonathan Galione de Tdub Photo que captura la misteriosa luz azul emitida por una especie nativa de camarones bioluminiscente. Más comúnmente conocida como luciérnagas marinas, estas raras criaturas viven en la arena en las aguas de mar poco profundas, flotando en algún lugar entre los extremos de la marea alta y baja. Con tan sólo 3 mm de largo los camarones son una extremadamente pequeña fuente de luz, pero cuando se agrupan toman modelos abstractos que iluminan el agua a su alrededor.
Con el fin de agrupar un gran número de luciérnagas de mar, o Vargula Hilgendorfii, Williams y Galione tuvieron que recolectar a las criaturas atrayéndolos con tocino crudo en tarros y reposicionando sus cuerpos diminutos en las rocas. Los camarones bioluminiscente fueron colocados al lado de la orilla para asegurarse de que los fotógrafos no les hicieran daño, y les permitiera regresar rápidamente a los animales de vuelta al agua.

Se puede ver un proyecto anterior del dúo creado con camarones bioluminiscente en su página web, y puedes ver más de sus viajes a través de su Instagram y Facebook.

[Tdub Photo | Instagram | Facebook.]







Arqueólogos descubren una esvástica trazada 5.000 años antes que Hitler

Copiado de Código Oculto

Posted: 20 Aug 2016 08:00 PM PDT
Arqueólogos búlgaros han descubierto un fragmento de cerámica confeccionado hace 5.000 años y que posee una esvástica grabada. Ha sido considerada como uno de los pictogramas más antiguos del mundo.
Arqueólogos descubren una esvástica trazada 5.000 años antes que HitlerImagen provista por Petar Banov uno de los arqueólogos búlgaros que aseguran haber descubierto uno de los pictogramas más antiguos del mundo en un fragmento cerámico de más de 5.000 años en el que se observa un trazo que recuerda a una esvástica.
«Se ve claramente una esvástica», aprecia el experto Peter Banov en los trazos de un fragmento cerámico de más de 5.000 años que arqueólogos búlgaros han hallado en el pueblo de Riben, en el noroeste del país.

Banov, responsable principal del museo regional de historia en la ciudad de Pleven, a unos 160 kilómetros de Sofía, informó que este descubrimiento tuvo lugar a principios de mes cuando los arqueólogos examinaban un puesto militar romano y al excavar por debajo de ese estrato encontraron un poblado anterior a la fortificación romana del siglo III de nuestra era.


«Trabajábamos en un cuartel militar romano que se encontraba en la Via Trajana (también conocida como Via Militaris) y cuando excavamos más profundamente encontramos que esta instalación fue construida sobre un pueblo que suponemos que es de la época neolítica, de hace más de 7.000 años de antigüedad», relató Banov, que es uno de los responsables del equipo de arqueólogos.

«En uno de los elementos representados, un pictograma que precede a la escritura, se ve claramente una esvástica que es un elemento de culto que conocemos desde las épocas más antiguas de la historia humana», comentó Banov, añadiendo que el fragmento hallado será sometido a análisis adicionales para averiguar si precede a la pictografía egipcia.

El pictograma, probablemente hecho con un instrumento afilado de hueso, sería uno de los más antiguos del mundo y estaría relacionada con el culto a dioses paganos, según los expertos.

El arqueólogo no pudo responder qué poblaciones habitaban esa región, argumentando que los primeros datos que se tienen son de fuentes de la Grecia clásica, que relatan la presencia de tracios en esas tierras, según informó a EFE.

Aunque la esvástica o cruz gamada se identifica hoy con los nazis, es una de las imágenes más difundidas desde tiempos prehistóricos. Mencionada en las escrituras sagradas de los hindúes, los Vedas, y símbolo de buena suerte en India, su uso se extiende a religiones como el budismo.

RECETA - CHIPIRONES CON ESPARRAGOS ENCEBOLLADOS


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Esta sartén de chipirones y espárragos encebollados está tan rica que parece mentira que solamente lleve tres ingredientes. Con unos chipirones muy frescos, un manojo de espárragos trigueros y una cebolla puedes preparar una cena estupenda para dos personas que quedarán encantadas con los diferentes sabores y texturas.
Además, la elaboración no tiene mucha complicación ya que sólo hace falta limpiar muy bien los chipis para quitarles las tripas y la "plumilla" del interior y caramelizar a fuego lento la cebolla para que aporte un toque dulzón a la sartenada. Animaos a prepararlo porque es de esas recetas de éxito garantizado.

Ingredientes para dos personas

  • 10 chipirones pequeños, un manojo de espárragos, una cebolla, aceite de oliva virgen extra y sal

Cómo hacer una sartén de chipirones y espárragos encebollados

La primera tarea es limpiar bien los chipirones. Hay que vaciar completamente su interior, retirar la plumilla y separar los tentáculos, a los cuales hay que retirar el pico ya que está duro. Mientras hacemos esa tarea, podemos ponernos a caramelizar la cebolla en sus propios azúcaresconfitándola en aceite abundante tal como os enseñamos aquí, para que quede perfecta, dulce, sabrosa y sin añadir azúcar.
Una vez lista, la reservamos, escurriendo bien el aceite sobrante. En la sartén, freímos los chipirones que en cuanto sientan el calor comenzarán a soltar sus jugos. En cuanto tengamos líquido abundante, añadimos los espárragos cortados en trocitos. Así se cocerán primero en los jugos de los chipis y después se freirán en el aceite que hayamos usado en la sartén para freír los chipirones.
En cuanto los espárragos empiezan a chisporrotear al freírse, añadimos la cebolla caramelizada repartiéndola por todas partes y apagamos el fuego, dejando reposar un minuto o dos antes de servir. Pasamos el contenido de la sartén a una fuente y lo llevamos rápidamente a la mesa.
Chipirones Esparragos Encebollados Paso PasoChipirones Esparragos Encebollados Paso Paso
Tiempo de elaboración | 30 minutos
Dificultad | Fácil

Degustación

El intenso sabor a mar de los chipirones combina muy bien con la textura crujiente de los espárragos y el dulzón de la cebolla confitada. Por eso, esta sartén de chipirones y espárragos encebollados es excelente para disfrutar en una cena en pareja. Como guarnición yo usé unos tomates cherry diminutos que prácticamente no probamos ya que nos dedicamos a la sartén hasta acabar con ella.

LOS DISEÑOS DE MODA DE SALVADOR DALI



Salvador Felipe Jacinto Dalí y Doménech nació el 11 de mayo de 1904 en Figueras (Cataluña). Desde muy joven se sintió atraído por el arte figurativodejando entrever ya lo que sería su personalidad.
En una ocasión Dalí hizo unas declaraciones diciendo que todas susexcentricidades e incoherencias habían sido para probar que no era su hermano mayor (muerto antes de que él naciera y a quien sus padres habían llamado también Salvador), y que estaba vivito y coleando.
Aunque empezó a estudiar en la Escuela de Bellas Artes de Madrid fueexpulsado por poner en duda la competencia de alguno de sus profesores. Por aquella época fue cuando conoció a Lorca y a Buñuel, y cuando realizó su primer viaje a París donde conoció a Picasso (1926).
Dalí se unió al movimiento surrealista y en 1929 se enamoró como uno loco deGala, la mujer del poeta Paul Eluard que se convirtió en su musa.

Dali Gala

Dalí y los diseñadores de moda

HUBO UN TIEMPO EN QUE GRANDES ARTISTAS DE LA TALLA DE DALÍ COLABORARON DE FORMA PUNTUAL CON EL BALLET O CON LA ÓPERA DISEÑANDO EL VESTUARIO Y HASTA LOS TELONES DE FONDO DE UNA OBRA
A lo largo de toda su vida, el pintor Salvador Dalídemostró sentirse siempre muy atraído por el mundo de la moda descubriendo dentro de este vasto registro nuevas vías de expresión para su ideal surrealista. Su encuentro con Coco Chanelle animó a diseñarvestuarios como los que hizo para la ópera Tristan Fou o Bacchanale.
Sombrero Zapato
Durante la década de los años 30 también colaboró con la diseñadora Elsa Schiaparellien la creación de algunos zapatos. En 1937 también diseñó el icónico sombrero zapatoque, desde que Diego Della Valle adquirió la firma Schiaparelli, hemos visto fotografiado hasta la saciedad. Por lo visto, la inspiración surgió de una foto que le hizo en 1933 Gala a su marido luciendo un zapato de mujer en la cabeza y otro sobre un hombro. Este sombrero pasó a pertenecer luego a la propia Gala quien se lo regaló a su hija Cecile Eluard en 1947. De este modelo existen otros dos ejemplares: uno, con el tacón rojo, que pertenece en la actualidad a la colección Andrea Pfister, y el otro, con el tacón negro, que está en el Metropolitan Museum of Art de Nueva York.
Robe Homard
En 1936 Dalí creó su Teléfono-lagosta. Al año siguiente, Elsa Schiaparelli le pidió que diseñase la famosa Robe Homard (el traje Langosta). Una prenda sobre la que el artista hubiese querido extender mahonesa entre dos ramilletes de perejil. Este traje acabó siendo fotografiado por Cecil Beaton para la revista Vogue, y lucido por Wallis Simpson cuando todavía no se había convertido en la duquesa de Windsor.

TAMBIÉN HUBO DISEÑADORES COMO COCO CHANEL A QUIENES LES APASIONABA EL ARTE Y LO COLECCIONABAN, INSPIRÁNDOSE EN ÉL A LA HORA DE DISEÑAR
Si os digo que Christian Dior fue galerista de Dalí quizá os sorprenda y no déis crédito. Sin embargo, así fue hasta que por culpa de la crisis del 29 - que tanto afectó al mercado del arte -, Dior se vio obligado a cerrar definitivamente su galería en 1934, reinventándose como diseñador de moda. En 1950 diseñó junto con Christian Dior el traje chiffonier. Los cuerpos humanos que se abren mediante cajones simbolizaban para Dalí la memoria y el inconsciente. Un concepto heredado de sus lecturas de Freud quien aseguraba que el cuerpo humano está lleno de cajones secretos que sólo el psicoanálisis puede abrir. Este traje expresaba el misterio de los secretos ocultos.
Girafe En Feu











Carlos de Bestegui e Iturbide, un aristócrata de origen vasco afincado en México los volvió a unir de nuevo al encargarles unos disfraces para un fastuoso baile de máscaras que quería ofrecer con motivo de la reinaguración del Palazzo Labia, que acababa de restaurar, localizado en el Gran Canal de Venecia. Dior realizó unos trajes venecianos, desorbitadamente largos, a partir de un dibujo que hizo Dalí.
Existe un reportaje gráfico que refleja los fastos del llamado "Baile del Siglo" firmado por Cecil Beaton. Según contaron las personas que tuvieron la suerte de asistir a este baile, el momento más memorable fue la entrada de Dalí y de su grupo disfrazados defantasmas venecianos gigantes. Para Dalí, Pierre Cardin había diseñado una gafas de dobles cristales entre los cuales pululaban un montón de hormigas vivas.

Joyas y fragancias

Ruby Lips Brooch

Este polifacético artista también diseñó joyas. En 1949 El Ojo del tiempo y en 1950, después del éxito cosechado con el sofá que reproducía los labios de Mae West tapizado con una tela con el mismo tono de barra de labios que utilizaba la actriz, un broche que reproducían unos labios engastados con rubíes y que al estar entreabiertos mostraban también unas perlas reproduciendo los dientes de la actriz.

Dali Wild
En 1981, su obra “Aparición del rostro de la Afrodita de Cnide" en medio de un paisaje sirvió de inspiración para la creación de unos frascos de perfume a los que llamaron Dalí Homme y Femme. Aunque hace ya años que Dalí nos dejó acaba de reeditarse una nueva eau de toilette femenina con acentos salvajes a la que han llamado Dalí Wild.

Leopardo
Un nombre evocador que rinde homenaje a aquel increíble abrigo de leopardo que solía lucir el artista, y al magnífico ocelote que llevaba de una correa como si fuese una mascota.
Dali Schiap
El 10 de junio de 1982, Gala, musa y compañera de Dalí, murió a los 88 años de edad. Clienta asidua de las casas de Alta Costura, sus modelos pueden verse pues están expuestos en las habitaciones del castillo de Pubol, gestionados por una fundación. El único vestido que ya nadie podrá ver es un vestido rojo firmado por Christian Dior, que Salvador Dalí eligió personalmente para el último viaje de su icono.