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7 mantras para enfrentar las críticas destructivas sin venirse abajo

Rincón de la Psicología


Posted: 21 Nov 2017 02:53 AM PST

Helen Mirren, una de las pocas actrices que han ganado los cuatro premios principales dentro del cine por una sola película, dijo hace poco: “A mis 70 años, si pudiera darle un consejo a una versión más joven de mi misma, sería: usa más a menudo las palabras ‘vete al diablo’”.

Esta actriz se refería al hecho de que demasiado a menudo le damos una importancia excesiva a las cosas. Nos preocupamos innecesariamente, nos sentimos extraordinariamente mal por las críticas y todo ello nos hace gastar una energía psicológica preciosa.

De hecho, un estudio muy interesante realizado en la Universidad de Groningen reveló que cuando somos víctimas de una crítica, se produce una actividad inusual en las zonas relacionadas con la evaluación social y la expresión y regulación de las emociones negativas, lo cual sugiere que estamos intentando comprender las creencias, percepciones y sentimientos de quien nos critica para comportarnos de manera más flexible y adaptativa. Por desgracia, a veces se nos va la mano, y en el intento de amoldarnos a los demás, nos perdemos a nosotros mismos.

Por eso, uno de los aprendizajes más útiles en la vida consiste en gestionar adecuadamente las críticas, sobre todo los comentarios malintencionados y las opiniones destructivas. Las críticas malsanas suelen tener un impacto psicológico muy negativo, haciendo que perdamos la confianza en nosotros mismos y comencemos a guiarnos demasiado por lo que piensan los demás, en vez de preguntarnos qué queremos y necesitamos.

Tener en mente estos mantras nos puede ayudar a poner las críticas en perspectiva y evitar que nos causen un daño innecesario. 

Mantra #1: “La crítica dice más de quien critica que del criticado”

A menudo las críticas son la expresión de una intolerancia hacia lo que no se comprende o no se quiere aceptar. Las críticas destructivas, que no se realizan con el objetivo de ayudar, en realidad dicen mucho más de la forma de pensar y ser de la persona que critica que del criticado. Por eso, cuando tengas que enfrentarte a críticas ácidas que no te aportan nada, piensa que en realidad esas palabras suelen ser el escudo que usan las personas inseguras y rígidas para protegerse cuando te ven como una amenaza. 

Mantra #2: “Cada quien ve únicamente lo que desea ver”

Todos somos víctimas del sesgo de confirmación, un fenómeno que hace que nos fijemos solamente en los detalles que confirman nuestras ideas o expectativas. Por eso, es muy probable que esa crítica que estás recibiendo sea una visión sesgada de alguien que está intentando reafirmar sus estereotipos, de manera que si tus comportamientos, actitudes y/o palabras no encajan con su visión del mundo, las juzgará.

Mantra #3: “Cada persona tiene perspectivas diferentes”

Un refrán de los nativo americanos decía: “No juzgues a una persona hasta que no has caminado dos lunas con sus zapatos”. Cada quien tiene una historia a sus espaldas y una manera propia de ver el mundo, lo cual significa que muchas personas juzgan desde su posición, sin ponerse en el lugar del otro e intentar comprender sus motivos o historia. Por supuesto, eso no significa que su crítica no tenga valor, a menudo ver el problema desde otro punto de vista nos permite encontrar mejores soluciones, pero cuando se trata de críticas destructivas, debemos tener en mente que cada quien tiene su propia forma de pensar y reaccionar, que no siempre debe coincidir con la nuestra. 

Mantra #4: “Solo puede dañarme aquello a lo que le doy poder”

Las personas no pueden herirnos emocionalmente sin nuestro consentimiento. Eso significa que debemos ser capaces de crear una capa protectora que nos permita defendernos de las críticas destructivas, aprendiendo a no darles más valor del que merecen. La capacidad para separar el oro de la paja y dar a las cosas su justo significado emocional es clave para mantener el equilibrio psicológico a lo largo de la vida. Si te dirigen palabras malintencionadas que pueden dañarte, simplemente no les des demasiada importancia porque si lo haces, les estarás confiriendo el poder para hacer mella en ti.

Mantra #5: “No soy únicamente mis acciones”

Uno de los principales motivos por el que las críticas nos incomodan tanto es porque las asumimos como un ataque a nuestro ego. De hecho, muchas críticas están dirigidas a la persona, no a su comportamiento, por lo que son particularmente dolorosas e injustas. En esos casos, podemos recordar que no somos nuestras acciones, o al menos no nos limitamos a ellas. Nuestras acciones reflejan una parte de nosotros, pero podemos cometer un error y seguir siendo buenas personas, si empre que seamos capaces de enmendarlo o pedir disculpas. Un error no nos define como personas. Por tanto, no hay necesidad de ponerse a la defensiva.

Mantra #6: “Nadie es perfecto”

Nadie es perfecto, ni siquiera la persona que te está criticando, aunque quizá pretenda serlo o asuma una actitud de superioridad. De hecho, en muchos casos esa posición de prepotencia moral es lo que nos hace sentir vergüenza o genera culpabilidad. Es probable que nos hayamos equivocado, pero a todos les ocurre. No pasa nada. No dejes que la persona que te critica te haga sentir inferior o incapaz. Todos somos diferentes y tenemos distintas habilidades y áreas de competencia, no deberíamos sentirnos mal por ello.

En este sentido, un alarmante estudio llevado a cabo en la Universidad de Ontario Occidental reveló un vínculo entre la tendencia al perfeccionismo y a ceder a la presión social y el suicidio. Al entrevistar a familiares y amigos de personas que se habían suicidado, estos psicólogos descubrieron que el 56% sufrían una presión social por ser perfectos. Esto confirma que a veces seguir el consejo de Helen Mirren es una mera cuestión de supervivencia.

Mantra #7: “Los errores son oportunidades de aprendizaje”

Los errores no te convierten en mala persona ni en un “fracasado”, todo lo contrario, te permiten crecer y aprender. A medida que aprendes de los errores del pasado, cometerás menos equivocaciones en el futuro y te convertirás en una persona más sabia. No permitas que una persona que asume una actitud prepotente te haga sentir mal por los errores que has cometido. Lo más importante es cómo te levantas después de la caída.

De hecho, un experimento realizado en la Universidad Estatal de Michigan descubrió que el cerebro de las personas que piensan que la inteligencia es maleable y se puede desarrollar, reacciona de manera diferente ante los errores. Estas personas cometen menos errores la próxima vez porque en su cerebro se produce una mayor activación, que les permite prestar más atención y no equivocarse. 


Fuentes:
Smith, M. M. et. Al. (2017) The perniciousness of perfectionism: A meta-analytic review of the perfectionism–suicide relationship. Journal of Personality; 1-21.
Servaas, M.N. et. Al. (2013) The Effect of Criticism on Functional Brain Connectivity and Associations with Neuroticism. PLoS ONE; 8(7): e69606.
Moser, J, S. et. Al. (2011) Mind your errors: Evidence for a neural mechanism linking growth mind-set to adaptative posterror adjustments. Psychological Science; 22(12): 1484-1489

SEGUIREMOS - Hospital Sant Joan de Déu y Macaco

Por cada reproducción del video se recaudan  5cm. para la lucha contra el CANCER. Gracias a tod@s por vuestra colaboración.




MADi, la casa prefabricada de madera modular a prueba de terremotos



Con este sistema de construcción la casa se puede montar en pocas horas, para tener una verdadera casa funcional de clase A. Esta casa prefabricada de madera se pliega como un origami.
Ecológica, antisísmica y modular. Estos tres adjetivos pueden ser suficientes para describir la casa prefabricada de madera de MADi, pero probablemente se perdería uno de los aspectos más interesantes de su diseño. Sí, porque MADi tiene un sistema constructivo particular -protegido por patente- que la hace literalmente plegable sobre sí misma, casi como una de esas tiendas de campaña en forma de carpa. Con la diferencia no pequeña de que, en este caso, nos encontramos ante una casa de madera multifuncional, con alta clase energética y certificación antisísmica.
Detrás del proyecto está la mano del arquitecto italiano Renato Vidal y el productor abruzzo Area Legno. Cuando pensó en su casa prefabricada, Vidal lo hizo para que la casa se instalara lo antes posible, con la posibilidad, si fuera necesario, de volver a cerrar el módulo y trasladarlo a otro lugar.
No necesitan cimientos y, una vez que ya no la necesitas, puedes plegarla y trasladarla a otro lugar o simplemente almacenarla en un depósito lista para un nuevo uso; el anclaje está asegurado por un sistema innovador, invisible y ecológico de cimentación tipo tornillo.
La estructura en forma de A está formada por perfiles y tubos de acero (pretratados para resistir a la corrosión) y bisagras especiales que garantizan el movimiento de apertura y cierre. Los cierres horizontales del tejado se componen de paneles Xlam, es decir, paneles de madera maciza con capas laminadas transversalmente, impermeabilizadas y aisladas térmicamente, mientras que las paredes frontales están formadas por una estructura de armazón aislada con lana de roca de alta densidad y cubierta externamente con madera.
Cada módulo se extiende a lo largo de dos niveles y se suministra completa con electricidad, fontanería, aire acondicionado (frío/calor), sanitarios y cocina.

Unas horas para montarla y un par de días antes de ser habitable: el módulo hace que la obra sea casi inexistente y reduce los costes de explotación. No sólo eso. En la versión estándar se fabrican en la clase energética B, pero si el cliente lo solicita, se pueden llevar fácilmente a una clase A o superior. Los paneles solares puede hacer que el MADI sea energéticamente autónoma. Los únicos verdaderamente extraíbles, recuperables y 100% reutilizables que se instalan sin estropear el entorno, sino que simplemente entran en simbiosis con él.
¿El precio? 800 euros por metro cuadrado (que también incluye transporte y montaje si se encuentra a menos de 200 km de la sede de la empresa). Actualmente la casa prefabricada en madera plegable se puede realizar en tres modelos diferentes, desde 27 m2, 56 m2 y 84 m2, pero explica la empresa, se pueden añadir módulos adicionales para ampliar el volumen.
Más información: madihome.com

RECETA - Fideos con almejas


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Info.

Ingredientes para Fideos con almejas

  • ½ kilo de almejas (gallegas preferiblemente)
  • ¼ kilo de mejillones de la Ria
  • 360 gr de fideo nº 1
  • 1 cebolla mediana
  • 1 lata pequeña de pimientos morrones
  • 1 tomate grande maduro
  • 1 diente de ajo
  • Vino blanco
  • Perejil (al gusto)
  • 2 hojas de Laurel
  • 5 hebrás de Azafrán
  • Aceite de oliva (5 cucharadas)
  • Agua (1 vaso y medio)
  • Sal y pimienta (al gusto)
Cómo hacer una cazuela marinera con fideos y almejas. Os presento una receta de pasta con un estilo muy marinero pues la acompañamos con almejas.
Esta receta es las primeras publicadas en el blog y que hemos preparado en casa un montón de veces, siempre es un triunfo asegurado. Es perfecto para una ocasión especial o una idea como plato de cuchara para el menú semanal.
La cazuela de fideos con almejas, es unas de las recetas de pasta que más se suelen servir en los restaurantes de la costa de Galicia. Aunque yo he visto este plato casi idéntico en Andalucía. Me imagino, pues lo desconozco, que será una receta popular en toda España. La base de esta receta tan sencilla reside en la calidad de los ingredientes, un buen sofrito y un caldo casero de calidad que le de todo su sabor a mar.
Aunque lleve fideos no se parece a la fideuá, aunque si comparta muchos de sus ingredientes. La preparación es distinta, varía tanto como un arroz seco a un arroz caldoso. Los fideos en este caso no deben quedar secos y se toma bien caliente como todo plato de pasta, mejor recién hecho. Aunque si nos sobra un poco, al día siguiente se puede recalentar a fuego bajo y lo tomaremos casi seco, pero muy bueno de sabor.
Esta receta es sencilla, asequible y muy resultona, perfecta para todo el año. Y lo mejor de todo es que se puede versionar con lo que tengáis en casa, admite otros ingredientes, algún pescado que se tenga a mano, a veces simplemente con unas alcachofas o unas gambas. Imaginación al poder.

Almejas y mejillones. Preparación de la base de los fideos

  1. Dejamos las almejas por lo menos una hora antes en agua para que suelten la tierra que puedan traer.
  2. Limpiamos las almejas y los mejillones, desechando los que vengan ya abiertos, ya que pueden estar malos.
  3. Pelamos el diente de ajo y lo picamos lo mejor posible. Reservamos. Picamos la cebolla y los pimientos morrones muy finos para que se deshagan en la cocción. Es importante que no se note su textura pero sí el sabor que le da a los fideos.
  4. Le quitamos la piel al tomate y troceamos en 4 partes, reservamos.
  5. En una tartera de barro con aceite de oliva virgen añadimos la cebolla, el ajo, los pimientos morrones y el tomate, todo picadito al gusto. Cuando se vaya pochando este sofrito, le añadimos un poco de vino blanco (medio vaso). Dejamos que se cocine todo a fuego lento durante unos 10 minutos hasta que reduzca el vino.
  6. En una cazuela aparte echamos un poco de agua, un vaso y medio, ponemos unas hojas de laurel y añadimos las almejas y los mejillones a fuego medio para que se abran. Desechamos los que se queden cerrados. Una vez abiertos los moluscos, los reservamos. El agua resultante de la cocción la colamos y apartamos en una taza.
Preparación final de la cazuela de fideos y almejas. Presentación final
  1. En la tartera del sofrito mareamos los fideos un ratito, los juntamos bien con una cuchara de madera. Luego añadimos el agua de las almejas y mejillones y un poco más de agua para hervir los fideos (son 350 g de fideo con lo cual llegaría con 2 vasos de agua incluyendo el agua de los moluscos).
  2. Salpimentamos al gusto.
  3. Pasados 10 minutos, cuando los fideos estén en su punto (podemos ir probando, lo mejor es que queden al dente), añadimos las almejas en su concha, los mejillones sin concha, perejil, un par de hebras de azafrán y salamos al gusto.
  4. Dejamos que se haga a fuego bajo durante unos minutos y se sirve caliente, con caldo suficiente para comer con cuchara.
Y recordad que estos fideos como la mayoría de platos de cuchara están mucho mejor al día siguiente.
No dejéis de disfrutar de todas las recetas de pescado y marisco que tenemos en el blog. Podéis ver todas las fotos del paso a paso de la receta de estos fideos con almejas en este álbum. No perdáis detalle y os saldrán perfectos.

Consejos para una cazuela de fideos de rechupete


  • Hemos calculado unos 90 gramos de fideos por persona, con lo que tendremos suficiente para disfrutar de un buen plato y luego repetir. Lo ideal es usar fideos gruesos del nº 1, de los normales, pero también sirven los que tiene el centro hueco, típicos de la fideuá.
  • Es un plato que se incrementa de precio por las almejas, pues el resto de ingredientes son muy económicos. Pero siempre va a depender de la variedad de almejas que vayáis a emplear, aquí según el bolsillo y gusto de cada uno. Si no tenéis mucho dinero, la almeja japónica es la más barata y le dará ese sabor a mar que buscamos.
  • Dejad con algo de caldo de más en la cazuela para comer con cuchara y bien calentito en la mesa. En casa nos gusta preparar este plato “caldoso”, para comer con cuchara y luego poder sopetear con el pan en la salsa. Aunque se puede adaptar a los gustos de cada casa.
  • No lleva mucho tiempo, en menos de una hora tendréis la receta lista. Pero si tenéis prisa podéis sustituir el caldo de pescado por uno comercial que sea de calidad. Aunque aquí os dejo como lo podéis hacer caldo de pescado casero. Es también es muy sencillo y se puede congelar para tenerlo siempre listo.

Terapia del perdón: Quien no perdona a tiempo, sufre a destiempo

Rincón de la Psicología



Posted: 20 Nov 2017 02:00 AM PST

Hace muchos años, unos soldados fueron hechos prisioneros por las tropas enemigas. Los soldados pasaron años en una celda minúscula, donde apenas tenían espacio para caminar. Durante esos años, se hicieron grandes amigos, hablaban a menudo de sus familias y se apoyaban mutuamente para sobrevivir. 

Cada cierto tiempo, uno de los guardias los sacaba de la celda y llevaba a una sala de interrogatorios, en la cual a veces recurrían a métodos poco convencionales, para intentar que revelaran información relevante sobre su ejército.

Los soldados jamás confesaron, pero pasaron años infernales, sufriendo burlas y humillaciones, además de todo tipo de carencias. Aquel guardia se había convertido en su peor pesadilla.

Un buen día, la guerra entre ambos países terminó y fueron liberados. Los dos soldados se dieron un gran abrazo de despedida y cada quien tomó su rumbo.

Al cabo de diez años, los soldados volvieron a encontrarse. A uno se le veía visiblemente recuperado, casi feliz. Los dos hombres se pusieron al corriente de sus vidas. 

Sin embargo, no pudieron evitar rememorar los años que habían pasado juntos en cautividad. Uno de ellos preguntó:

- ¿Has perdonado a aquel guardia?

- Sí, me ha costado, pero finalmente he logrado pasar página – respondió el antiguo soldado que se veía más feliz.

- Yo no he podido, sigo guardándole rencor. ¡Lo odiaré mientras viva!

- Entonces aún te tiene prisionero – se limitó a responder con tristeza su compañero.

Esta historia refleja a la perfección a quién hace más daño el odio y el rencor. Y nos muestra cómo perdonar nos libera.

La ira y el rencor se vuelven contra quien los siente


Perdón. Esta palabra tan corta encierra todos nuestros ángeles y demonios interiores. Por desgracia, su uso a través de los siglos ha dado pie a mal interpretaciones de su significado, hasta el punto que muchas personas ni siquiera quieren oír hablar de su existencia.

Quienes no quieren aprender a perdonar reaccionan con indignación, rechazo e ira ante la simple idea del perdón. Por supuesto, no se puede obligar a nadie a perdonar. Pero anclarse en la ira, el resentimiento y la rabia no es un “castigo” para quien nos hizo daño sino para nosotros mismos. Buda dijo: “Aferrarse a la ira es como aferrarse a una brasa candente con la intención de tirársela a otro; pero eres tú quien se quema”.

Un metaanálisis de 25 estudios realizado en el University College de Londres desveló que existe una fuerte correlación entre la ira y la hostilidad mantenidas a lo largo del tiempo y el riesgo de sufrir ataques cardíacos. Estas emociones también se han asociado a otros problemas de salud, como el cáncer.

No es extraño. Otro estudio llevado a cabo en la Universidad de California en el que se le dio seguimiento a 332 personas durante cinco semanas descubrió que el nivel de estrés era directamente proporcional a la cantidad de resentimiento e ira, mientras que este disminuía cuando las personas perdonaban.

Otro estudio realizado por esos mismos psicólogos con 148 personas halló que quienes acumulaban más estrés vital tenían una peor salud mental. Curiosamente, las personas que eran capaces de perdonar, aunque también vivieron experiencias difíciles, no tenían una mala salud mental. Esto significa que el perdón es capaz de borrar el impacto negativo del estrés y la angustia que generan algunos acontecimientos.

Perdonar no es excusar ni minimizar el acto negativo


Muchas personas entienden el perdón como un acto a través del cual se excusa o minimiza el suceso perjudicial. Algunas incluso piensan que significa olvidar lo que nos han hecho. Nada más lejos de la realidad. 

Perdonar significa exclusivamente recordar la ofensa desde un nuevo punto de vista que no despierte sentimientos tan negativos, liberando en nuestra mente al agredido y permitiendo que el daño no se perpetúe dentro de nosotros. Perdonar no es un acto de liberación para quien cometió el mal sino para la persona que lo sufrió.

De hecho, para perdonar ni siquiera es necesario "reconciliarse" con la persona que nos ha infringido el daño. No se trata de convertirnos en su amigo. El perdón es un acto íntimo que nos permite recuperar el control sobre nuestra vida y el bienestar que habíamos perdido porque éramos víctima de esas emociones negativas.

Las 6 reglas de la terapia del perdón


1. Perdonar no equivale a olvidar. Perdonar no significa olvidar lo ocurrido. Una persona que ha sido víctima del maltrato, que ha sido abandonada o a quien le han causado grandes daños, no olvidará lo ocurrido y tampoco necesita hacerlo porque puede utilizar esas experiencias como “combustible” para construir la resiliencia.

2. Perdonar no es minimizar la experiencia. Perdonar no significa decir “Lo que ha ocurrido está bien, no fue tan malo después de todo”. De hecho, para perdonar es necesario asumir que lo que ha ocurrido ha sido terrible y nos ha dejado cicatrices. Pero también significa dejar que esas cicatrices se curen en vez de echar sal continuamente sobre la herida.

3. Perdonar no es signo de debilidad. Perdonar no es señal de debilidad, ingenuidad o necedad, es un gran signo de inteligencia y madurez porque significa que, a pesar de todo, has decidido seguir adelante, no dejando que el pasado condicione tu futuro. 

4. Para perdonar no es necesario que el agresor se disculpe. Los agresores no siempre reconocen el daño que han causado, pero eso no es motivo para quedarnos atascados en el odio. Para perdonar no es necesario recibir una petición de disculpas ni un resarcimiento. El perdón es un acto interno que nos beneficia a nosotros mismos, no necesitamos que quien nos hizo daño se arrepienta.

5. Perdonar es un proceso. El perdón no es todo o nada, blanco o negro. Es un proceso y, como todo proceso, puede tener retrocesos y altibajos. Es posible que de vez en cuando resurja la ira y quizá algunos daños no lograremos perdonarlos por completo pero en una escala del 1 al 10, podemos acercarnos a un 7 o un 8, lo cual es suficiente para ciertos actos atroces. 

6. Perdonar es por tu salud y bienestar. Aferrarse a la ira y el resentimiento es tóxico para ti. Conduce a la depresión, el enfado crónico y la amargura. Perdonar no es un acto que haces por quien te hizo daño sino por tu propio bien. No perdonas al otro para hacerle un favor, sino para hacerte un favor a ti mismo.

Los 4 pasos de la terapia del perdón


Cuando no somos capaces de perdonar un hecho negativo que nos ha ocurrido, comenzamos a alimentar sentimientos de venganza, rabia y dolor emocional. A menudo se desencadena un proceso de victimización unido a pensamientos rumiativos respecto del suceso. La terapia del perdón intenta detener ese proceso nocivo.

1. Expresar las emociones. Sea cual sea el daño que te han infringido, debes saber que es perfectamente comprensible y normal que te sientas mal. Puedes experimentar diferentes sentimientos, desde ira hasta tristeza o dolor. No es conveniente que intentes reprimir y esconder esos sentimientos sino que los expreses. Lo que se reprime continúa afectándote desde el inconsciente, generando más sufrimiento e ira. 

La técnica de la silla vacía es una excelente herramienta para sacar fuera todas esas emociones. Consiste en sentarte delante de una silla vacía e imaginar que la persona que te ha hecho daño está ahí. Dile todo lo que deseas, desde el daño que te ha causado y por qué hasta cómo te sientes por ello. Suele ser una técnica muy catártica y, si guardas mucho resentimiento, puedes aplicarla varias veces.

2. Comprender el por qué. El cerebro es un maniático del control, por lo que cuando nos hacen daño, siempre intentamos darle una explicación. El problema es que, en muchos casos, siguiendo nuestro razonamiento no lo entenderemos. A veces esa búsqueda de explicación puede convertirse en un proceso malsano que se vuelva en nuestra contra. 

En muchos casos, simplemente debemos aceptar que no hay una explicación más allá del azar. Hay eventos terribles que ocurren porque estábamos en el momento incorrecto en el peor lugar posible. Aceptar esa explicación es el primer paso para lograr cerrar ese capítulo oscuro de nuestra vida.

3. Reconstruir la seguridad. Para perdonar es imprescindible tener una cantidad razonable de seguridad, lo cual significa saber que ese acto no volverá a ocurrir. Por supuesto, nunca podremos estar seguros al 100% pero si albergamos demasiado miedo, nos resultará imposible perdonar. En ocasiones reconstruir la seguridad no es un proceso que dependa de las condiciones externas sino de nosotros mismos, y depende de la reconstrucción de nuestra autoconfianza.

4. Dejar ir. Este suele ser el paso más difícil. Se trata de una decisión que se debe tomar conscientemente y que, de cierta forma, implica prometerse a sí mismos que no guardaremos rencor por lo ocurrido. Ese dejar ir significa también abandonar el papel de víctima y recuperar la fuerza. Para ello, es fundamental dejar ir la ira que siempre guardamos, impedir que ese enojo siga ejerciendo una influencia nociva en nuestra vida.

El perdón pleno implica aceptación y comprensión


Perdonar es un proceso complejo que demanda transformaciones profundas en las concepciones que tenemos sobre el suceso. Se trata de cambios importantes que afectan tanto el área cognitiva como afectiva.

De hecho, el perdón pleno, según Bob Enright, psicólogo de la Universidad de Wisconsin y uno de los primeros en investigar sobre el acto de perdonar, no significa simplemente pasar página y seguir adelante. Va mucho más allá porque implica ver a la persona que nos dañó como un ser multidimensional cuyas acciones estaban mal. La escritora Emma Goldman dijo "antes de que podamos perdonarnos los unos a los otros, tenemos que entendernos".

El perdón pleno no solo ofrece tranquilidad emocional sino incluso comprensión hacia la persona que nos lastimó. Desde ese punto de vista, el suceso negativo deja de dolernos y podemos recuperar el equilibrio emocional que habíamos perdido antes de perdonar.

Fuentes:
Toussaint, L.L. et. Al. (2016) Forgiveness, Stress, and Health: a 5-Week Dynamic Parallel Process Study. Ann Behav Med; 50(5): 727-735.
Toussaint, L. et. Al. (2016) Effects of lifetime stress exposure on mental and physical health in young adulthood: How stress degrades and forgiveness protects health. J Health Psychol; 21(6): 1004-1014.
Chida, Y. & Steptoe, A. (2009) The association of anger and hostility with future coronary heart disease: a meta-analytic review of prospective evidence. J Am Coll Cardiol; 53(11): 936-946.
Wade, N. G. (2014) Efficacy of psychotherapeutic interventions to promote forgiveness: a meta-analysis. J Consult Clin Psychol; 82(1): 154-170. 
Reed G. L. & Enright, R. D. (2006) The effects of forgiveness therapy on depression, anxiety, and posttraumatic stress for women after spousal emotional abuse. J Consult Clin Psychol; 74(5): 920-929.

"Nankurunaisa", la palabra más hermosa del mundo y su profundo significado

Posted: 20 Nov 2017 12:53 PM PST

Es una palabra del antiguo Japón que significa “Vive hoy por el bien del mañana y no te olvides de sonreír” o su versión completa que es “nunca olvides quien eres y vive por hoy y por el mañana, que jamás se te olvide sonreír y por terrible que haya sido tu día recuerda que el próximo día el sol te recibirá con una gran sonrisa, tú has lo mismo”



 Popularizada por la serie animé “Blood+” transmitida en Japón, “nankurunaisa” recorrió el mundo luego de cientos de años ausente.

 Pero realmente no es una palabra ni tampoco es la representación de un término necesariamente japonés.  

  Lo que creyeron que era un vocablo, es verdaderamente una frase que nació del dialecto de Okinawa. Originalmente se escribe“Nankuru nai sa” y es una fusión derivada principalmente de la lengua indígena del archipiélago Ryūkyū y parte de lo que hoy conocemos como japonés.

 Como proviene de una lengua muerta, su interpretación es difícil de determinar y sumamente variada entre las poblaciones asiáticas. Para algunos se simplifica en “todo va a estar bien”.

  Pero interpretaciones como: “lo importante es la salud”; “mientras hay vida, hay esperanza”; “de alguna manera las cosas van a caer en su lugar” o “de cualquier forma todo mejorará”, también forman parte de los significados que “nankurunaisa” ha adquirido a través del tiempo.

 Aún con todas estas lecturas juntas, sigue siendo una expresión cargada de energía positiva. Se cree que los ancestros asiáticos la utilizaban para encomendarse al bien. Desde el asentamiento de estas comunidades, entendían el poder de la palabra en los seres humanos.


 Solían pronunciarla con regularidad y en cualquier ocasión. Hoy podemos entender mejor lo que para entonces intuían: la oración tiene un poder psicológico y espiritual que inconscientemente nos impulsa a resurgir, crecer, brillar y encontrar siempre un mejor camino.

  Los pensamientos positivos nunca sobran. Mientras imaginemos más constantemente aspectos de luz, más atraeremos eso a nuestras vidas.

  Esa es un poco la ayuda que nos regala el significado de Nankurunaisa. Nos promete la pronunciación de un augurio bueno para nosotros mismos.


APRENDE A SOLTAR LOS MIEDOS


30 frases japonesas con su significado para entender su sabiduría de vida


Posted: 14 Nov 2017 05:09 AM PST

La cultura japonesa destaca por lo misteriosa y enigmática que es para las personas de occidente...



  A pesar de que es una de las sociedades con mayor desarrollo tecnológico, siguen teniendo un fuerte vínculo con sus raíces y tradiciones, y su cultura está llena de una sabiduría ancestral. 

  Esta es una recopilación de algunos proverbios populares japoneses que nos ayudarán, aunque sea un poco, a captar su sabiduría ancestral:


1.

"¿Si un problema tiene solución, para qué preocuparse?  y si no lo tiene, para qué preocuparse?"


  Preocuparse no sirve de nada. Esta es una de esas frases japonesas que nos advierte sobre una emoción dañina como la preocupación. 


 Porque el 99% de las cosas que nos preocupan nunca suceden. Es decir, preocuparse no quita los problemas de mañana, pero quita la paz de hoy.

  Cada frase tiene un significado, una sabiduría de vida. Pero para cada uno puede ser diferente. La mejor interpretación es desde la propia experiencia.

2.

"Hasta el viaje más largo comienza con un solo paso."

  El significado de esta frase: Todo es más simple si empezamos poco a poco. Un reto puede parecernos muy difícil, pero si primero cultivamos hábitos con rutinas muy pequeñas se hace más simple.


3.

"Cuando hay amor hasta las cicatrices de la viruela son iguales a los hoyuelos en las mejillas."


 Estas palabras japonesas expresan que el amor siempre se apoya en las fortalezas, en lo positivo. Por eso, cuando dos personas se aman se enfocan en todo lo positivo que tienen y florecen.

4.

 "El sol no sabe de buenos, el sol no sabe de malos. El sol ilumina y calienta a todos por igual. Quien se encuentra a sí mismo es como el sol."


  Los proverbios japoneses como este son una fuente de energía positiva. En este caso nos ilumina sobre como mucha gente se deja llevar por sus pensamientos. Calificamos todo según somos. Cuando dejas de calificar, floreces.


5.

"Si lo piensas, decídelo. Si lo decidiste, no lo pienses."




 Hay un problema muy común en nuestra cultura, prometer hacer algo. La próxima semana iré al gimnasio… Hablamos y pensamos sobre nuestras buenas intenciones, pero hacemos muy poco o nada.

6.

"La tristeza es como un vestido rasgado: hay que dejarlo en casa."


Esta cita japonesa nos recuerda que una persona triste no se ve bien. Hay que recordar que la felicidad es responsabilidad de cada persona. Nadie puede hacerte feliz.


7.


"Nadie tropieza mientras está acostado en la cama."


  Nadie progresa ni consigue lo que quiere si no hace nada. Si no haces nada no cometes errores. Si tienes sugerencias para estos significados de frases hechas, comenta.


8.

"No retengas a quien se va, ni rechaces a quien llega."


 Cada persona sigue su camino buscando ser feliz. No importa si se equivoca, necesita esas experiencias. Cada persona llega a nosotros para aprender algo. Frases japonesas como esta nos llena de sabiduría.

9.

"El marido y la mujer deben ser como las manos y los ojos: cuando duele la mano, los ojos lloran, y cuando los ojos lloran las manos secan las lágrimas."


  Esta es una frase de sabiduría y reflexión sobre la vida en pareja. Siempre tendremos problemas, malos entendidos y desconfianza. Pero cuando nos apoyamos en el amor nos apoyaremos en toda circunstancia.

10.

"Es mejor ser el enemigo de una buena persona que el amigo de una mala."


 Este es un dicho sabio de la vida sobre los valores de las personas. Una persona honorable nuca te va atacar por la espalda. Pero una persona sin valores no te va ayudar y si es tu enemigo te va atacar a traición.


11.

"Aunque se necesite la espada una sola vez en la vida, es necesario llevarla consigo siempre."