MAPA DE VISITAS

Diez buenos vinos que cuestan entre 3 y 5 euros

España posiblemente tenga la mejor y más amplia oferta de vinos a precios bajos, con una excelente calidad. Razones no faltan. El país cuenta con la mayor extensión de viñedo del mundo y figura entre los tres mayores productores, con zonas como la meseta castellana, que es un verdadero mar de cepas. A lo que hay que añadir la bondad de las condiciones climáticas y vitivinícolas, que permiten cosechas abundantes, muy buenas o excelentes la mayoría de los años. Y una oferta muy superior a la demanda, que contiene los precios, cuando no tira de ellos hacia abajo. Eso por el lado de la cantidad. La calidad está asegurada con la incorporación generalizada en las bodegas de técnicas enológicas avanzadas. El resultado es la aparición en todas las zonas vitivinícolas, incluyendo la prestigiosa denominación de origen Rioja, de vinos que ofrecen al consumidor una bebida de intensa frutosidad, con personalidad, moderna y a un precio imbatible, tanto jóvenes como con leve crianza en barrica de roble. La mejor relación calidad/precio se encuentra en la franja de tres a cinco euros, aunque los hay también por menos. Elegir entre una oferta tan amplia y variada no es tarea fácil. Felizmente, existen guías del vino cotidiano, como la que elabora Mivino (www.guiadelvinocotidiano.com), aunque las referencias llegan hasta los 10 euros. Esta es una selección que puede satisfacer todos los gustos. Vinos que superan ampliamente el notable, o alcanzan el sobresaliente, en calidad. Y la matrícula de honor en precio.
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ARTUKE 2014

  • Bodega: Artuke. Baños de. Ebro.
  • Teléfono: 945 62 33 23.
  • Internet: www.artuke.com.
  • DO: Rioja.
  • Tipo: tinto maceración carbónica, 13,5%.
  • Cepas: tempranillo y algo de viura.
  • Precio: 5 euros.
  • Puntuación: 9,1/10.
Una maceración carbónica de aromas intensos a frutillos de zarza silvestre, con notas balsámicas, recuerdos lácteos y florales. En boca resulta fresco y goloso, con abundantes taninos maduros y frutosos.
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CASTAÑO 2014

  • Bodega: Castaño. Yecla (Murcia).
  • Teléfono: 968 79 11 15.
  • Internet: www.bodegascastano.com.
  • DO: Yecla.
  • Tipo: tinto joven, 13,5%.
  • Cepas: monastrell.
  • Precio: 4 euros.
  • Puntuación: 9/10.
Un excelente vino tinto monastrell de aromas frutales y florales característicos de la variedad, que se unen a recuerdos de algarroba seca e intensas hierbas mediterráneas. En boca resulta envolvente, sabroso, con expresivos y maduros taninos.
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CASTRO VENTOSA 2014

  • Bodega: Castro Ventosa. Valtuille de Abajo (León).
  • Teléfono: 987 56 21 48.
  • Internet: www.castroventosa.com.
  • DO: Bierzo.
  • Tipo: tinto joven, 14%.
  • Cepas: mencía.
  • Precio: 4,50 euros.
  • Puntuación: 9/10.
Una mencía berciana muy expresiva, de aromas potentes, concentrados a fruta madura, punteada de notas a flores marchitas y recuerdos de tinta china. Un tinto que en boca resulta amplio, carnoso y de gusto afrutado, dando paso a un fresco final.
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GÓMEZ DE SEGURA VENDIMIA SELECCIONADA 2013

  • Bodega: Gómez de Segura. Laguardia (Álava)
  • Teléfono: 945 60 02 27.
  • Internet: www.gomezdesegura.com.
  • DO: Rioja.
  • Tipo: tinto roble, 13%.
  • Cepa: tempranillo.
  • Precio: 4,75 euros.
  • Puntuación: 9/10.
Un tinto moderno, estilizado, fresco, con intenso aroma a frutillos de zarza, equilibrio entre el roble y la fruta madura. Vivo, suave, de sabrosa tanicidad, termina en baño goloso de fruta con recuerdo de regaliz.
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BORSAO SELECCIÓN 2013

  • Bodega: Borsao. Borja (Zaragoza).
  • Teléfono: 976 86 71 16.
  • Internet: www.bodegasborsao.com.
  • DO: Campo de Borja.
  • Tipo: tinto joven, 14,5%.
  • Cepas: garnacha, tempranillo y algo de syrah.
  • Precio: 4,50 euros.
  • Puntuación: 8,9/10.
Atractiva nariz, voluptuosa, mediterránea, con aromas frutales maduros, algunas notas de hollejo y hierbas aromáticas. Boca golosa, a fruta confitada, suave, con taninos maduros y buena persistencia.
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MILFLORES 2014

  • Bodega: Bodegas Palacio. Laguardia (Álava).
  • Teléfono: 941 10 01 51.
  • Internet: www.bodegaspalacio.es.
  • DO: Rioja.
  • Tipo: tinto joven, 12,5%.
  • Cepas: tempranillo.
  • Precio: 4,90 euros.
  • Puntuación: 9/10.
Un tinto joven de semimaceración carbónica con aroma franco, directo, lleno de encanto, con abundante fruta silvestre (mora y frambuesa) y notas florales. Muy sabroso, fresco y equilibrado, tiene un delicioso final.
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IMUS SELECCIÓ DE VINYES 2013

  • Bodega: Etim. Falset (Tarragona).
  • Teléfono: 977 83 01 05.
  • Internet: www.etim.es.
  • DO: Montsant.
  • Tipo: tinto joven, 14,5%.
  • Cepas: garnacha, merlot, cabernet sauvignon y samsó.
  • Precio: 4 euros.
  • Puntuación: 8,9/10.
Aroma complejo, perfecta conjunción de abundante fruta silvestre roja madura y aromas florales, enriquecido con notas de pastelería y recuerdos de hierbas de monte. Boca sensual, golosa y frutal.
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LUNA LUNERA 2013

  • Bodega: Dehesa de Luna. La Roda (Albacete).
  • Teléfono: 967 54 85 08.
  • Internet: www.dehesadeluna.com.
  • VT: Tierra de Castilla.
  • Tipo: tinto roble, 14%.
  • Cepas: tempranillo.
  • Precio: 3,50 euros.
  • Puntuación: 8,9/10.
Aroma a frutillos rojos y negros silvestres, con un toque licoroso, y notas de especias en un ligero fondo de tostados. Sabroso, suave, resulta muy agradable y deja un goloso recuerdo a fruta compotada.
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COLEGIATA 2014

  • Bodega: Fariña. Toro (Zamora).
  • Teléfono: 980 57 76 73.
  • Internet: www.bodegasfarina.com.
  • DO: Toro.
  • Tipo: tinto joven, 13,5%.
  • Cepa: tinta de Toro.
  • Precio: 4,25 euros.
  • Puntuación: 8,9/10.
Un tinto joven de frutosidad envolvente, madura pero fresca, a mora, frambuesa y ciruela negra, al mismo tiempo ágil y profundo. Muy sabroso, llena la boca con sus taninos dulces y el impacto de su pujante fruta.
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CANFORRALES SELECCIÓN 2013

  • Bodega: Campos Reales. El Provencio (Cuenca).
  • Teléfono: 967 16 60 66.
  • Internet: www.bodegascamposreales.com.
  • DO: La Mancha.
  • Tipo: tinto roble, 14%.
  • Cepas: tempranillo
  • Precio: 3,40 euros.
  • Puntuación: 8,8/10.
Un primor de frutosidad silvestre madura, realzada por el leve toque de madera y sus ahumados, especias y flores. En boca resulta carnoso, equilibrado, con unos taninos increíblemente sabrosos y pulidos.

Setenil o cómo vivir al abrigo de las rocas


El pueblo de la Sierra gaditana presenta una fisonomía insólita. Sus casas-cueva son un gran reclamo para los turistas, pero no el único
En el más crudo verano la temperatura interior de estas viviendas es de 23 grados sin necesidad de aire acondicionado; en invierno, el efecto es el contrario del modo más natural
Setenil de las Bodegas, Cádiz.
Setenil de las Bodegas, Cádiz. FRANCISCO JIMÉNEZ / SETENIL
Tomarse algo en la terraza de un pueblo con encanto forma parte de lo normal, pero que la terraza sea una roca ya no es tan habitual. Es uno de los alicientes de visitar Setenil de las Bodegas, una localidad de la serranía gaditana que linda con Málaga y que atrae a muchos turistas por ser tremendamente pintoresco, en el mejor sentido de la palabra.
Hay que estar en buena forma por aquello de lo empinado de muchas de sus calles, pero el esfuerzo merece la pena. Se puede iniciar un recorrido interesante en el Ayuntamiento, un edificio situado en la parte antigua del pueblo. Está muy cerca un torreón árabe del siglo XIV, que sirvió durante muchos años como un elemento necesario para vigilar los ataques enemigos y como cárcel hasta hace relativamente pocos años. De hecho, el último encarcelado es un vecino setenileño que todavía vive.
Setenil de las Bodegas, Cádiz.
Setenil de las Bodegas, Cádiz. FRANCISCO JIMÉNEZ / SETENIL
Los miradores que se van encontrando los visitantes son espectaculares. La panorámica permite ver toda la localidad y poblaciones vecinas como Olvera o Torrealháquime. Es mucho el turismo organizado que llega a Setenil, muy bien situado en los itinerarios convencionales por sus paisajes y sitios que visitar. También hay mucho turismo gaditano, sevillano y nacional. Tiene una gran dependencia de Ronda por encontrarse a sólo 15 kilómetros, pero es sierra de Cádiz y sus vecinos dicen sentirse más gaditanos que malagueños a pesar de la lejanía con la Tacita de Plata.
Es de obligado cumplimiento pasar por el mirador del Lizón dentro de la villa porque se ven las entrañas del pueblo y también visitar el Peñón de los enamorados, con unas vistas extraordinarias. Con un corto paseo ya se puede llegar a la conclusión de que, a pesar de que las casas-cueva son el símbolo de Setenil, hay mucho más que eso. 
Setenil de las Bodegas, Cádiz.
Setenil de las Bodegas, Cádiz. FRANCISCO JIMÉNEZ / SETENIL
El arquitecto que le ha dado esta inconfundible fisonomía a Setenil ha sido el río Trejo, el arquitecto de esta población. Caminando por las calles Calcetas y Herrería ya se ven esas viviendas tan llamativas por estar cubiertas por una peña. Son viviendas semitroglodísticas que presentan como gran ventaja la regulación térmica. En verano su interior es fresco y en invierno, acogedor y caliente. En verano se ha comprobado que dentro de estas viviendas hay 23 grados, sin necesidad de usar el aire acondicionado. El fondo es piedra porque si se aísla, suele ser peor. Si tiene algo de agua y lo tapas, genera más, de manera que son muchos los vecinos y comercios que lo tienen al descubierto para canalizarlo a través de fuentes naturales. 
Setenil de las Bodegas, Cádiz.
Setenil de las Bodegas, Cádiz. FRANCISCO JIMÉNEZ / SETENIL
María Sánchez es la gerente de la Casa Rural Cuevas del Sol, en una de las calles más características de Setenil. Está construida sobre la roca y en las habitaciones se convive directamente con la montaña del modo más natural. Una pared inclinada como no se puede encontrar en otro sitio. "La gente que viene busca precisamente eso, la sensación de estar en una casa-cueva, algo que es muy original. La temperatura interior es ideal a lo largo de todo el año y eso llama mucho la atención. El visitante se va con la idea muy clara de lo que es Setenil".
Son muchos los bares que podemos encontrar en las calles céntricas y es normal que aparezca el antojo de probar las sopas cortijeras de espárragos, las migas o algo de chacinas por estar muy presenta la cultura de la matanza. La conciencia quedará tranquila tras un buen homenaje gastronómico porque los saludables paseos por las cuestas de Setenil pueden ser acompañados con la ruta de los bandoleros, saliendo del pueblo camino de Ronda. Es u na ruta sencilla para cualquier edad, ideal para ir tanto en bicicleta c omo andando, con algunas pendientes pronunciadas y un paisaje variado.

Más información

Web: http://turismo.setenil.com/
Web: http://casacuevasdelsol.jimdo.com/

FIESTA DE SAN ANTON PATRON DE LOS ANIMALES




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(ant. 17 de enero; act. sábado más próximo a esta fecha)

Significado de la fiesta
Este tipo de fiestas poseen un profundo sentido de protección contra enfermedades y propiciación de la llegada de la primavera. Pese a estar en mitad del invierno los días comienzan a crecer, pero en las culturas antiguas el ser humano se sentía obligado a intervenir por medio de ritos en los ciclos cósmicos para que llegaran a ser completados; en este caso las hogueras y luminarias simbolizan eso, el deseo de la llegada del buen tiempo y de los días largos, en suma, la resurrección de la naturaleza. Además quemando lo viejo e inservible al tiempo que la aldea se regenera, recrea por unos momentos un espacio y un tiempo de luz y calor.
Por otro lado, es un ritual de protección por medio de un elemento, el fuego, de otro tipo de fuegos, las terribles calenturas que trae la enfermedad, y una sobre todo: el fuego de san Antón. Se trataba de la enfermedad del ergotismo, causada por la ingesta de cereales (especialmente el centeno) contaminados por el cornezuelo, un hongo (el Claviceps purpurea) que llegaba a provocar, tras los síntomas de intenso frío y posterior quemazón en el cuerpo, graves mutilaciones, parálisis e incluso la muerte. Los que sobrevivían a ésta y otras enfermedades como la lepra, mutilados o seriamente paralizados, eran llamados gafos en la Edad Media, un insulto incluido en las ‘palabras vedadas’ del fuero de Molina, aquéllas que no podían ser dichas a nadie bajo pena de diez maravedíes.
Existió una orden de caballeros hospitalarios de San Antón que se dedicó al cuidado de peregrinos que habían contraído, bien el ergotismo, bien la lepra, quizá no curándolos, pero sí atendiendo su exclusión social a la que se veían sometidos. Estos caballeros llevaban un hábito negro y la letra tau, símbolo que, por cierto, reapareció debajo de los repintes de la imagen de Alustante en la restauración de 2005. La tau ha funcionado como símbolo protector tanto en la cultura judía como en la cristiana y en ocasiones se ha pensado que aparece tanto en el Antiguo(Ez. 9: 3-6) como en el Nuevo Testamento (Ap. 7: 2-4), siempre como marca de los protegidos de Dios ante las calamidades colectivas.
La hoguera en sí se trataba de una enorme pira de leña recogida por los niños del pueblo casa por casa. Era común que los pequeños llamaran a las puertas de las casas diciendo: “¡Leña para la hoguera de san Antón!”; si el vecino respondía con una aportación –la mayor parte de las veces de sus propias rimas o depósitos de leña apilados- los niños lo bendecían con un “¡Que san Antón se lo pague!” y en caso contrario con la terrible maldición de “¡Si qui’a se le muera el gorrino!” (Si quiera se le muera el gorrino, en el sentido de ojala se le muera).
La fiesta, incardinada en el ciclo del Carnaval, tenía en este sentido un cierto componente de inversión, inversión de roles sociales por un tiempo limitado, en el cual, en este caso los niños, pasaban a disponer de un poder suficiente como para bendecir o maldecir el bienestar de las casas, basado en ocasiones en el cerdo y sus derivados. Poder y protagonismo como para ser ellos los que proporcionan al pueblo el elemento central de la fiesta: la hoguera.
Precisamente otro de los componentes de la tradición era el cerdo, el gorrino de san Antón. Se trataba de un cerdo que se iba alimentando durante las semanas previas a la fiesta casa por casa, que quedaba suelto durante el día por las calles del pueblo y era recogido por las encargadas de la fiesta al anochecer. Con su rifa el día de la hoguera se pagaban los gastos de la misa del santo. El cerdo es, una vez más, un elemento equívoco: por un lado, es representado en la iconografía de san Antón como representación del mal, de la tentación; un animal impuro portador de terribles enfermedades como la triquina, desconocida con la exactitud que ha proporcionado la ciencia, pero bien conocida en las sociedades tradicionales por sus síntomas, sus letales consecuencias y su origen evidente: la ingesta de carne de cerdo. Sin embargo, venía a ser un animal que salvaba la economía de la casa y proporcionaba en la fiesta el regocijo y la propia financiación de la misa en la que se rogaba a Dios y al santo por el bien de la aldea. Hay que señalar, no obstante, que ni el gorrino ni otro animal podían ser sacrificados en el día de san Antón, pues como es sabido, es el abogado protector de los animales.

Formas tradicionales de la fiesta
Tradicionalmente se hacían hogueras por todo el pueblo, siendo la principal de ellas la de la Plaza. Con todo, a mediados del siglo XX todavía se hacían hogueras de considerables dimensiones en la calle Alta, en la plazuela de San José, en el Trinquete, en la Lonja, en el Arrabal, la Magdalena, la calle de San Sebastián.
La procesión, la más corta del año, salía por mañana con la imagen del santo en andas hasta la Plaza y en ella se daba una vuelta alrededor de la hoguera ya encendida, en un claro sentido de purificación. Una vez que se consumía la hoguera de la plaza, y rifado el gorrino, comenzaban a encenderse las hogueras de los barrios en las cuales se repetía el rito de saltar la hoguera por parte de los mozos, de nuevo un gesto purificador.
Aunque no hay constancia documental clara de ello, es posible que se tratara de una de las fiestas votivas del lugar, es decir de aquéllas votadas o juradas por el concejo para ser celebradas con toda solemnidad por el lugar. Para esto el concejo tenía obligación de correr con ciertos gastos, normalmente el pago de la misa y el convite a los vecinos a ciertos alimentos (huevos y vino por norma general), de modo que aunque por el momento no se ha encontrado un testimonio escrito sobre este hecho, sí es cierto que entre los cargos menores del concejo estaba el llamado hermano de san Antón, muy posiblemente encargado de hacer colectas populares para la fiesta, elegido anualmente junto al resto de cargos concejiles de menor rango el día de San Juan y cuya figura se prolonga hasta la segunda mitad del siglo XIX.
Quizá su desaparición dio lugar a una dejación de la festividad, ante lo cual dos mujeres de gran amistad entre ellas, Venancia Mansilla Izquierdo y María Fonfría Pérez (por cierto, ambas difuntas casualmente en el lapso de pocos días en mayo de 1938), decidieron a principios del siglo XIX recuperar la fiesta y el culto mismo del santo, que había quedado reducido a la nada. Cuentan Martina López y hermanas, nietas de la tía Venancia, que la imagen estaba arrinconada en la iglesia, cerca del altar del Ecce Homo, y que estas dos mujeres propusieron al cura hacer un altar con el dinero recogido del gorrino que comenzaron a custodiar ellas. Dicho altar fue construido por el albañil Rufino Martínez. No obstante, hay que decir que en el siglo XVIII, momento aproximado del que data la talla del santo, hay documentado otro altar dedicado al mismo quizá con una hornacina –en la documentación escrita, en 1769, se habla de un arreglo de la “puerta de san Antón”. La persona encargada del arreglo del altar del santo, de la rifa del gorrino y de pagar las misas tenía derecho al disfrute de un huerto de propiedad municipal, ubicado todavía hoy en el barrio del Ejido y llamado así, el Huerto de san Antón.


La fiesta en la actualidad
A raíz del asfaltado de las calles, en torno a 1968, la hoguera comenzó a trasladarse a los extrarradios del pueblo, y acabó ubicándose en el barrio del Ejido, junto al abrevadero denominado las Pilas. Debido al incremento de la despoblación, desde principios de la década de 1990 la fiesta se trasladó al sábado más próximo al 17 de enero a fin de que pudieran seguir celebrando la fiesta los vecinos e hijos del pueblo emigrados. Otro factor a tener en cuenta fue el descenso de niños en las escuelas, de modo que, tras algún año de no haber ni siquiera hoguera (1989) pasó de nuevo el Ayuntamiento a hacerse cargo de la festividad, ubicándola primero en la plaza del Pilar, más tarde en la plaza Mayor, y en los últimos años en frente al la lonja de la Casa del Lugar. Asimismo, también se ha recuperado la rifa del gorrino, aunque ya sin crianza comunitaria; con todo, el lechón que se rifa cada año sale en la procesión en un carrito trasportado con todo el cariño por los niños y niñas del pueblo. En los últimos años se celebra una cena popular a base de caldereta, patatas asadas y otros productos típicos y se traen gaiteros que amenizan los actos con la música tradicional de la tierra.

LAS PERDIDAS


RECETA - CREMA DE CALABAZA CON TOQUE DE NARANJA

El jardin de mis recetas ♥



Posted: 15 Jan 2016 01:00 AM PST

INGREDIENTES:
  • 500 gr de pulpa de calabaza
  • 50 gr de pipas de calabaza peladas
  • 1/2 cebolla
  • 1/2 litro de caldo de verduras
  • 1 tira grande de piel de naranja sin nada de la parte blanca
  • 100 g de queso fresco (requesón, de Burgos)
  • Pimentón dulce
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Pimienta blanca
  • Sal
PREPARACIÓN:
Lavamos la calabaza y la troceamos en dados pequeños. Pela y pica la cebolla.
Ponemos una cazuela al fuego con 2 cucharadas de aceite de oliva a fuego medio y rehogamos la cebolla unos minutos; cuando empiece a coger color, echamos la calabaza y rehogamos todo durante 5 minutos, removiendo a menudo. Salpimentamos ligeramente.

Calentamos el caldo de verduras y se lo añadimos, agregamos la piel de naranja y llevamos a ebullición a fuego medio. Desde el primer hervor cocemos durante 20 minutos. Pasados los 20 minutos retiramos toda la piel de naranja, agregamos el queso (yo de Burgos) y dos cucharas de aceite de oliva, removemos y trituramos.
Pasamos la crema por un chino y probamos, por si necesitaras rectificar de sal y pimienta.
Salteamos las pipas de calabaza en una sartén sin nada de aceite, solo para que cojan color.
Repartimos la crema en tazas o platos soperos y decoramos con las pipas de calabaza y una pizca de pimentón dulce..